Clasificación:
Valkiria quiere mostrarnos que no todos los nazis eran malos. Que el sólo hecho de portar una swástica en el uniforme no te convertía en un fanático del racismo y el genocidio (portarla hoy, sí). Que no todos creían en Hitler y en sus planes de dominación mundial. Señala lo obvio: que no todo alemán era nazi; y lo no tan obvio: que ni siquiera todos los nazis eran nazis. Especialmente cuando empezaron a perder la guerra.
La cinta es un detallado recuento del más famoso atentado que sufriera Hitler, perpetrado por el oficial aristócrata Claus von Stauffenberg, héroe de guerra mutilado en batalla (interpretado por Tom Cruise, héroe de películas lisiado por la Cienciología). El plan fue el más próximo a tener éxito y sin duda habría cambiado la historia para bien, arrebatándole al destino atroz miles de vidas inocentes. En sus mejores momentos la película es un thriller vibrante (aunque de suspenso manco para quien tenga dos dedos de conocimiento histórico) en los demás, es una buena producción del Discovery Channel.
Como sabemos, Hitler salvó la vida milagrosamente. En su mensaje radial al pueblo alemán se dijo favorecido por una intervención divina y su régimen desquiciado se prolongaría por unos meses más. Valkiria se atreve a presentar un retrato de militares de la Alemania Nazi dignos de simpatía, en un acto de revisionismo histórico Hollywoodense que los otros dos miembros del eje (sobre todo Japón) ya merecieron hace rato.
En Valkiria vemos al mismo Hitler tembloroso e irascible de La Caída, aquella fenomenal cinta alemana sobre los últimos días del Tercer Reich. Si bien cualquiera que se atreva a comparar a algún político con Hitler a la ligera merece ser tachado de estúpido. Podemos encontrar paralelismo en algunas situaciones: resulta inquietante la imagen del gobernante mentalmente ausente, minimizando una crisis creciente, resguardado sólo por aduladores y acallando o desoyendo a las voces que considera catastrofistas. La historia nos dice que no hay bunker que aguante.
Le parecerá increíble, pero resulta más densa, oscura y tenebrosa que la película sobre nazis, la película infantil Coraline. Es una cinta de realización bellísima, con el estilo gótico-emo-pesadillesco de las producciones de Tim Burton y su marcada aversión a las moralejas fáciles. Es la historia de una Alicia malhumorada, víctima del abandono involuntario de los padres que trabajan. En su viaje a través del espejo encuentra un universo bizarro en el que sus padres, amigos y vecinos luchan por su atención y diversión, con motivos dudosos, por supuesto. Es una buena lección para niños consentidos, que necesitan saber que si la gente a su alrededor nunca los corrige y hace todo por complacerlos, algo anda muy mal. mrivera@solucionesenvideo.com
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