La muerte de la modelo y ex Miss Argentina, Solange Magnano, ha desatado gran polémica en cuanto a las cirugías estéticas en el mundo.
La muerte de la modelo y ex Miss Argentina, Solange Magnano, ha desatado gran polémica en cuanto a las cirugías estéticas en el mundo.
No sólo las modelos fallecen en el intento por ser más bellas. Mucha gente arriesga su vida por tener una apariencia más agradable.
Mónica Portnoy, la titular del Centro de Medicina Estética y Salud en Buenos Aires, donde la recién fallecida modelo Solange Magnano se practicó el procedimiento estético que le costó la vida, dejó un mensaje en el contestador de su teléfono celular -presumiblemente para evitar el acoso de la prensa- en el que se manifestó “sumamente dolida” por “la terrible tragedia”.
Portnoy procede a explicar que el producto utilizado en los glúteos de la modelo argentina- el polimetilmetacrilato- está aprobado en su país y que se usa sin problemas desde hace 20 años. Remarcó que “sólo se conocen 13 casos en el mundo en los que este procedimiento haya causado la muerte del paciente”.
Con esas breves palabras pretende explicar una más de las desgracias provocadas por la actual obsesión mundial por lograr una estética corporal perfecta.
Solange Magnano tenía solamente 38 años, un par de niños pequeños, Bruno y Lautaro, un marido -dueño de la funeraria donde se la veló- que la quería, una escuela de modelaje Actitud Models, y una vida apacible como ama de casa en la pequeña ciudad de San Francisco, en el Sur de la provincia de Córdoba, en Argentina.
Su contacto con la vida de glamour de una modelo -ella participó en algunos desfiles en Europa en el cenit de su carrera y fue Miss Argentina en 1994- se limitaba actualmente a su participación como maniquí en los desfiles de moda de su amigo, el modisto argentino Roberto Piazza.
“Cometió el error de confiar en esas publicidades que prometen hacer parar la col… y desaparecer la celulitis con una inyección y que meten el verso prometiendo a las mujeres que van a quedar estupendas”, añadió consternado “el narcisismo está en su apogeo, la belleza y la juventud están sobrevaluadas. Hay mujeres en los medios que se hacen tantas operaciones que tienen la boca más grande que el cu… y la frente les llega hasta la nuca. No entienden que tener clase no es sinónimo de belleza”.
Hoy, Solange está muerta porque, según Piazza, no le gustaba la incipiente celulitis que empezaba a aparecerle en el trasero. Algo salió mal, y durante la bioplastía de glúteos, en la que el polimetilmetacrilato le fue inyectado en la zona, la sustancia correctora se filtró vía las venas a los pulmones de Solange, quien sufrió una tromboembolia pulmonar y falleció el domingo, después de haber sido trasladada el jueves de la clínica estética a un hospital público y luego a otro privado.
¿No hubo negligencia?
La familia de Solange, su padre, Oscar Magnano, y su marido, Gustavo Rosso, nombraron a un amigo de la familia, Luis Nassi, como vocero, y a través de él declararon a los medios que “lo que le pasó a Sol fue una fatalidad. Por favor, que quede claro, no queremos hablar de mala praxis”, dijo a El Clarín.
En entrevista, el cirujano plástico mexicano Gustavo González, comentó que el polimetilmetacrilato está prohibido en países como Brasil y que en México se llegó a usar en cirugías reconstructivas en el Hospital Juárez, pero se descartó su uso debido a sus efectos.
“El problema con estas sustancias que se inyectan es que atraen a la gente con promesas de resultados maravillosos sin cirugía y a bajo costo. La manera más segura de modificar los glúteos es con prótesis. Si yo le digo a un paciente que la cirugía tendrá un costo de 60 mil a 70 mil pesos, y en la clínica de la esquina le prometen el mismo resultado por 10 mil, se ataca de la risa y se va a la cliniquita”.
Una vez que se inyecta esta sustancia, la primera impresión -cuando aparentemente todo sale bien- es que nos quedaron unas pompas maravillosas por poco dinero. Sin embargo, con el paso del tiempo, la sustancia comienza a migrar y a alojarse en distintas partes del cuerpo, provocando una reacción inflamatoria, como ocurrió en el caso de la cantante Alejandra Guzmán. Una situación así puede generar incluso la muerte.
“Además, ya que provoca el problema, es imposible removerlo por completo, pues ya está por todas partes dentro del cuerpo del paciente.
“Lo que seguramente ocurrió con esta chica, y que también es un peligro muy real, es que quien la inyectó nunca se dio cuenta que había impactado una vena y, al entrar la sustancia al vaso sanguíneo, viajó directo al pulmón. Definitivamente hubo mala praxis, si es que ocurrió así”.
González afirma que en México es un delito federal que cualquier persona que no sea un cirujano plástico certificado, según la Ley General de Salud en el Artículo 271, aplique una sustancia que genere un cambio estético, “pero por supuesto las leyes no se aplican, todo el mundo hace lo que mejor le parece”.
Gustavo asegura que este fenómeno no solamente se da en México, sino que ocurre en toda América Latina.
“Los charlatanes abren clínicas en cualquier parte, sin certificación de ningún tipo, y se ponen a hacer procedimientos. Años después, cuando se genera un problema, el doctor por supuesto, ya desapareció de donde estaba”.
Producto avalado
El cirujano argentino Eduardo Wexler dijo al diario La Razón que el polimetilmetacrilato está autorizado por el organismo estatal de fiscalización de medicamentos. El cirujano plástico cordobés aseguró que se trata de un producto aprobado por la Administración Nacional de Medicamentos, alimentos y tecnología médica (ANMAT), pero se mostró en contra de la utilización del producto.
Sobre las causas de la muerte de Solange, señaló: “Puede haber existido una intolerancia o haber migrado a través de vasos sanguíneos a otros órganos”.
Lamentó que cada día aumente la cantidad de personas que constituyen centros de medicina estética que no son de ninguna manera cirujanos certificados.
Deja Carmen Campuzano rehabilitación tras año y medio
La modelo mexicana Carmen Campuzano salió de un centro de rehabilitación en Guadalajara, Jalisco, donde se encontraba desde hace más de un año y medio.
De acuerdo con el programa de televisión hoy, la modelo abandonó el lugar el sábado pasado gracias a su buen comportamiento y sus ganas de salir adelante.
Campuzano vivirá en los próximos tres meses en un nuevo hogar en Guadalajara y tendrá permisos especiales para salir e irse reintegrando a la sociedad poco a poco.
En abril del año pasado, la ex pareja de Andrés García y Mario Carballido causó revuelo al volver a beber para calmar unos dolores físicos. (el universal)