Desigualdad. La política social enfrenta numerosos retos, entre los que se encuentran los de reducir las brechas de desigualdad en infraestructura social básica. Cuál austeridad. A pesar de manejar un discurso de austeridad, en medio de la ciris económica que castiga al país, nuestros senadores gastan a manos llenas los recursos públicos.
Al ritmo actual, el Producto Interno Bruto (PIB) por habitante en México se duplicará hasta 2050, lo que coloca en horizontes muy remotos las expectativas de mejoramiento de la calidad de vida en el país, advierte el Consejo Nacional de Población (Conapo).
En el Informe de Ejecución del Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo 1994-2009, presentado este mes, indica que el PIB per cápita creció a un ritmo anual de menos de uno por ciento en las tres últimas décadas.
"El lento crecimiento ha caracterizado a la economía de México en los últimos 26 años. La razón no es una elevada tasa de crecimiento de la población, pues en la actualidad es baja y seguirá bajando", señala.
"No ha crecido el producto por habitante por la falta de dinamismo de la producción agregada. En el periodo 1982-2008, el PIB creció a una tasa promedio anual de 2.41 por ciento, que al ajustarla por la tasa de crecimiento de la población resulta en un crecimiento promedio anual del PIB por habitante de 0.78 por ciento".
Entre 1999 y 2008, indica, el crecimiento del PIB per cápita se elevó a 1.75 por ciento.
"Aún así, de mantenerse ese ritmo, se duplicaría cada 40 años, que es un lapso demasiado largo en términos de las expectativas de la sociedad sobre la evolución de su ingreso y calidad de vida", apunta.
El PIB per cápita es una medida utilizada para calcular el bienestar de un país. Se obtiene dividiendo el total de la producción de bienes y servicios del país entre su número de habitantes.
México tiene un PIB per cápita similar a Argentina, Chile, Rusia y países de Europa Oriental. Sin embargo, la desigualdad en el ingreso es mayor a la de esos países.
RETOS
De acuerdo con el Conapo, economía mexicana presenta fortalezas estructurales sobre las cuales es posible sustentar una agenda pública para el desarrollo. Entre ellas destaca el tamaño del mercado interno, la diversificación de la estructura productiva y de exportación, y la presencia del llamado bono demográfico.
No obstante, advierte, existen factores, más allá de la actual crisis, que contribuyen al lento crecimiento económico, incluyendo restricciones institucionales a la inversión en sectores estratégicos; montos insuficientes de inversión en infraestructura y capital fijo; limitada innovación y desarrollo tecnológico, e insuficiente calidad de la oferta de servicios educativos.
"El crecimiento no suele ser equilibrado: viene aparejado con la aparición de nuevas tecnologías, productos y empresas, en tanto que desaparecen o pierden dinamismo actividades cuya competitividad se deteriora como consecuencia de esos avances", alerta.
Por otra parte, señala, la política social enfrenta numerosos retos, entre los que se encuentran los de reducir las brechas de desigualdad en infraestructura social básica; igualar oportunidades de acceso a educación y salud, así como la canalización de recursos crecientes a la construcción de infraestructura estatal y municipal, y ofrecer una mayor cobertura de servicios públicos como electricidad y agua potable.