El 36 por ciento de los recursos destinados al gasto social son destinados a programas regresivos como Procampo, pensiones y subsidios a los servicios eléctrico, de gas y gasolinas, advirtió el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
En su análisis semanal, aseguró que alrededor de 1 billón 150 mil pesos se destinarán a este tipo de programas el próximo año, mientras que 315 mil millones de pesos se irán para las estrategias más progresivas, como Oportunidades, DIF despensa, Liconsa y los que atienden a adultos mayores.
"El hecho de que la mayor parte del gasto esté comprometido, especialmente en programas sociales, no significa que los recursos que se ejercen cumplan eficientemente su función. Ya el CEESP ha comentado en diversas ocasiones que muchos de los programas sociales del Gobierno Federal tienen un notorio carácter regresivo, es decir, que están dirigidos en su mayoría para quienes no lo necesitan", advirtió.
La participación del gasto social dentro del presupuesto total será de 45.2 por ciento, lo cual representa un incremento de 1.4 puntos porcentuales respecto al de este año.
En contraste, el gasto para desarrollo económico, orden, seguridad y justicia, se reduce.
Asimismo, el CEESP apuntó que aunque el rubro de servicios personales baja en relación con el gasto total, el costo de las pensiones se eleva significativamente, para representar 16.5 por ciento del total.
Lamentó que se dé una baja en la inversión para el próximo año.
"Incrementar la inversión productiva del sector público detonaría la inversión privada con un resultado más eficiente en la generación de empleos y reducción de la pobreza", comentó.
Señaló la necesidad de una reingeniería del sector público, porque hay entidades que duplican funciones.