Un empresario de origen chino detenido luego que la policía encontró 205 millones de dólares en efectivo dentro de su mansión en la capital mexicana, ha dicho a las autoridades estadounidenses que vendió en el mercado negro toneladas de una sustancia química usada para producir metanfetaminas, dijo un alto funcionario.
Los abogados de Zhenli Ye Gon, quienes buscan evitar su extradición de Estados Unidos a México, han negado tajantemente que su cliente haya admitido algún acto ilícito, y consideran que el reporte no es sino información tergiversada para poner a la opinión pública en contra del empresario.
El director de extradiciones de la Procuraduría General de la República (PGR), Leopoldo Velarde Ortiz, dijo que las autoridades estadounidenses le hablaron sobre las conversaciones con Ye Gon, en las que habría reconocido que vendió en el mercado negro toneladas de una sustancia química usada para producir metanfetaminas.
La información fue dada a las autoridades mexicanas "de manera informal", y las autoridades federales estadounidenses no han proporcionado transcripciones de las conversaciones ni dado detalles sobre la versión de Ye Gon, dijo Velarde.
"Sabemos que en las entrevistas que tuvo con los fiscales de Estados Unidos, aceptó su responsabilidad en la comisión de los crímenes de que se le estaba acusando", dijo el funcionario mexicano, entrevistado esta semana por The Associated Press.
Acerca de si el empresario chino-mexicano admitió haber vendido precursores de metanfetaminas en el mercado negro, Velarde dijo: "Así es, exactamente".
La vocera Laura Sweeney dijo que el Departamento de Justicia no emitiría comentarios al respecto.
El caso de Ye Gon ocupó los titulares de la prensa internacional en marzo del 2007, cuando la policía allanó su residencia en una de las zonas más acaudaladas de la Ciudad de México y encontró más de 205 millones de dólares en efectivo, la mayor parte en billetes de 100 dólares que atiborraban un armario y un escondite en un muro.
Fue la mayor incautación de dinero supuestamente relacionado con el narcotráfico en la historia.
Ye Gon, quien nació en Shanghai y se naturalizó mexicano en el 2002, estaba en Estados Unidos cuando fue hallado el dinero. En Las Vegas, el empresario chino tenía una amante y contaba con un auto Lamborghini.
La agencia federal antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) señala que Ye Gon perdió más de 120 millones de dólares durante años de apuestas, y el propio empresario habló de haber apostado 150,000 dólares en una sola mano de bacará.
Ye Gon dijo que era un cliente tan asiduo y preciado que el hotel y casino Venetian Resort le dio una muestra de agradecimiento: un Rolls Royce.
Las autoridades detuvieron a la esposa de Ye Gon, a otros familiares y a algunos de sus empleados en México, pero el sospechoso se convirtió en prófugo. Su esposa, Tomoiyi Marx Yu, sigue en prisión, acusada de utilizar fondos ilícitos, aunque la mujer dice que desconocía el origen y la existencia del dinero.
Como prófugo, Ye Gon dio una entrevista en mayo del 2007, en Nueva York, donde afirmó que buena parte del dinero hallado en su casa era un fondo confidencial para campañas del Partido Acción Nacional (PAN), que gobierna el país.
Ye Gon dijo que funcionarios partidistas lo obligaron a guardar el dinero, amenazándole con una frase que se ha vuelto coloquial entre los mexicanos: "Coopera o cuello", dijo el sospechoso con un marcado acento chino, mientras hacía con la mano un movimiento en el que simulaba una degollación.
Las autoridades mexicanas consideran absurda esa versión.
Dos meses después de aquella entrevista, Ye Gon fue detenido en un restaurante en Maryland y acusado ante una corte federal estadounidense de complot para introducir drogas en el país.
El juez federal de distrito Emmet Sullivan desechó el caso en agosto, luego que un testigo de cargo se retractó y otro se negó a declarar. Sullivan, quien había criticado a los fiscales por tardar meses en revelar los problemas con los testigos, ordenó que Ye Gon no volviera a ser acusado jamás en Estados Unidos.
El sospechoso permanece en prisión en un suburbio de Washington, donde trata de evitar que se le extradite.
Las autoridades en México consideran que tendrán mejor suerte pues no tendrán que demostrar que Ye Gon se involucró en un complot para llevar drogas a Estados Unidos. La procuraduría mexicana espera que las conversaciones de Ye Gon con los fiscales estadounidenses puedan usarse como evidencia.
Pero los abogados de Ye Gon acusan a las autoridades mexicanas de dar información falsa en forma deliberada.
"Creemos que esta información tergiversada de parte del gobierno mexicano es un preparativo para su posible llegada allá (a México)", dijo Eduardo Balarezo, uno de los defensores de Ye Gon en Washington. "Es por eso que estamos luchando contra su extradición. No creemos que él pueda recibir un proceso justo allá. Creemos que México trata de ventilar el caso en la prensa".
Sobre si Ye Gon había reconocido los actos ilícitos ante las autoridades federales estadounidenses, el abogado del sospechoso en México, Rogelio de la Garza, dijo: "Te aseguro completamente que eso es mentira".
Las acusaciones se derivan de las 87 toneladas métricas de sustancias químicas que Ye Gon importó de China en el 2005 y el 2006. El empresario, que poseía un laboratorio farmacéutico al poniente de la Ciudad de México, dijo a la AP que los registros de importación muestran que se trataba de compuestos legítimos para su uso en medicamentos antigripales.
Sin embargo, las autoridades mexicanas señalan que Ye Gon nunca fabricó medicamento alguno, y usó su laboratorio para transformar las sustancias químicas en pseudoefedrina con el objetivo de venderla a los grupos de narcotraficantes por cientos de millones de dólares para su uso en la producción de metanfetaminas.
En los expedientes judiciales, los agentes federales estadounidenses consideran que Ye Gon es uno de los mayores traficantes de pseudoefedrina en América, y señalan que proporcionó a los grupos de la droga las sustancias químicas suficientes para producir 37 toneladas métricas de metanfetaminas, lo que bastaría para 185 millones de dosis típicas.
Una fuente familiarizada con el caso, quien solicitó permanecer en el anonimato por no tener autorización para discutirlo, dijo que Ye Gon se reunió durante muchos días a finales del 2008 y principios del 2009, en una sala de juntas del Departamento de Justicia, con sus abogados, incluido Balarezo, así como al menos dos fiscales y un agente de la DEA.
Balarezo niega que las conversaciones se hayan llevado a cabo. Otros dos de los que supuestamente estuvieron ahí se negaron a emitir comentarios.
La fuente dijo que Ye Gon proporcionó información detallada sobre las ventas en el mercado negro, admitiendo que vendió las sustancias químicas por entre 2.400 y 3.000 dólares el kilogramo (1.100 y 1.400 dólares la libra). Los documentos de importación muestran que las sustancias le costaron a Ye Gon menos de 49 dólares el kilo (22 dólares la libra), lo que significa que su margen de ganancias por estas operaciones hubiera sido superior a los 200 millones de dólares.
Además, la fuente dijo que Ye Gon proporcionó los nombres de algunos de sus compradores, aunque no reveló sus identidades a la AP, por temor a represalias contra personas involucradas en el caso. Las autoridades mexicanas han vinculado a Ye Gon con el poderoso cartel de Sinaloa.
Velarde enfatizó que la declaración del empresario chino se hizo durante entrevistas informales y no en un tribunal. Por ende, no constituye una confesión oficial.
Sin embargo, describió la declaración como potencialmente útil para que las autoridades mexicanas tengan éxito en lograr la extradición de Ye Gon.
"Si nosotros necesitáramos esta nueva evidencia para nuestro expediente, entonces lo que tenemos que hacer es una petición formal al gobierno de Estados Unidos para que ellos nos mandaran de manera formal esas entrevistas que los fiscales de Estados Unidos tuvieron con este señor", afirmó Velarde.
___
Los periodistas de la AP Michael Rubinkam en Allentown, Pensilvania, y Mark Stevenson en la Ciudad de México contribuyeron con este despacho.