Marco Antonio Rubio y su esposa Gabriela Sánchez están contentos por su pequeña hija Graciela, que le va a traer buena suerte al “Veneno”.
TORREÓN, COAH.- El miércoles pasado, el púgil lagunero Marco Antonio "Veneno" Rubio recibió una gran inyección anímica, de cara a su eliminatoria por el título mundial, con el nacimiento de su hija Graciela.
Su primogénita, producto de la relación con su esposa Gabriela Sánchez, vio por vez primera la luz en Del Río, Texas, con un peso de 3.200 kilogramos y una estatura de 50 centímetros, aunque dos días después se trasladaron a su residencia del otro lado del Río Bravo, en Ciudad Acuña, Coahuila.
Rubio regresará en la presente semana a la Comarca Lagunera para reincorporarse a los entrenamientos en el Gimnasio "Chato" Noriega, bajo la supervisión de su entrenador Rafael Díaz Covarrubias. El "Veneno" se medirá al sonorense David "Destroyer" López, el próximo sábado 10 de octubre en el actual Estadio Corona. La contienda será eliminatoria en peso medio, para que el ganador dispute a principios del 2010 el título interino del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), ya que lo dejará vacante el norteamericano Kelly Pavlik.
El "Fantasma" Pavlik también en octubre se medirá en Atlantic City, Nueva Jersey, al estadounidense Paul "The Punisher" Williams, defendiendo sus campeonatos del CMB y la Organización Mundial de Boxeo (OMB).
En los próximos días el púgil y su representante Héctor Sánchez Arredondo darán a conocer los pormenores en una rueda de prensa, donde se incluye un respaldo interesante con la presencia de boxeadores laguneros, en contiendas ante peleadores foráneos.
Será la cuarta vez que Rubio dispute una contienda de eliminatoria mundial. La primera oportunidad fue en 2004 en el MGM Grand de Las Vegas, Nevada, pero sucumbió por nocaut efectivo a los 33 segundos del asalto inicial ante el ghanés Kofi Jantuah, en pelea de peso superwelter.