Cambios. La cementera francesa es la última estatizada por el Gobierno de Venezuela. ARCHIVO
CARACAS, VENEZUELA.- El ministro de Obras Públicas, Diosdado Cabello, anunció ayer que el Gobierno concretó la adquisición de dos empresas que pertenecían a la cementera francesa Lafarge, como parte del proceso de toma de control de sector que se acordó el año pasado.
Cabello dijo a la estatal Venezolana de Televisión (VTV) que el miércoles suscribió un acuerdo con los representantes de Lafarge para adquirir las empresas locales Fábrica Nacional de Cementos y Cementos Táchira.
El ministro indicó, como parte del acuerdo se aprobó un primer pago de 118.51 millones de dólares, que representa 40% del valor total de la operación, que se hará efectivo en "cinco días".
Las autoridades no precisaron cómo se cancelaría el restante 60%.
Aunque Cabello anunció el julio pasado que había llegado a un acuerdo con la suiza Holcim Ltd. para comprar su filial en el país, el ministro dijo el miércoles que aún están en proceso de "negociación" con esa empresa, pero que ya disponen de los recursos para un primer pago.
En agosto del año pasado Lafarge aceptó venderle al Gobierno 89 por ciento del paquete accionario de su filial venezolana por 267 millones de dólares, y Holcim Ltd. aprobó transferir 85% de las acciones de su cementera por 552 millones de dólares.
Luego de siete meses sin recibir respuesta de pago, la cementera suiza acudió en marzo ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones, un brazo autónomo del Banco Mundial, para interponer una demanda contra el Gobierno venezolano y exigir una indemnización completa por la estatización de sus plantas.
Cabello señaló que en el caso de la filial local de la cementera mexicana Cemex "hemos tenido algunos problemas", pero que "esperamos solucionarlos".