Nuestros subagentes comentan que en Torreón, dadas las pugnas entre los grupos del alcalde José Ángel Pérez y el senador y primer compadre, Guillermo Anaya, la designación de candidatos se hará directamente en el Comité Nacional, no sólo en los distritos 5 y 6 que tocan a Torreón, sino en los siete distritos de Coahuila, por lo que se espera que don Memo lleve mano. Para el 6 ya está apuntado el ex diputado local Luis Gurza, pero ojalá y no se le ocurra hacer campaña en sus engorrosos tráileres. Para el 5 no ha salido ningún valiente que se apunte a competir en el área rural de Torreón, así como Matamoros, Viesca y Parras, donde el PAN no ha ganado en elecciones intermedias. Hasta ahora sólo se ha manejado el nombre de José Antonio Jacinto Pacheco, que se quedó sin hueso cuando dejó la diputación local.
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Todo esto es preámbulo de la elección para candidato a la alcaldía de Torreón, que se hará en agosto tras los comicios federales. En ese proceso cuelga todavía un signo de interrogación con el nombre del Embajador en España Jorge Zermeño, por quien los panistas suspiran para que vuelva de alcalde. Nuestros subagentes reportan que la semana pasada don Jorge, en su camino de regreso a la Madre Patria, hizo escala en la capirucha del esmog para una cita en la otra Madre Patria, el Comité Nacional del PAN, y reunirse con el jefazo Germán Martínez para analizar la situación en Torreón. Previamente, don Germán ya se lo había planteado a don Memo, quien amablemente lo mandó por un tubo. Aunque ahora el jefazo del PAN no le pidió directamente al Embajador que se lanzara a la alcaldía, se dice que podría hacerlo si de plano la cosa pinta mal para el blanquiazul. Y es que el CEN del PAN también haría una designación directa (dedazo) del candidato a la alcaldía pues no confía en un proceso interno manejado en el comité municipal. De hecho algunos panistas comentan que dicho comité, que ahora está bajo el control del alcalde José Ángel Pérez, podría ser desaparecido por el mandamás nacional y convertido en una simple delegación para evitar broncas.
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Como se había anticipado desde hace varios meses, el flamante curuleco local, Eduardo Olmos, dejó de serlo y con menos de dos semanas calentando la silla en el Congreso pidió licencia para regresarse a La Laguna y encabezar de nuevo la vicegubernatura de Desarrollo Regional de la ídem. El movimiento estaba más que cantado ante el silencio del gober Humberto Moreira cada vez que se mencionaba esa posibilidad, aunque pocos notaron que en realidad se trataba de una bofetada a los electores que pusieron a don Lalo en el Congreso esperando que fuera a cumplir los tres años, no que en menos de quince días dejara colgado el saco de diputado para ponerse la chamarra de vicegober. Don Lalo regresa a una secretaría que no ha dejado de polarizar el ambiente entre el Municipio y el Estado, aunque es claro que desde ahí tendrá más proyección que en el Congreso. Es evidente que todo se subordina a los cálculos políticos del Gober, quien no repara en convertir su Gabinete y el Congreso en un entretenido juego de las sillas y con esta movida pone a don Lalo en competencia por la alcaldía frente al ex curuleco Antonio Juan Marcos (a quien dicen se le soltó el vientre) y que ahora espera que le digan a dónde se va. Por mientras, se juega la carrera en el resultado de la elección federal del distrito 6 de Torreón, que es el más panista de Coahuila. Viendo cómo se hacen garras don Lalo y don Antonio estará el flamante diputado local Salvador Hernández Vélez, que pinta para presidente del PRI municipal. Don Salvador es uno de los principales estrategas electorales del hermano cómodo y jefazo tricolor, Rubén Moreira y no es santo de devoción de ninguno de los dos principales aspirinos a la alcaldía, por lo que se espera que los trancazos se pongan de a peso.
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La dirección de Ingeniería de Tránsito está acéfala desde hace dos semanas tras la salida de Francisco Torres y en ese lapso los semáforos se han descompuesto más de lo que estaban, lo cual de por sí ya estaba difícil. En tanto, Alfonso Chavira, quien iba a tomar las riendas del departamento, está incapacitado y no ha empezado a despachar en esa área, que está en el olvido sin que eso parezca importarle mucho a los jefes de don Alfonso. La sincronización de los semáforos se ha perdido cada vez más, sobre todo en vialidades de alto flujo y esto después de que el Municipio había presumido una inversión de 30 millones de pesillos en un sistema de cámaras de video para monitorear la afluencia vehicular en los principales cruceros. Pero he aquí que el sistemita fue “agandallado” por la Dirección de Seguridad Pública para su vigilancia, por lo que la recepción de imágenes se trasladó a la sede de la Policía por órdenes del alcalde José Ángel Pérez y la gente de semáforos se volvió a quedar a ciegas. Claro que nadie va a disputar que es correcta la decisión de que la Policía utilice el sistema de video que capta los principales puntos de la ciudad, sobre todo como están las cosas. El problema, comentan nuestros subagentes, es que los dos propósitos del sistema no son excluyentes, sino que pueden coexistir, nomás es cosa de enviar otra señal al área de Ingeniería de Tránsito, pero hasta ahora no se ha hecho porque al parecer ya no hay dinero para reponerles el equipo (¿por qué será?) Así las cosas, don Alfonso llegará a su nuevo encargo, pero ojalá no lo haga con la misma filosofía que aplicó a la dirección de Tránsito y Vialidad: dejar hacer, dejar pasar y dedicarse a cobrar. Y es que si bien su anterior encargo debió dejarlo con una idea de cómo está el tránsito en la ciudad (cada vez peor) falta que quiera aplicar la lección en la nueva chamba. Para cuando aprenda, ya habrá acabado la Administración municipal y se quedará sin responder la pregunta de por qué el Alcalde no puso desde el principio a un experto en la materia.
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La creación de la nueva, súper-recargada, Fiscalía General del Estado significa el fin de una guerra territorial entre dependencias del “Gabinete de la Gente” de la cual salió más damnificado el ahora ex secretario de Seguridad Pública, Fausto Destenave. El gober Humberto Moreira esperó a la reorganización de su Gabinete para darle la puntilla a la secretaría, cuando Coahuila se encuentra azotado por el crimen organizado, particularmente en La Laguna. La SSP tendrá una pronta ejecución cuando los curulecos locales levanten el dedo para aprobar la iniciativa que crea la Fiscalía General, de la cual sale beneficiado el Procu Jesús Torres Charles, pues se queda con la Policía Preventiva del Estado y fortalece su posición. El desmantelamiento de la SSP también supone la consolidación del cerebro jurídico del Gober, Armando Luna, quien en la Secretaría de Gobierno maneja las áreas de protección civil y readaptación social que ya le había quitado a don Fausto hace más de un año. Don Humberto ha tomado una página del libro del Secretario de Seguridad Pública federal, Genaro García Luna, quien tiene años abogando por la fusión de la Policía Federal Preventiva y la Agencia Federal de Investigación en una sola fuerza, pero no puede hacerlo porque el Procu General, Eduardo Medina-Mora, le ha hecho la vida imposible. Coahuila se convierte así en el segundo estado en consolidar sus policías, ahora nada más falta que la nueva no se convierta en un nido de corrupción como sucedió la última vez que las fuerzas estatales estaban bajo una sola carpa, la infame Policía Judicial. En cuanto a don Fausto, que dividía su tiempo entre la secretaría y la grilla por la alcaldía de Saltillo o una diputación federal, se quedó sin ninguna y con una salida discreta enviándolo a la Comisión Estatal de Aguas y Saneamiento, a ver con qué ocurrencia genial sale el abogado y ex agente del Ministerio Público en cuyo currículum no figura nada referente al agua (dicen que hasta el whisky lo toma “derecho”). Ahora el balón de la seguridad estatal queda en manos el Procu don Jesús, a ver cómo le va.
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