En el“Gobierno de la Gente”no saben qué hacer con el magistrado MARTÍN GRANADOS SALINAS por exculpar a cuatro implicados en secuestro, dejándo a los malandros con un pie fuera del “bote”, y a los funcionarios como incapaces de combatir el delito. Según elmagistrado, la Procu no probó el caso y resolvió que cuidar a un secuestrado no implica participación en el plagio.
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Don Martín anda en un plano muy volado de análisis jurídico, similar a quienes señalan que el ahora célebre “Pozolero”, que deshacía cadáveres en ácido, en realidad no cometió ningún delito salvo violar la ley de salud. El caso es que, comentan nuestros subagentes, tanto el Gober Humberto Moreira como el Procu Jesús Torres Charles optaron por morderse la lengua por aquello de la “separación de poderes”, aunque se sabe que eso en nuestro sistema político es muy relativo. Mientras tanto, las víctimas de la llamada “Familia de Ciudad Juárez” andan espantadas con la posibilidad de ver a los secuestradores fuera y algunos dicen que al magistrado o lo amenazaron o le llegaron al precio o que la Procu no hizo bien su chamba y ellos van a tener que pagar el plato. Como haya sido, la realidad es que esto no ayuda en nada a la campaña que trae don Humberto para aplicar la pena de muerte a secuestradores y esto lo deja muy mal parado, porque cómo anda proponiendo darle “mate” a plagiarios cuando los jueces los sueltan.
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Y en esto de la seguridad, no estaría mal que el jefazo de Policía, Karlo Castillo le explicara bien al alcalde José Ángel Pérez las cifras sobre robos en la ciudad. Cuestionado sobre la ola de robos que se intensificó en el primer mes del año, don José Ángel hizo cuentas alegres para decir que van a la baja. Argumentó que las cifras indican una incidencia de 300 robos en enero contra 500 al mes el año pasado, cuando la realidad es exactamente al revés. Fue el año pasado cuando hubo un promedio de 300 robos al mes y en enero, con días de 12 o hasta 14 robos, nos acercamos a los 500. Es evidente que los delincuentes se escudan en el clima de impunidad y el temor de los policías generado por el crimen organizado, lo que sumado a la crisis no da un panorama alentador para la seguridad de los ciudadanos. Pero para combatir el problema hay que tenerlo bien diagnosticado y aquí es donde el Alcalde debería tener las cifras correctas. Al menos en Torreón la Policía sí suelta los números, aunque algunos comandantes se enojan y patalean porque quedan mal. En Gómez Palacio, nuestros subagentes llevan meses esperando estadísticas sobre robos, pero nunca llegan. Allá también han de pensar que las cosas van de maravilla
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El Gober Humberto Moreira anduvo en la capirucha del esmog, a donde acudió a una reunión con los curulecos federales del PRI, con quienes se aventó una disertación sobre las relaciones de los gobernadores tricolores con el Gobierno Federal. Resulta curiosa la selección del personaje que les enseñaría sobre el tema, pues don Humberto se ha hecho célebre por sus broncas con secretarios, como Beatriz Zavala, ex de Desarrollo Social, o con Francisco Javier Salazar, titular del Trabajo con Vicente Fox y con quien casi se agarra a golpes en Pasta de Conchos. (Y nomás regresó a Coahuila acusó a la Federación de hacer “tarugadas”). Pero a lo mejor así lo quiere el PRI, pues los otros invitados a hablar del tema fueron los de Veracruz, Fidel Herrera, y de Yucatán, Ivonne Ortega, quienes se la viven agarrados de la greña con la Federación. Es posible que el PRI vea las elecciones de este año y la carrera rumbo al 2012 como un juego de “péguenle al negro”, y no precisamente al que increíblemente mora en la Casa Blanca.
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Las grillas en Durango amenazan con contaminar otros ámbitos, como el de la obra pública. Nuestros subagentes aseguran que el secretario estatal de ídem, César Rodríguez Salazar, no muestra interés en meterle el acelerador al llamado “Periférico de la Muerte”, que tiene retraso de meses, con el objetivo de hacer quedar mal al ahora exalcalde, Ricardo Rebollo. Cuentan las malas lenguas que el corazoncito del funcionario late por Jorge Herrera Caldera en la carrera por la gubernatura. Y es que, de manera sospechosa, en la capital no se reporta ningún retraso en las obras y ahí todo fluye de manera milagrosamente rápida. El problema para don César es que la cuenta por el retraso del Periférico también se le cobraría a su jefe, el gober Hernández Deras, pero a lo mejor ayudando a llegar a Herrera, asegure firmar seis años más en la nómina.