En algunos círculos del PRI se dice que ha comenzado a circular el proyecto “Rubén 2011”, que prepararía el terreno para la candidatura a gobernador del hermano cómodo y candidato a diputado, Rubén Moreira. Nuestros subagentes dicen que el plan está modelado en la estrategia “Tamaulipas 2007” que aplicó el PRI en ese Estado para recuperar alcaldías mediante tácticas que promueven división en filas opositoras para distraer la atención y evitar cuestionamientos hacia el PRI.
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Partes de la estrategia ya son aplicadas, como el mantener una ofensiva mediática permanente contra la oposición, infiltrar y cooptar organizaciones, crear organizaciones “sociales” o “cívicas” a modo, fomentar choques internos o debates negativos entre oponentes y otras lindezas. Por supuesto que el primer paso para enfilar a don Rubén a la gubernatura ya fue tomado, y es su postulación a diputado federal para cubrir el requisito del cargo de elección que marcan los estatutos tricolores. La estrategia va aparejada de una presencia constante de don Rubén y sus huestes tricolores en todo el Estado identificando la obra del “Gobierno de la Gente” con el PRI. Hasta ahora, viendo los problemas internos del PAN, la estrategia parece rendir frutos, por lo que en un descuido, el hermano cómodo se irá sin tocar baranda hasta el Palacio Rosa. Cosas veredes, mío Cid.
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El alcalde Pérez Hernández parece ser alumno avanzado de la técnica de Gobierno aplicada por Fox de dejar encargado el changarro. A don José Ángel se le ha visto muy activo en otras partes del estado dándole mantenimiento a las alianzas con las dirigencias del partido en lugares como Monclova y Saltillo. Nuestros subagentes reportan que el Alcalde algo anda tramando con Manuel Espino, el ex jefazo nacional del PAN que se ha vuelto un clásico de la política mexicana. En concreto, se comenta por ahí, están maquinando la destitución de Reyes Flores como presidente del PAN en Coahuila, pues es obvio que es contrario a los intereses del grupo del Alcalde. A estas alturas se ve una empresa quijotesca, pues el PAN ha tenido tres dirigentes en menos de un año y cambiar otra vez en medio del proceso electoral no resultará benéfico para nadie. Con esta grilla, a veces parece que don José Ángel no tiene mejores cosas que hacer, como estar al pendiente de lo que sucede en Tránsito y Vialidad, donde los agentes se fueron a paro de labores en protesta contra el director, Pedro Luis Bernal, quien también parece pasar más tiempo en grillas que en el trabajo municipal.
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Cualquier desencuentro que haya traído don José Ángel con la dirigencia de su partido se agudizó con la campaña lanzada por el vicealcalde, Rodolfo Walss, para que lo tomen en cuenta en la contienda por el Congreso o, más adelante, para la alcaldía. Aunque don Rodolfo se precia de que “sí te entiende”, resultó que poco ha entendido sobre los tiempos políticos, pues su campaña adelantada se topó con el rechazo de los comités nacional y estatal de su partido. Pero el PRI, al poner una queja ante el IFE (a lo mejor como parte de la estrategia ya comentada), sirvió de gran ayuda para los panistas que no hallaban cómo frenar al precandidato, pues las dirigencias no defendieron a don Rodolfo y, de hecho, dicen nuestros subagentes, ellos mismos preparaban un recurso ante la autoridad electoral para que pararan la precampaña. La molestia al interior del PAN fue el desdén por las formas, pues don Rodolfo no renunció al hueso de director de Planeación (primero muerto que dejar de firmar en la nómina). Y es que, aún cuando eso no hubiera sido requerido por la Ley, sí manda una mala señal que el blanquiazul quiere evitar si quiere acusar a otros (léase tricolores) de hacer uso electorero de los cargos públicos.
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Al síndico de Gómez Palacio, Mario Calderón, se le cumplió su sueño de ser alcalde y finalmente fue agraciado por el dedo del gober Ismael Hernández Deras para ocupar la silla que dejó vacante Ricardo Rebollo que se fue a “vivir su vida”. A don Mario ya se le empezaba a poner malo el cuerpo porque se la estaban haciendo de emoción y su nombramiento se retrasó una semana porque los curulecos del Congreso local no hallaban la puerta para salir del embrollo legal en el que se metieron. Nuestros subagentes comentan que si bien el Congreso reformó la Ley Orgánica del Municipio para darse la facultad de llenar ausencias de alcaldes, se les olvidó reformar la Constitución estatal y la propia Ley Orgánica del Congreso para sustentar ese poder, por encima de la elección de alcaldes suplentes. Eso sin contar que la reforma para designar alcaldes sustitutos es objeto de una impugnación ante la Suprema Corte, detalle que los curulecos se pasaron por el arco del triunfo para complacer los deseos de don Ismael.
