Vinieron, vieron... y cancelaron. Las "avanzadas" del Estado Mayor que anduvo en Torreón a principios de la semana nomás alborotó la gallera con la posibilidad de una visita del presidente Felipe Calderón, pero a la mera hora les dijeron que siempre no, empacaron sus cosas y se fueron. Total que don Felipe se quedó sin la oportunidad de apreciar las bellezas de La Laguna y optó por conformarse con el pan de pulque de la peronera capital. Nuestros subagentes han recogido versiones encontradas sobre la cancelación de la gira en la que el presidente inauguraría una clínica del Seguro Social y habría participado en una reunión sobre seguridad, y es que cada bando se apresuró a echarle la culpa al contrario por el "plantón" presidencial.
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Las huestes del gober Humberto Moreira dicen que están desconcertados por la cancelación, sobre todo porque del G ober había salido la invitación para que don Felipe viniera a La Laguna. En esta lógica, si bien la visita ya estaba agendada, de algún lado en Los Pinos salió la contraorden. Pero nuestros subagentes infiltrados en la comitiva presidencial comentan que la cosa fue al revés, que fue don Humberto quien le dijo a don Felipe que mejor no viniera. El mismo mandatario lo sugirió en una entrevista y resulta que en el círculo calderonista donde se maneja esta versión también están desconcertados por no saber qué paso y les preocupa que se vaya a interpretar como que el “preciso” nos dejó plantados. La contradicción es reveladora porque ambos mandatarios venían de darse un “encontronazo” en una reciente reunión en Los Pinos. Ya después salió el peine más claro sobre la cancelación de la visita, y era que la clínica del IMSS todavía no está terminada, por lo que se quiso evitar el ridículo presidencial. Pero. parafraseando a Calderón, “haiga sido como haiga sido”, el asunto deja un mal sabor de boca pues una visita con el tema de la seguridad habría contribuido a dar algo de certidumbre sobre la labor de las fuerzas federales en la región y le hubiera permitido enterarse de primera mano cómo anda la cosa (de la patada). Para compensar, un grupo de “ipecos” laguneros se trasladó a Saltillo donde le pidieron más apoyo. Si bien el tema de la plática derivó más hacia la crisis económica, nuestros subagentes comentan que don Felipe se refirió al caso de Torreón al señalar la rivalidad entre bandas criminales y dijo que le va a entrar “con todo”, pero seguramente pensó que a él mejor le informen por correo electrónico. También podría suceder que algún panista notable se case o bautice un hijo, para que ahora sí venga el presidente. Al tiempo.
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Arropados en el manto de violencia e impunidad, las bandas de secuestradores siguen haciendo de las suyas en la Comarca Lagunera. Por lo pronto, la Procu de Jesús Torres Charles sólo se ha anotado tres goles con la detención de igual número de bandas, pero los secuestradores han anotado más de sesenta, según cálculos de nuestros subagentes. Del lado de Durango, la Procu de Daniel García Leal va en ceros y hasta ahora sólo el Ejército ha detenido a plagiarios. El temor de muchas víctimas sigue siendo la certeza de que los secuestradores son policías activos o retirados y algunas historias de los últimos días han contribuido a documentar esa creencia. Nuestros subagentes reportan varios casos de “levantones” en Torreón en los que los familiares o amigos de las víctimas logran mover alguna palanca con la Policía Municipal y tras llamadas a comandantes policiacos, los “levantados” son milagrosamente liberados. Un caso sería coincidencia, más de uno ya es tendencia, de modo que crecen las sospechas de que la “mejor Policía del Norte del país” no anda en buenos pasos. Lo mismo se comenta de elementos de las policías estatales, aunque nuestros subagentes no han recogido casos en las que alguien haya movido una “palanca” en esas corporaciones. Pero, como dirían los filósofos, la ausencia de evidencia no es evidencia de ausencia.
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Pasando a la grilla electoral, el PAN en Coahuila prácticamente tiene definidos a sus candidatos que buscarán entrar a la nómina legislativa en septiembre. Nuestros subagentes reportan que los siete “dedazos” (uno por distrito) ya fueron enviados desde la capirucha del esmog por el Comité Nacional. Sin mayores sorpresas, se espera que Luis Gurza vaya por el distrito 6 de Torreón, que es donde el blanquiazul tiene mayores posibilidades de ganar. Don Luis se caracteriza por ser muy movido (a veces demasiado), lo cual será bueno para que su contrincante del PRI, Héctor Fernández Aguirre, no se duerma y tenga chiste la lucha por la nómina. En el distrito 5, que abarca el área rural, así como Matamoros, Viesca y Parras, nadie le quería entrar. Al final, se decidió que Blanca Eppen, quien fue diputada entre 2000 y 2003, se lance a ver si puede regresar a San Lázaro. La diferencia es que ahora sí la tendría que sudar (y pagar) pues la vez pasada que cobró en la Cámara lo hizo desde la cómoda posición de plurinominal. En el resto del Estado, el PAN reciclará al ex alcalde de Monclova, Carlos Páez Falcón y al ex curuleco local, Jorge Rosales Saade. En donde todavía no se definen es en Durango. En Gómez Palacio se comenta que Augusto Ávalos ya declinó y que Salomé de Katsicas también, de modo que la candidatura del distrito 2 será peleada por el diputado local Julio Castañeda y la regidora María del Carmen Ávalos, uno de los cuales competirá contra el ex alcalde Ricardo Rebollo. Los nombres se encuentran en el escritorio del secretario general del PAN, el lagunero convertido en chilango, Rogelio Carbajal, quien habrá tomado en cuenta las sugerencias de los senadores Guillermo Anaya, en Coahuila, y Rodolfo Dorador, en Durango.
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El nuevo frente de batalla entre el Estado y el Municipio se abrió ahora en el área de tránsito, luego de que el flamante jefazo de Tránsito y Vialidad, Pedro Luis Bernal, quitó a los agentes que controlaban el flujo vehicular en las obras que realiza el Gobierno del Estado, como en Nudo Mixteco y los puentes en la carretera a Matamoros. Los reclamos del vicegober, Eduardo Olmos, no sirvieron para nada, pues el alcalde José Ángel Pérez lo mandó a que arreglara la bronca con don Pedro Luis, quien es uno de los elementos más duros de la Administración municipal cuando se trata de broncas con el Estado. Don Lalo tuvo que improvisar agentes contratando de las abultadas filas del desempleo lagunero, o sea que al menos algo bueno puede salir de esta bronca. La otra consecuencia fue que, como por arte de magia los agentes se materializaron en el Centro Histórico, donde el Municipio le ha metido el acelerador a las obras ante las constantes quejas. El problema es que hay agentes que sobran en cruceros donde no hay tanto problema y faltan en donde realmente se les requiere. Es el caso de la avenida Matamoros que fue saturada por los autobuses a Gómez Palacio que circulan por la Acuña, calle que fue cerrada por las obras. Haciendo honor a su fama de ser los más desordenados del transporte en Torreón, los choferes de los Torreón-Gómez-Lerdo se dan vuelo manejando, sin ningún agente que los supervise.
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Los estrategas de comunicación del gober Ismael Hernández Deras y el alcalde de Gómez Palacio Mario Calderón, deberían tomar unos cursillos de historia. Resulta que la propaganda sobre la remodelación del bulevar Miguel Alemán presume que es la obra más grande hecha en Gómez Palacio en 69 años. Lo curioso es que el bulevar mismo, cuya construcción es sin duda mucho más grande y significativa que su remodelación, apenas va a cumplir 49 años de vida. Es decir, hace 69 años nadie sabía ni siquiera quién era Miguel Alemán. Según nuestros subagentes, don Miguel inauguró la obra en julio de 1950 junto al entonces gober José Ramón Valdés. Nomás para aclarar paradas y que no le echen tanta crema a sus tacos. Al menos don Ismael Hernández Deras no tuvo la tentación de ponerle su nombre a la obra, lo que ya es ganancia.
