Como en épocas electorales hay que sacar lodo de todos lados para tirarlo, los partidos se agarraron del reciente reporte de la Auditoría Superior de la Federación sobre ejercicio de gasto en 2007 para usarlo como munición. En "El Gobierno de la Gente" pedalearon duro las observaciones que la Auditoría hizo a la Administración del alcalde José Ángel Pérez, sobre irregularidades por ocho millones de pesillos federales para obra pública, afirmando que es dinero que nunca se usó, por lo que exigieron al Municipio que lo regresen (a ver de dónde lo sacan).
Los priistas se frotaban las manos viendo cómo iban a usar este dato, pero he aquí que la Auditoría le espetó al Gobierno del Estado un subejercicio de casi la mitad de un programa federal para seguridad pública, señalando que durante 2007 no se gastó todo el dinero asignado a equipamiento y capacitación de policías. Entonces fue turno de los panistas para mostrar indignación, con algunos altos cuadros preguntando con qué cara iba el gober Humberto Moreira a pedir más apoyo a la seguridad si aquí no gastan todo lo que les mandan. Obviamente, en el juego político, todos prefieren ver la paja en el ojo ajeno. Pero la pregunta que ningún bando ha respondido es: ¿dónde quedó el dinero?
■■■■■■■■■■ Nuestros subagentes en los altos círculos del PAN comentan un cambio de última hora en la alineación del blanquiazul para las elecciones federales del 5 de julio. Con base en encuestas, los panistas locales pidieron al Comité Nacional cambiar al candidato por el distrito 5, que abarca medio Torreón más Matamoros, Viesca y parte de Parras. La designación original había recaído en la ex diputada Blanca Eppen, pero después los estrategas panista se dieron cuenta de que el también ex diputado y actual delegado de la Procuraduría Agraria en Coahuila, Néstor Villarreal, estaba mejor posicionado, por lo que se pidió el cambio, a lo que los jefazos del partido en la Ciudad de México habrían accedido. Como premio de consolación, doña Blanca será colocada en la lista de “pluris” a ver si alcanza a llegar como lo hizo la vez pasada que cobró en San Lázaro. El cambio obedece a que a don Néstor lo conocen mejor en ese distrito pues ya fue diputado allá por el 2000 cuando llegó a la Cámara montado en la ola de Vicente Fox. Los blanquiazules creen que esa experiencia, sumada a su gestión en la Procu Agraria, le daría mejor conocimiento del terreno de juego, que tiene un fuerte componente rural. En el PAN pensaron que esa es su mejor carta para enfrentar a Miguel Ángel Riquelme, quien ya quedó amarrado por el PRI, de ahí que hayan reculado (así se dice) en la designación de doña Blanca, quien ahora le rezará a la Virgen de Guadalupe para agarrar lugar de “pluri”.
■■■■■■■■■■ ¿Sabrá algo el ex alcalde de Gómez Palacio y candidato del PRI a diputado Ricardo Rebollo sobre las elecciones de julio? Está difícil explicar por qué don Ricardo pidió licencia definitiva a la alcaldía, a menos que esté bastante seguro de su triunfo el 5 de julio, porque nadie en su sano juicio se avienta a quedarse sin hueso así nomás, cuando ya lo estaba royendo muy feliz. Obviamente, la licencia del recién ungido candidato fue aprobada sin mayor trámite (faltaba más) por la mayoría del PRI en el Cabildo, debidamente aleccionada desde Durango, donde también procedieron a “enfermar” a Fermín Cuéllar, quien debió ser el reemplazo de don Ricardo. Al menos así lo contempla la ley en la figura del “alcalde suplente”, pero cuando llegó el momento de definir al nuevo alcalde de Gómez Palacio, apareció una carta de don Fermín señalando que no podía asumir el cargo por motivos de salud. Ahora tocará al dedo del gober Ismael Hernández Deras (perdón, al Congreso del Estado) nombrar al reemplazo definitivo de don Ricardo, pero desde ahora los subagentes anticipan que el alcalde provisional Mario Calderón se mantendrá como el agraciado. La maniobra ya se veía venir, pues don Fermín no es de todas las confianzas de don Ricardo, quien necesita a una de sus piezas en la alcaldía para que le ayude en la campaña.
■■■■■■■■■■ Algo que deben aprender las administraciones estatales y municipales, aunque quizá nunca lo aprendan, es a no presumir algo si no tienen qué enseñar. Se ha vuelto recurrente que la publicidad gubernamental anuncie con bombo y platillo obras que apenas se están construyendo y que, llegado el plazo prometido están sin terminar, por lo que los funcionarios deben echar mano de eufemismos para tapar la ineficiencia. Eufemismos como los “detallitos” que usó el alcalde José Ángel Pérez como escudo contra las críticas porque los módulos del Centro Histórico para reubicar ambulantes no estaban terminados en el plazo indicado. Y no eran “detallitos” como echar una mano de pintura o conectar unos cables, sino que todavía ni siquiera se instalaban los módulos. Algo se olía cuando el vicealcalde RodolfoWalss empezó a mover la fecha de reubicación con la esperanza de que la obra se terminara a tiempo. Otro que salió dado a los eufemismos es el vicegober Eduardo Olmos, quien usó los conceptos de “trabajos complementarios” y “convenios ampliatorios” para justificar por qué los “puentes de la Gente” que se construyen en la carretera Torreón-Matamoros no fueron terminados en la fecha en que se dijo. Los retrasos pudieran ser justificables dados los imprevistos que van surgiendo, pero cuando la publicidad del Gobierno del Estado o de la Administración municipal machaca sin cesar que “imaginaron y cumplieron” o que “están transformando Torreón”, resultan una burla.
■■■■■■■■■■ El pésimo estado de los semáforos en la ciudad sigue siendo el “coco” de los muchachos que comanda Alfonso Chavira en Ingeniería de Tránsito. No acaban de arreglar la sincronización en una vialidad cuando ya se les descompuso en otra. Las fallas son evidentes sobre todo en arterias como los bulevares Independencia y Constitución, la Diagonal Reforma. Es claro el poco interés por intentar mejorar el flujo vehicular y la ausencia de proyectos para acomodar el creciente tráfico. Porque de nada sirve presumir puentes y avenidas cuando no se hacen proyectos integrales. Ya se había comentado que la inversión realizada en las cámaras de los cruceros ha servido solamente a seguridad pública (y, si a ésas vamos, tampoco ha servido mucho), por lo que es urgente que la Administración se ponga las pilas en este departamento.