Senadores del PAN de Coahuila y Durango se enfrascaron en una guerra de dimes y diretes con los gobernadores priistas de ambos estados a raíz del reporte de la Auditoría Superior de la Federación que regaña a los estados por gastar sólo parte de los fondos para seguridad durante 2007. Según los equipos de Humberto Moreira e Ismael Hernández Deras, la culpa fue de la Federación por la lentitud con que se enviaban esos recursos, lo que no les habría dato tiempo de licitar y asignar el dinero. Lo curioso es que la Auditoría no habló de irregularidades sino de subejercicio, y algunos en Coahuila y Durango reaccionaron como si les hubieran recordado a sus mamás.
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Además, los que no se aguantaron las ganas de entrarle al tema fueron los senadores panistas de Coahuila, Guillermo Anaya, y de Durango, Rodolfo Dorador, quienes acusaron a sus respectivos gobernadores de incongruentes porque ahí andan reclamando la falta de apoyo del Gobierno Federal y luego no gastan lo que les envían. Por ahí se comenta que los estrategas del PAN han visto en este tema un buen punto de entrada para hablar de la inseguridad en las próximas elecciones, algo que no querían ni contemplar por temor a que la culpa por la creciente violencia se le cargue al Gobierno de Felipe Calderón. Pero viendo que los gobernadores del tricolor no le han movido mucho de su lado, los blanquiazules ya tienen su bandera. Los del PRI, por su parte, no dejarán de machacar que la culpa de todo esto la tiene don Felipe, así que, como suele suceder en las elecciones, vendrán puras habladurías sin que se solucione nada.
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Regresando de las vacaciones de Semana Santa, los curulecos del Congreso de Coahuila le entrarán al tema del crédito por 270 millones de devaluados pesillos que pidió la Administración del alcalde José Ángel Pérez para acabar su cuatrienio sin apuros (o, más bien, para heredar el apuro al que sigue). Los legisladores del PRI todavía no están muy convencidos de aprobar la solicitud, debido a que afirman que el Alcalde no ha argumentado bien para qué quiere ese dinero y crecen las sospechas de que, sin haber anunciado una obra que valga esa cantidad, el dinero lo pretenda usar para tapar agujeros que su gente hizo en los pasados tres años. Ya hasta el primer regidor, Pedro Ávila, salió con que se le hace demasiada “lana”. Claro que los curulecos no necesitarán mucho convencimiento, solamente que el gober Humberto Moreira les indique cómo deben votar, de ahí que el futuro del crédito deba leerse más bien en las intenciones de don Humberto: si quiere ayudar al Alcalde o si de plano lo va a dejar a que se rasque con sus propias uñas. Si bien en la Secretaría de Finanzas que comanda Javier Villarreal no veían con buenos ojos la solicitud pues impactaría negativamente en la calificación de crédito del Estado, la moneda todavía está en el aire. Para tomar la decisión, nuestros subagentes reportan que el Congreso local se aventará un estudio sobre la capacidad que tendría el Municipio de pagar esa deuda y por ahí se comenta también que podría ordenarse una auditoría, la cual promete poner sabrosa la batalla electoral por la alcaldía.
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Nuestros subagentes que deambulan las asaltadas sucursales bancarias de la ciudad comentan que los agentes de la Policía Preventiva Estatal se andan pasando de prepotentes con el pretexto de la vigilancia. Varias personas han reportado abusos verbales de parte de los agentes que se estacionan a sus anchas bloqueando automóviles y cuando les piden que muevan sus unidades contestan a los clientes con cajas destempladas. La PPE, como se recordará, quedó recientemente al mando de la flamante Fiscalía General del Estado, de ahí que los muchachos del fiscal Jesús Torres Charles y el delegado Fernando Olivas tengan un buen trabajo por delante buscando mejorar la imagen de la Policía, que ha intensificado su presencia en Torreón a raíz de los operativos de seguridad para bajar incidencia de robos. Si de por sí pocos tienen en buen concepto a la Policía, con actitudes de esos agentes, menos.
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Los curulecos del PAN regresaron la semana pasada, justo a tiempo para irse de vacaciones, de un viajecito por Campeche, donde se reunieron los legisladores panistas. El líder de esa fracción en el Congreso, Mario Dávila, consiguió para Coahuila la sede de la siguiente reunión, en septiembre, lo cual al menos servirá para que los diputados no gasten en otro viaje. Por cierto, en esa fracción el que nomás no da color es el neopanista Miguel Batarse, quien fue metido en la elección quién sabe con qué propósito. Nuestros subagentes reportan que a don Miguel ya le dicen “el becario”. ¿Por qué será?
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Pasando al mundo de la cultura, en el Museo Regional de La Laguna andan molestos con el Municipio porque no están cumpliendo con la totalidad del apoyo financiero que se les prometió hace un año. En abril de 2008 el Cabildo acordó en sesión otorgar un apoyo de 20 mil pesillos al mes al museo (algo es algo), pero los mismos subagentes apuntan que la Dirección Municipal de Cultura sólo les está mandando 15 mil y los otros quedan bailando. El caso es que, reportan nuestros subagentes, los regidores panistas Laura Muñoz e Iván García Colmenero, miembros de la Comisión de Cultura, fueron con el secretario del Ayuntamiento, Gerardo Puente para que les explicara por qué la directora de Cultura, Gabriela Nava, estaba modificando el convenio aprobado en Cabildo. Don Gerardo replicó que la funcionaria tenía autoridad para hacerlo. Pero cuando los regidores le explicaron al secretario que eso no era cierto, éste tronó con un desplante tipo “El Estado soy yo” de Luis XIV y declaró que él tenía más autoridad que el Cabildo. Obviamente los regidores se quedaron enchiladísimos y, como no ha sido el único exabrupto de don Gera, por ahí se dice que ya buscan regalarle al funcionario un curso intensivo de leyes para que le entre en la cabeza que el Cabildo es la máxima autoridad municipal.
