Nuestros subagentes disfrazados de intelectuales cuentan que si al vice gobernador Eduardo Olmos o al joven Antonio Juan Marcos se les "cayera'' la aspiración, o les retiraran la bendición que se reparten desde el Palacio Rosa en sus intenciones de llegar a la alcaldía de Torreón, el ungido podría ser el diputado local y jefazo del PRI, Salvador Hernández Vélez, hombre de todas las confianzas y operador político del "Big Brother", Rubén Moreira. Don Salvador dice que no, pero algunos aseguran que "se le mueve la patita izquierda" por ser el "caballo negro" en esta carrera.
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Por lo pronto, muchos grillos aseguran que la apuesta es dividir a los otros dos “ponnys” para que se enfrenten y se piquen los ojos aunque a la vista de todos sonrían, se saluden y hasta se tomen fotos juntos como ocurrió en el reciente acto de entrega de escrituras en el bastión priista de Zaragoza Sur donde las máscaras de la “unidad” salieron a relucir.
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Quién sabe si ganen, pero al menos en el arranque de campañas los candidatos a diputados del PAN ya lograron un milagro. Para aquellos que aún dudan de que existan estas manifestaciones divinas, les diremos que nuestros subagentes vieron algo que los dejó pasmados: ¡nada menos que a los acérrimos grupos de Don José Ángel Pérez y Don Memo Anaya, juntitos! En una esquina estaban el dinosaurio (porque en el PAN también hay parque jurásico), Juan Antonio García Villa, Manuel Villegas, Carlos Bracho, Néstor Villarreal y el súper alcalde. En el bando contrario, el Primer Compadre acompañaba al calefacto Luis Gurza, seguido por Jesús de León, José Miguel Batarse y hasta Jesús Flores Morfín. Todos ellos para dar el banderazo de salida a la inauguración de la casa de campaña en el inicio de la carrera a la elección del 5 de julio. Aquí la pregunta es si les alcanzará este arranque de unidad para no salir tan “goleados” en las próximas elecciones, o si tendrán que solicitar la intervención de la Virgen de Guadalupe.
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Para los que creían que los regidores de Gómez Palacio nunca debatían en las sesiones de Cabildo, una gran sorpresota se llevaron en la sesión del pasado jueves cuando la hicieron “a puerta cerrada” por el brote de influenza, aunque en dicha reunión sólo el alcalde Mario Calderón, traía cubrebocas. Cuentan nuestros subagentes disfrazados de ceniceros, que la nota la dieron las regidoras María del Carmen Ávalos del PAN y Anabel Fernández del PRI y no por que sostuvieran un alto debate de ideas sobre la seguridad pública o por las obras que tanto se han pregonado en la Administración y las cuales no han iniciado o concluido, vaya, ni siquiera era por el inicio de la campaña. El tema que hizo estallar a las señoras y por el cual casi se anuncia una lucha estelar de cabellera contra cabellera entre rudas y técnicas, fue la diferencia en la repartición de bolos para el Día del Niño, con el cual los regidores “se paran el cuello”. Y es que a los priistas les dieron poco más de quinientas bolsitas de dulces mientras que a los panistas menos de la mitad. La regidora priista reclamó a la panista que “acosara” a su asistente con ese tema y que le pedía no volverlo a hacer, las señoras se llamaron entre sí entrometidas, faltistas, y bueno... hasta criticaron su apariencia física al salir de la sesión. Antes de esto los regidores que se distinguen por nunca opinar sobre ningún tema, rogaron a Dios y a Calderón (el alcalde de Gómez), que terminara el pleito “de vecindad” y pidieron a la subsecretaria del Ayuntamiento “omitir” el penoso debate, es decir, no transcribirlo en el acta de Cabildo correspondiente a la cual tiene acceso la ciudadanía.
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Algunos rumores se escuchan en el sentido de que el Gobierno de la Gente anda batallando para estirar el dinero en estos tiempos de crisis y poder cumplir con todos los compromisos de obra anunciados. Dicen los bien enterados que la Secretaría de Finanzas, está lista para empezar a hacer efectivo el crédito por tres mil quinientos millones de pesillos autorizado por el Congreso del Estado. Algunas voces malintencionadas, de esas que nunca faltan, aseguran que las cosas andan tan mal que probablemente se suspendan algunas de las obras que había anunciado el gobernador Humberto Moreira para este año. Lo más peligroso sería las condiciones de endeudamiento en que se dejaría a la entidad, si es que finalmente se cumplen esas malas profecías.
