La balconeada que le dio el ex presidente Miguel de la Madrid a su sucesor, Carlos Salinas de Gortari, traerá un impacto electoral que, si bien aún no se puede medir, ya se da por sentado. En Coahuila y particularmente en Torreón donde están a punto de perder su dominio electoral, los panistas ya se frotan las manos para idear la manera de resaltar el vínculo que tiene don Carlos con el gober Humberto Moreira. Como se sabe, el ex presidente fue testigo en la boda del gober y se ha paseado por Coahuila en varias ocasiones. Algunos panistas, como el senador y primer compadre, Guillermo Anaya, ya brincaron con sus opiniones. Pero si los blanquiazules van más a fondo con una táctica que destaque al salinismo, lo más probable es que se desarrolle en el plano de la "guerra sucia" y no en la propaganda formal, pues con eso de que los partidos andan con la piel muy delicada, el IFE la tumbaría. A los panistas les ha funcionado esa táctica y en unos meses han puesto a muchos electores a pensar si sería bueno que el otrora invencible recupere la mayoría en la Cámara de Diputados. Obviamente, los tricolores tienen su propia estrategia.
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Nuestros subagentes entre las huestes priistas de la peronera capital reportan que podría haber un contraataque del PRI señalando los vínculos de donCarlitos con el “Jefe” Diego Fernández de Cevallos y otros connotados panistas. A pesar de que el golpe cayó duro, no hay mayor intención de poner distancia, con eso de que el ex presidente sigue siendo un factor de poder importante en el tricolor y mientras ello ocurra, “la manada acudirá a donde esté el pasto”.
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Mientras tanto, en esto de las elecciones, los panistas también buscan sacar provecho de la presencia de sus pesos pesados en la Comarca Lagunera. Tras la visita el martes del presidente Felipe Calderón, se dejó venir la ex secretaria de Educación Pública y actual candidata a diputada plurinominal, Josefina Vázquez Mota. Por aquello de las restricciones aplicadas por la influenza, doña Josefina no pudo tener un mitin partidista para que luciera su presencia, no fuera a ser que saliera algún contagiado, por lo que se dedicó a hacer rondas en medios de comunicación y a enterarse del panorama que vive el blanquiazul en la región. La candidata, quien suena para encabezar la fracción panista en la Cámara de Diputados, traía un séquito de unos veinte panistas locales encabezados por el senador Guillermo Anaya, el diputado Jesús de León y los dos candidatos a la Cámara, Luis Gurza y Néstor Villarreal, y sostuvo varias conversaciones con cuadros partidistas, primero en un popular restaurante de grillos y luego en casa de don Memo. Nuestros subagentes destacaron la deferencia mostrada por el compadre Memo y don Chuy, porque saben que hay que estar bien con doña Josefina que es cuatacha del Presidente y, mujer al fin, no vaya a ser que les “haga mosca” con el “Preciso” si no la tratan muy bien.
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La visita relámpago de Felipe Calderón el martes pasado, dejó algunos ecos que documentaron el pesimismo de muchos frente a la actual situación del país. No sólo fue que la visita estuvo bastante desorganizada, con varios cambios de agenda de última hora, lo que hizo dudar de la capacidad del equipo de la Presidencia. Nuestros subagentes comentan que en la reunión privada con empresarios, don Felipe les mostró un panorama desalentador, pues si bien insiste en que lo peor ha pasado, sí advirtió que el futuro cercano será bastante difícil para los sectores productivos del país, mientras que el Gobierno resentirá una fuerte caída de ingresos. En cuanto a la seguridad, don Felipe no dio mucha luz sobre cuál es la estrategia del Gobierno Federal para combatir el crimen en La Laguna, fuera de prometer que seguirá la presencia de fuerzas federales. Por cierto que el despliegue de policías federales y soldados fue recordatorio de que la cosa pinta fea; pero si en Torreón se pensó que el despliegue era impresionante, en Durango estuvo peor, pues ya se sabe que allá la cosa está que “temor diera”. Además, había que garantizar que don Felipe no se topara con “El Chapo” Guzmán, de quien voces respetables dicen que vive por aquellos lares.
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El que está citado hoy en las oficinas del Instituto Federal Electoral en la capirucha del esmog es el candidato del PRI a diputado federal por Gómez Palacio, Ricardo Rebollo, quien fue llamado a defenderse de la acusación del PAN en el sentido de que usó recursos de la presidencia municipal para hacer precampaña. Como se recordará, en abril pasado funcionarios municipales repartieron calcomanías con propaganda del Ayuntamiento, pero usando la identidad gráfica (la “O” naranja y la palabra “Vamos”) que ha caracterizado las campañas del aspirino tricolor. Junto a don Ricardo están citados representantes del PRI y del Municipio, así como del PAN. Hasta ahora el IFE mantiene que hay una “probable transgresión a la normatividad electoral” por parte del candidato. Al parecer, don Ricardo no se presentará sino que mandará a un apoderado para que explique cómo está la cosa, aunque el “tiro” se lo va a tener que aventar el representante del Ayuntamiento, pues según las huestes del candidato, la bronca fue del Municipio, no de ellos. Pero el candidato, quien iba montado en una ola de popularidad que era ayudada por los líos internos de los panistas, ya se compró una bronca gratis con el IFE, que se ha puesto muy duro al investigar y castigar violaciones a la ley electoral. Nuestros subagentes comentan que el ex alcalde de Gómez Palacio entró en esa bronca por cortesía del superasesor Jorge Torres, quien busca basar la campaña en la identificación del candidato con su gestión como alcalde. Si bien los tricolores habían desestimado la acusación como un acto de desesperación panista, la maniobra de los blanquiazules ya cuajó al menos para hacerle pasar un mal rato a don Ricardo.
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Nuestros subagentes en la Policía de Torreón reportan que en la investigación de más de trescientos policías suspendidos por no tomar la prueba antidoping, al menos veinte de esos elementos ya están prácticamente fuera de la corporación. La mala noticia es que unos cincuenta agentes podrían regresar a las filas de la Policía, pues hasta ahora no se les ha encontrado una falta grave. Se comenta que la investigación no sólo comprende el consumo de droga por parte de los agentes, sino también su responsabilidad en la desactivación de los dispositivos GPS que ubican a las patrullas y que habrían sido inhabilitados por ellos para que nadie sepa por dónde andan y poder “trabajar” por su cuenta cómodamente. El paquete para el jefazo Karlo Castillo está pesado, pues no sólo tiene trescientos elementos menos, sino que ese número no representa ni de cerca la cantidad de malos elementos en la corporación, pues los reportes de abusos policiacos, como secuestro, extorsión o robo, continúan sin freno. El problema ante la actuación de muchos agentes, es que los ciudadanos no le han perdido el temor a la Policía y crece la impresión de que si un agente para a un ciudadano en la calle, lo más probable es que sea para cometer un delito, aunque cabe aclarar que en la corporación quedan honrosas excepciones.
