Esperando que alguien les reconozca su plan para salvar el Centro Histórico, funcionarios municipales han estado enviando a varias organizaciones desplegados con la sugerencia de que los publiquen para agradecer al alcalde José Ángel Pérez que haya transformado la ciudad con el proyecto. El problema es que todavía no hay una impresión concreta sobre el resultado de la reubicación de los ambulantes, movida que, por cierto, está en peligro de "hacer agua" por la amenaza de algunos vendedores de regresar a las banquetas si no se les definen sus concesiones. Ante la ausencia de un reglamento, la falta de proyecto para estacionamiento y visto el descaro con que algunos vendedores sólo mudaron su tiradero a los nuevos paseos comerciales, como que aún es temprano adelantar juicios y concluir si realmente "se transformó" Torreón.
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Para empeorar las cosas, se abrió un nuevo frente entre los comerciantes de la zona afectada del Centro, que están furiosos porque les ha bajado más la clientela. El problema es que ahora protestan a toro pasado, pues la remodelación ya está casi terminada y si antes no pudieron echar atrás el proyecto, menos ahora. Dicen nuestros subagentes que dichos comerciantes están muy enojados con la Cámara de Comercio y en particular su presidente, Félix Pérez Murillo, a quien tachan de “vocero” de don José Ángel. Así que todavía nadie puede cantar victoria.
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Tras la trágica muerte del reportero Eliseo Barrón, los políticos locales tenían una oportunidad de oro para optar por callarse la boca, pero fieles a su costumbre de hacer pronunciamientos grandilocuentes, algunos no aguantaron la tentación sin reparar en las contradicciones o el cinismo. Abrió fuego el gober de Durango, Ismael Hernández Deras, quien dijo que en ese estado está “garantizada” la libertad de expresión, sin tomar en cuenta que en las últimas semanas dos reporteros han sido asesinados en su entidad. Don Ismael dijo que no había “persecución” contra la prensa, pero eso será sólo en su Gobierno, porque fuera de él las cosas son muy distintas. Para colmo del descaro, algunos candidatos a diputados federales en La Laguna quisieron agarrar la liana y declarar, como salvadores de la Patria, que había que impulsar leyes que endurecieran los castigos por el asesinato de periodistas, sin reparar que esas leyes ¡ya existen! Los diputados y senadores que aprobaron precisamente esas leyes también estaban tan consternados que guardaron un minuto de silencio en memoria del reportero muerto, pero no se les vio mover un dedo por buscar la aplicación de las mismas y que han servido para maldita la cosa.
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El que anda picando piedra muy duro porque a fuerzas quiere un debate, es el candidato del PAN en el distrito 6, Luis Gurza, por lo que anda persiguiendo a su rival tricolor, Héctor Fernández Aguirre, para retarlo a un encuentro sin que el priista se haya dado por enterado. Nuestros subagentes comentan que don Héctor no tiene intención de entrarle a un debate y hasta ahora se ha hecho “pato”. En cuanto a los que está organizando el Instituto Federal Electoral, no ha dicho ni sí ni no, sino todo lo contrario, pero a final de cuentas si tiene que ir no habrá tanto problema, porque esos “debates” los rellenan los candidatos de los partidos “patito” y no hay espacio para la confrontación de ideas. Lo que sí lo metería en un aprieto es un encuentro directo con sólo el rival panista. Mientras tanto, don Luis espera que la negativa de su rival lo beneficie entre los electores, aunque dicen que le ha bajado algo el tono pues su jefazo, el líder nacional del PAN, Germán Martínez, acaba de declarar que los que piden debate son los que andan abajo en las encuestas. Por eso tampoco debe mostrarse muy desesperado por lograrlo.
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El empresario Alejandro Gurza ha traído la lengua desatada últimamente. Se recordará la reciente visita del presidente Felipe Calderón donde soltó algunos dardos verbales contra el autoritarismo de los gobernadores, teniendo al de Coahuila enfrente. Pues resulta que en la conferencia que dictó la politóloga Denise Dresser el jueves pasado, don Alejandro agarró el micrófono para deplorar el movimiento que plantea anular el voto en las próximas elecciones como forma de protesta y en cambio invitó a los presentes, que eran empresarios, estudiantes, profesionistas y otros “especímenes” de la “sociedad civil” a votar por el PAN para darle la mayoría a don Felipe. La rechifla que siguió a sus declaraciones sacó de onda al empresario, quien acto seguido enderezó sus baterías contra el gober Humberto Moreira, afirmando que lo había acusado de corrupción. Doña Denise se encargó de enderezarle la plana asegurando que ni siquiera un voto por el PAN era garantía de cambio, pues en lugar de haber cambiado el sistema, el PAN “se aprovechó de él”, por lo que el cambio debía ser más profundo. A raíz de eso se armó la polémica que le puso algo de sabor al caldo político y sirvió al menos para aclarar el panorama y dejar en claro que ninguna de las opciones disponibles a los ciudadanos realmente ha demostrado tener sustancia o darles al menos algo de esperanza.
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Nuestros subagentes en los camiones de basura reportan que, luego de meses de indecisión, los funcionarios encargados de evaluar la renovación del servicio de limpieza, donde el contrato que ahora tiene PASA vence en agosto de este año, van a recomendar abrir una nueva licitación para una concesión a siete años y medio. La comisión, integrada por el secretario del Ayuntamiento, Gerardo Puente, la directora de Medio Ambiente, Susana Estens, y el director de Servicios Públicos, Heriberto Martínez, se inclinan por esta opción a raíz de señalamientos contra una empresa filial de PASA que opera en el Sureste del país, sobre la cual advirtió la Secretaría de la Función Pública en una circular a dependencias federales y estatales, en la que señala que deben abstenerse de celebrar contratos con ella. Las sospechas sobre esa empresa habrían permeado en la percepción que tienen en el Municipio sobre PASA en Torreón, lo cual encendió focos rojos. Sin embargo, la principal resistencia a una licitación viene del alcalde José Ángel Pérez, quien ve con buenos ojos la propuesta de PASA y, según los subagentes, es de la idea que un concurso abierto acarrearía problemas políticos, que es lo último que necesita ahora. A estas alturas, la renovación del contrato es una “papa caliente” que nadie quiere, pero una tercera opción, que sería darle a PASA una prórroga hasta el año que entra y dejarle el paquete a la siguiente Administración, también traería muchas broncas. El anuncio se espera para los próximos días, a menos que el Municipio decida tomarse más tiempo, aún cuando ya han retrasado la decisión un año, pues fue a estas alturas de 2008 cuando se suponía que iban a definir si renovaban a PASA o abrían nueva licitación, para evitar meter este asunto a la época electoral. Pero como a los funcionarios de Torreón les gusta tomarse su tiempo, ya se metieron en camisa de once varas y a ver con qué salen ahora.
