En los últimos días varios de nuestros subagentes reportan haber recibido llamadas de encuestadores a nombre de algo que se llama "consulta ciudadana" para medir la opinión de los torreonenses sobre la gestión del alcalde José Ángel Pérez. Los encuestadores piden la opinión sobre la administración municipal, pero el detalle está en que junto con la pregunta, se enumera una lista de "logros" del alcalde, como el rescate del Centro, la modernización del transporte o varias obras viales, lo cual termina de moldear la opinión del entrevistado. De esta forma, la encuesta resulta "dirigida" y, por lo tanto, con un pobre reflejo de la verdadera opinión pública.
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Nuestros subagentes aseguran que el sondeo fue encargado por el propio Municipio y reportan el rumor de que la firma encuestadora es Gabinete de Comunicación Estratégica, con sede en la capirucha del esmog y donde uno de los socios principales es Federico Berrueto, cuñado del alcalde. Don José Ángel ya se deslindó del sondeo y dijo que no sabe quién lo encargó. La cuestión es que GCI no cobra barato, por lo que hay que preguntarse quién está pagando para recoger las opiniones sobre la administración municipal.
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El operativo para detectar autos robados, montado con gran despliegue por las policías de Coahuila y Torreón, no ha podido frenar la ola de robos de vehículos que se desató en la Comarca Lagunera. Los puntos de revisión en la ciudad han sido intermitentes, pero las cifras indican que los malandros no se rajan. Algunas veces lo más que consiguen lo operativos es compensar, como sucedió un día en que los policías recuperaron cinco autos pero en el mismo día hubo cinco robos. En otras ocasiones queda demostrada la nula efectividad, como sucedió esta semana, cuando al día siguiente de que se montaron cinco puntos de revisión, hubo siete robos de vehículos. Lo curioso es que el operativo se ha limitado a verificar al azar a los conductores y sus vehículos, pero nada se hace para controlar los cientos de automóviles que circulan sin placas o con vidrios polarizados, fachadas socorridas por los delincuentes.
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Las declaraciones que integrantes de una banda de secuestradores que operó en Torreón el año pasado dieron a las autoridades de Querétaro, donde ahora están encarcelados, revelan el “valor” de la plaza lagunera para la industria del secuestro. Según el cabecilla de “La Familia de Ciudad Juárez” (nada que ver con la de Michoacán), la banda empezó a hacer travesuras en Chihuahua, primero en el tráfico de drogas y luego en el secuestro, pero a raíz de las pugnas entre grupos criminales decidieron emigrar. El cabecilla Valentín Sáenz relató que buscaron asentarse en Coahuila. Algo habrán sabido sobre la impunidad con que acá operaban los secuestradores, pues la movida resultó redituable: la “Familia de Juárez” encabezada en La Laguna por Samuel Sáenz, hermano de Valentín, llegó entre 2007 y 2008 justo cuando se desataba una ola de secuestros en la región y la reacción de las autoridades estaba desarticulada a raíz de la embestida de grupos del crimen organizado. Amparados en esta impunidad, los juarenses habrían cometido hasta 20 plagios, aunque sólo dos han sido denunciados. Cuando once miembros de la banda fueron atrapados el año pasado, el resto corrió a Querétaro donde buscaron continuar el negocio. Los muchachos del Fiscal Jesús Torres Charles deben estar contentos porque las autoridades de Querétaro les resolvieron la detención de los miembros de la banda que se les habían escapado. Pero el problema es que si bien la ola de secuestros se ha frenado, no se ha detenido del todo y los delincuentes operan todavía con la impresión de que no los van a agarrar.
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Duro revés sufrió el alcalde José Ángel Pérez con la negativa del Consejo Directivo del Simas para que la empresa paramunicipal busque un crédito por 85 millones de pesillos para remediar su pobre situación financiera. Don José Ángel y el director del Simas, Alberto Díaz de León, se empeñaron en buscar el crédito a pesar de que durante meses los miembros del consejo afirmaban que la empresa estaba mal administrada y había “inflado” la nómina a instancias del ex regidor, ahora diputado local y presidente del PAN municipal, Manuel Villegas, para meter ahí a cuates y familiares que sirvieran de operadores electorales del blanquiazul (aunque no sirvieron para nada). El deterioro financiero de la empresa ocurrió a la vista de todos y sin ningún intento de detenerlo por parte de don Alberto o el contralor de Simas y ex entrenador de tenis, Petar Petrov. Según los consejeros, primero se deben recortar los gastos innecesarios que tiene la empresa y eficientar el manejo de los recursos. Nuestros subagentes comentan que el primer regidor, Pedro Ávila, estaba preparado para revelar algunos detallitos sobre la administración del Simas, pero se le trabó la lengua luego de una reunión con el Alcalde, y ya no dijo nada. ¿Lo habrán regañado?
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El jueves pasado se hizo efectiva la solicitud de licencia que hizo el diputado por Saltillo, Jericó Abramo Masso, quien ya se desató en la grilla para la candidatura a la alcaldía de la peronera capital. El 15 de julio, mes y medio antes de que deje de cobrar en el Congreso, don Jericó envió una amable cartita a la Comisión Permanente para que le den permiso de separarse del cargo a partir del día 23. Esta es la señal más clara de que el “diputado de la gente” buscará la alcaldía de Saltillo, pues está claro que la licencia no la pide sin la anuencia del gober Humberto Moreira y el hermano cómodo Rubén. En Torreón las cosas siguen sin definición entre los dos vicegobernadores Eduardo Olmos y Antonio Juan Marcos, pero en otros lugares de Coahuila el gober enfrenta hasta 10 aspirinos a la alcaldía por cada municipio. Los subagentes reportan que en los eventos que tiene, cada suspirante se le acerca para hacerle saber que es “el bueno”. Buscando que no se aceleren tanto, a don Humberto le ha dado por advertirles que “ya no hay dinero” y que no esperen que la alcaldía la tendrían fácil, a ver si así logra depurar la lista. Al parecer no ha tenido éxito, pues los precandidatos siguen insistiendo bajo la consigna de que “de lo perdido, lo que aparezca”.
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Finalmente ocurrió el cambio en la Secretaría de Protección y Vialidad de Gómez Palacio, donde el anterior titular, Horacio Ramírez, se ausentó durante un mes según esto por problemas de salud y luego de plano renunció. El sustituto, Víctor Cordero, era el segundo de a bordo de don Horacio y según nuestros subagentes, tiene fuertes ligas con los altos mandos militares. De hecho se comenta que don Víctor llegó a la policía de Gómez en 2007 recomendado por el entonces jefe de la XI Región Militar, el General Jorge Juárez Loera. Al parecer, el padre de don Víctor es un oficial del ejército cercano al general Juárez, quien ahora es oficial mayor de la Secretaría de la Defensa Nacional. A ver si esos contactos sirven de algo.
