En los mensajes, don Lalo enfrenta acusaciones que van desde señalamientos sobre el negocio familiar de las gasolineras, que han sido la tónica de cada elección en la que ha participado desde hace seis años, hasta su tendencia de "chapulín" que brinca de puesto en puesto y el hecho de que su candidatura fue impuesta desde Saltillo. Los estrategas del PRI aseguran que la cibercampaña empezó muy temprano y que por eso podría diluirse en el mes y medio que resta al día de la elección; a menos, claro, que vaya subiendo de tono e intensidad. Por supuesto que en el PAN aseguran que no tienen nada que ver con eso, pero los mensajes les sirven de base para una estrategia tendiente a recuperar un amplio grupo de votantes que ha abandonado al blanquiazul en el último año y que podrán ganar sólo si generan un amplio rechazo al candidato tricolor por las razones antes mencionadas. El problema para el PAN es que difícilmente podrán basar su campaña en la calidad de sus gobiernos, viendo que a nivel local, pero también nacional, no traen buenos "ratings". De ahí que don Chuy vaya a importar estrategas de otras partes del país donde el PAN ha salvado desastres inminentes, aunque su asesor principal es el senador Guillermo Anaya, pues así como don Lalo es apadrinado por el hermano Rubén, el aspirino panista trae detrás al compadre Memo.
