Será porque de plano andan cortos de dinero o porque es "año de Hidalgo", pero las huestes del alcalde José Ángel Pérez están viendo cómo meterle billetes a las arcas, para lo cual han recurrido a la venta de bienes y concesiones municipales. Nuestros subagentes reportan que en la Tesorería que comanda Gerardo Martínez están angustiados porque las cuentas no les cuadran. El Ayuntamiento ya puso a la venta tramos de vialidades, que reportaron un ingreso de un millón de pesillos, y 224 licencias de alcoholes, donde esperaban juntar unos 25 millones. Sin embargo, el ingreso por las licencias de alcoholes no se materializó como se esperaba.
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Resulta que hasta la fecha sólo han entrado 13 millones a las arcas municipales, mientras que el resto está atorado porque no se integraron bien los expedientes de los titulares. Los subagentes comentan que el padrón de nuevas licencias se hizo “al vapor” y que al hacer las inspecciones se encontraron algunos casos en donde el negocio ya no existe físicamente. Con el trámite atorado, el Municipio ya está viendo otras fuentes de ingresos y una que ya se considera es la concesión de los parquímetros, cuyo estado actual es desastroso, aunque se ve difícil que esta medida pueda concretarse, pues se requieren reformas legales en el Congreso del Estado. Y la búsqueda de dinero no se detiene y en los pasillos de la presidencia municipal se comenta que la Administración cerrará otorgando más concesiones de taxis, como si no estuviera ya saturada la ciudad. Lo curioso es que los permisos, que ordinariamente cuestan unos 20 mil pesos, se venderían en 120 mil para que de veras valga la pena. Todo esto mientras el Congreso del Estado se toma su tiempo con la aprobación del crédito de 174 millones de pesos que pidió el Ayuntamiento para pagar obras y que todavía no se concreta. De ahí que el Municipio haya lanzado una gran “venta de garage” a ver de dónde saca dinero.
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Con los priistas confiados en regresar a la alcaldía de Torreón después de siete años, algunos cuadros se están moviendo con fuerza para acomodarse en una eventual Administración de Eduardo Olmos. Nuestros subagentes reportan que don Lalo anda como “sedita” con diversos grupos empresariales, profesionales, ciudadanos y culturales, prometiéndoles que tomará en cuenta sus recomendaciones para llenar los puestos de la Administración municipal. Sin embargo, por abajo del agua ya empezó la “rebatinga” por los puestos, especialmente los más jugosos, como son Obras Públicas, Desarrollo Urbano o el Simas. Para este último cargo, se comenta que dos cercanos a don Lalo ya le pusieron la mita. Uno es Mario Cepeda, hijo del líder priista del mismo nombre, que actualmente cobra de delegado de la Comisión Estatal de Aguas y Saneamiento. El otro es Lauro Villarreal, quien fue el encargado de asuntos múltiples en la vicegubernatura de Desarrollo Regional y anda pegado con don Lalo a donde va. Si bien el candidato ha prometido abrir la designación de encargados de los departamentos municipales, la tentación para poner a los cuates es grande. A ver finalmente de qué lado cabecea.
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Aunque nunca lo dirán en público, en el equipo del candidato del PAN a la presidencia municipal, Jesús de León, se comenta que su rival no es sólo Eduardo Olmos, sino también el alcalde José Ángel Pérez. Una cosa que metió ruido en la campaña de don Chuy fue el anuncio del alcalde en el sentido de que no se iba a “guardar” durante la campaña, sino que tenía planeado hacer promoción. Nuestros subagentes comentan que los jerarcas de la campaña panista enviaron un emisario con don José Ángel para pedirle de la manera más amable que parara sus cabras y no moviera mucho las aguas. Aunque la identidad del emisario no ha sido revelada, por ahí se dice que pudo haber sido el Embajador y ex alcalde Jorge Zermeño. Los subagentes sí confirmaron que don Jorge, desde España, le pidió al alcalde que reconsiderara su decisión de cerrar el parque “Las Etnias” y le acelerara a la apertura del parque “Fundadores”, cerrado desde hace un año por la avenida del Río Nazas y donde no se ha hecho ninguna reparación. Según el ex alcalde, cerrar los parques resulta una afrenta a la ciudadanía, pero al parecer sólo la primera mitad del pedido se cumplió y la otra mitad no se va a cumplir. Se comenta que don Jorge viajará a México a mediados de octubre para asistir a la reunión interparlamentaria con España y podría aprovechar el viaje para venir a Torreón a votar y ver cómo le va al panismo local.
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El que de plano no tiene idea de dónde está metido es el flamante director de Obras Públicas de Gómez Palacio, Luis Lara de la Cerda. El funcionario está tan desorientado que hasta da ternura. Como se recordará, apenas tomó posesión del cargo, don Luis declaró que ni tenía idea de cómo estaba el enredo con la construcción del puente D1. Apenas estaba estudiando el problema cuando la Secretaría de Comunicaciones y Transportes sacó la licitación para terminar la obra, pero el funcionario se enteró de eso por el periódico, pues nadie se tomó el cuidado de avisarle ni él de averiguar. El último episodio resultó cuando don Luis declaró que no había dinero para un programa de bacheo para reparar el desastroso estado del pavimento en la ciudad, y el tesorero municipal, Luis Cantú le tuvo que enmendar la plana y le mandó decir (también por el periódico) que sí hay dinero, y el oficial mayor, Víctor Morales, salió con que acababan de comprar unos 250 mil pesos de material. Sin embargo, entre desmentidos, es posible que los mismos funcionarios se hayan echado de cabeza. Y es que si bien el tesorero afirmó que en el año se han gastado 14 millones de pesos para arreglar el pavimento, no se ve dónde pudieron haberlos invertido, pues la situación de las calles gomezpalatinas es verdaderamente lastimosa. Habría qué preguntarse a dónde se fue el dinero y recordar que la mano es más rápida que la vista.
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Las autoridades de salud en Coahuila y Durango se quieren ver muy optimistas frente al embate de la influenza, pero como sucede con frecuencia, la realidad es muy necia. En Coahuila, la Secretaría de Salud ha manejado un conteo de casos en los que no han incluido los reportados por hospitales privados porque las pruebas no se realizan en el laboratorio del Gobierno Estatal. En el caso de Torreón, los casos reportados nada más por un hospital son equivalentes al total de los detectados por la Jurisdicción Sanitaria desde mayo. Esta falta de coordinación provocó que durante los cinco meses transcurridos desde el brote de influenza se haya manejado un conteo de casos menor al que realmente existía, lo que permitía a las autoridades afirmar cómodamente que en Coahuila el problema no era tan grave, a pesar de que autoridades federales ubicaban al Estado como uno de los que no estaban mostrando el panorama completo. Finalmente las autoridades se resignaron a dejar de contar los casos, ante la expansión del virus, que amenaza con agarrar fuerza para este invierno. Para verse preparados (aunque sin estarlo realmente), la Secretaría de Salud de Durango salió con que para diciembre ya tendrán las vacunas contra el virus A H1N1, lo cual resulta demasiado optimista cuando ni siquiera el Gobierno Federal se atreve a afirmar que para tal mes el país contará con vacunas, sino que se limita a manejarlo como una probabilidad, pues todavía hay un conflicto con las farmacéuticas sobre el precio. Quién sabe de dónde piensa sacar las vacunas la secretaria Patricia Herrera, o si sabe algo que el resto del país ignora.