Luego del evento que presidió la jefaza nacional del PRI, Beatriz Paredes, para darle calorcito a la campaña de Eduardo Olmos a la alcaldía, las huestes del candidato panista Jesús de León entraron el alerta roja. Resulta que a los tricolores se les pasó la mano con el acarreo y además de empacar el Coliseo Centenario con casi 10 mil personas, otras tres mil se quedaron afuera. La movilización fue evidente el domingo en la tarde con la procesión de autobuses por la autopista a San Pedro, que fue una probadita de lo que planea el PRI para mover a su gente el día de la elección. El despliegue causó preocupación en el cuartel de don Chuy (o "de la gente"), donde llevan semanas recopilando información de votantes para formar redes que los saquen a las urnas el domingo 18, pues su estructura territorial está completamente destrozada.
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Como se sabe, la movilización panista ha fracasado en las dos elecciones anteriores, y ahora buscan otra estrategia para hacerle competencia a las tácticas tradicionales del PRI que tan bien les funcionaron para engañar gente durante más de setenta años. Nuestros subagentes reportan que el modelo es el teléfono celular, al estilo de la campaña de Barack Obama, identificando el día de la elección a electores que no hayan salido a votar y llamándolos a que acudan a su casilla. Como se sabe, la campaña de don Barack perfeccionó el arte del acarreo vía celular y los panistas ven en la estrategia la única forma de derrotar la aceitada maquinaria tricolor, pues tanto encuestas como resultados de elecciones anteriores indican que el PAN tiene más posibilidad de ganar entre más gente salga a votar. A ver quién muestra más músculo.
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El cierre de la campaña por la alcaldía arranca este fin de semana, pero nuestros subagentes comentan que los candidatos van a optar por cierres pequeños y sectorizados en la ciudad en lugar de eventos grandes. Sin embargo, en el caso del PAN tienen planeado sacarle todo el jugo a la sesión del Comité Nacional que será en Torreón este 10 de octubre y a la que podrían asistir altos cuadros del partido como el senador Santiago Creel, el infaltable “Jefe” Diego Fernández de Cevallos, y hasta es posible que el ex presidente Vicente Fox, aunque esto podría ser un albur con los votantes independientes, debido a que su imagen anda medio devaluada (o devaluada y medio). Un caso similar enfrenta el PRI, porque resulta que el capo (perdón, coordinador) de los senadores del tricolor, Manlio Fabio Beltrones, quiere darse una vuelta a acompañar a su viejo compañero de curul, Eduardo Olmos. Como se recordará, siendo diputado federal don Lalo se adhirió al golpe que don Manlio orquestó en 2003 para quitarle el liderazgo de la bancada a Elba Esther Gordillo. De ahí que el sonorense quiera darle un empujoncito de cuates al candidato tricolor, aunque eso podría convertirse en un beso del diablo.
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Los que aprovecharon la visita de Beatriz Paredes a Torreón eldomingo pasado fue un grupo de priistas de Gómez Palacio, que “asaltaron” a la presidenta del tricolor en el aeropuerto para platicar sobre la sucesión en la gubernatura de Durango. Sorprendida por el comité de recepción, doña Beatriz no tuvo más remedio que citar en el hotel al grupo que era encabezado por el ex alcalde de Gómez Palacio, Octaviano Rendón. Nuestros subagentes comentan que el motivo de la plática fue la selección del candidato del PRI a la gubernatura, pues el grupo en cuestión se quejó del delegado del partido en Durango y la forma en que el proceso se encamina a un “dedazo” por parte del gober Ismael Hernández Deras. Lo curioso es que mientras el grupo platicaba con doña Beatriz, al hotel arribaba el diputado y aspirino a la gubernatura, Ricardo Rebollo. Se dice que don Octaviano y compañía están detrás de la candidatura de José Rosas Aispuru, que lleva meses intentando abrir el proceso de selección porque sabe que no tiene la más mínima posibilidad de ser elegido si hay “dedazo”. Doña Beatriz se zafó lo más rápido que pudo del grupo de quejosos, pero el problema no va a desaparecer, pues es sabido que detrás de don José está la vieja guardia del tricolor en Durango que puede dar mucha lata.
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Nuestros subagentes infiltrados en la Dirección de Seguridad Pública Municipal reportan la reciente práctica de un examen antidoping a comandantes y jefes administrativos de alto nivel, que no se quiso hacer público. La razón, se dice en los pasillos del cuartel policiaco, es que hubo varios que dieron positivo a consumo de drogas. Los subagentes reportan que entre los casos positivos están varios comandantes de sector, llamados “Lobos”, pero hasta ahora la DSPM ha preferido lavar la ropa sucia en casa y guardarse los resultados, lo cual resulta preocupante. El jefazo Karlo Castillo no ha dicho nada, pero sería conveniente que explique si hubo un examen y cuáles fueron sus resultados, para que no haya dudas entre los ciudadanos que muy justificadamente ya no creen ni en los Santos Reyes.
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Y ya que andamos en los terrenos de la Dirección de Seguridad Pública, se comenta que los días de Pedro Luis Bernal al frente de la dirección de Tránsito están contados. Pero como suele suceder, la salida no se debe a que durante su gestión al frente de Tránsito se haya distinguido por no hacer nada para abatir la corrupción en su departamento ni por mejorar los operativos viales, que siguen siendo un desastre. Más bien es porque don Pedro, quien había sido uno de los asesores más cercanos (y más duros) del alcalde José Ángel Pérez, tuvo hace poco una pelea con el jefe. Nuestros subagentes no pudieron averiguar por qué fue el pleito, pero se dice que don Pedro andaba pateando el pesebre y perdió la protección del Alcalde, quien prepara su remoción para después de las elecciones. Al enterarse de esto, funcionarios de seguridad pública respiraron aliviados y comentaron que no les quitarían una piedrita en el zapato, sino una roca.
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El alcalde de Ramos Arizpe, Ricardo Aguirre, la pasó mal el fin de semana pasado, cuando fue arrestado en el municipio de Santa Catarina, Nuevo León, porque el auto en el que iba, que manejaba su secretario particular, fue detenido por policías municipales por exceso de velocidad. Una inspección reveló que el secretario, Horacio Rábago, iba en estado de felicidad etílica. La cosa no paró ahí, pues el Alcalde, quien según el reporte médico iba completamente ebrio, buscó protegerse con el típico “charolazo” y empezó a insultar a los policías. Tanto él como el secretario, fueron enviados al tribunal municipal, pero al parecer ahí sí sirvió la “charola”, pues el juez buscó protegerlos de los medios de comunicación y les dio la libertad pocas horas después, cuando ya el edil pudo caminar sin ayuda. Don Ricardo, quien pertenece al PAN, pero parece del PRI por su cercanía con el “Gobierno de la Gente”, optó por negarlo todo a pesar de que los reportes policiacos daban cuenta de su comportamiento. Así que no pudo librar el embarazoso episodio y se volvió la “comidilla” de la peronera capital y es posible que con su “travieso” comportamiento, le haya negado al PAN cualquier posibilidad que tuviera de mantener el municipio en las próximas elecciones. Consejo para los candidatos: “Si tomas, no gobiernes”.
