Cumplidos los objetivos de ganar carro completo en la pasada elección federal y casi completo en los municipios, el gober Humberto Moreira y el hermano cómodo Rubén ya tienen el ojo puesto en la siguiente elección, para la gubernatura de Coahuila, que será la jugada maestra de sus carreras. Como se ha anticipado, se trata de un doble salto mortal con triple giro y sin red, una sucesión fraterna que hasta ahora nunca se ha intentado en la política mexicana. Nuestros subagentes comentan que la primera parte del plan que se fragua en la peronera capital contempla la licencia del gober Moreira durante el último trimestre de 2010.
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De esta forma, don Humberto probablemente pasaría a ocupar un cargo en el PRI nacional, quizá relacionado con la estrategia de la elección presidencial, buscando estar lo más lejos posible del Estado cuando se realice la designación del candidato del tricolor a la gubernatura. Acá, un gobernador sustituto quedaría a cargo del changarro para “destapar” a don Rubén por ahí de enero de 2011 para las elecciones de julio de ese año (y no en septiembre como tradicionalmente ha sido), ya que los nuevos calendarios electorales obligan a consolidar los comicios estatales en una misma fecha. Para la gubernatura sustituta se menciona el nombre del alcalde de Saltillo, Jorge Torres, quien se queda sin chamba en enero. Con su elección como diputado federal, don Rubén rompió el candado de los estatutos priistas que exigen cargo de elección popular para una candidatura a gobernador, de manera que el obstáculo que queda es convencer a la cúpula tricolor de aventarse el tiro de lanzar de candidato al hermano del gobernador. La carta de don Rubén sería los contundentes resultados que entregó en las últimas tres elecciones, prácticamente aniquilando al PAN, pero la resistencia del PRI podría venir de la preocupación por la imagen que tal jugada le daría al partido de cara a la elección presidencial, y en la cúpula tendrán que calcular muy bien la reacción mediática que esto provocaría. Está claro que la sucesión fraterna va a requerir de toda la habilidad política de don Humberto y don Rubén para asegurarse un proyecto transexenal de matices imperiales. Hagan sus apuestas.
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Los que ya no ven lo duro sino lo tupido es el diputado y presidente del PAN municipal, Manuel Villegas, y su esposa, la funcionaria municipal Dora Miriam Moreno. Como se ha dado a conocer, doña Dora busca aferrarse a la nómina mediante su inscripción en uno de los sindicatos de trabajadores municipales, mientras que ahora tiene que capotear acusaciones de que usó un programa de regularización de tenencia de la tierra que estaba a su cargo para evadir el pago de impuestos por un predio que compró el año pasado. Todo esto, claro, con la complacencia de don Manuel, quien hasta la fecha ha evadido dar cuentas sobre la paliza que el PAN recibió en la elección municipal. Nuestros subagentes comentan que el diputado y antes regidor consentido del alcalde José Ángel Pérez ya cayó de la gracia del edil, aunque también se dice que don José Ángel estaba enterado de las travesuras de la funcionaria sin haber hecho nada al respecto. De hecho hasta ahora no ha querido tomar cartas en el asunto Doña Dora, mientras tanto, sigue en la nómina municipal, ya dejó su puesto como directora del Registro Público del Transporte y fue exiliada a un cargo en el Museo de la Casa del Cerro, aunque sigue en la nómina, pero ni se ha aparecido en ese lugar. Por ahí se dice que la síndico priista Claudia González estaba preparada para “balconear” el intento de sindicalización de la funcionaria en la sesión de Cabildo del miércoles pasado, buscando frenar la maniobra. Sin embargo, la síndico no se apareció, al parecer por motivos personales. Sin embargo, los subagentes comentan que don Manuel le pidió al presidente del PRI municipal, Salvador Hernández Vélez, que frenara la andanada del PRI, a lo que el dirigente tricolor habría accedido. Si el presidente del PAN le pide un favor al presidente del PRI, habrá que preguntarse con qué le piensa pagar.
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El ataque que sufrió un general del Ejército en una carretera cerca de Gómez Palacio volvió a echar los reflectores sobre la anarquía que se vive en Durango, donde grupos criminales se pasean campantes por el Estado sin que la autoridad intervenga. Hasta ahora, la hipótesis más manejada es que el General Héctor Aguilar Soriano fue atacado por un grupo que intentaba robarle su camioneta cuando llegaba a Gómez Palacio procedente de Chihuahua. Lo curioso es que ya han sido varios los reportes de asaltos en esa carretera por parte de grupos armados, sin que la autoridad haya intervenido. El problema es que ahora el blanco fue un militar de alto rango, lo cual no deja nada bien parado al gober Ismael Hernández Deras. Nuestros subagentes vestidos de verde olivo comentan que en la cúpula militar crecen las dudas sobre la capacidad del gobierno de Durango para hacer frente a la ola militar y el enojo crece también porque ahora se la hicieron a uno de los suyos. Pero como son las cosas en este país, lo más probable es que no pase nada.
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Y hablando del gober de Durango, don Ismael estuvo esta semana en la Cámara de Diputados como parte del desfile de mandatarios que fueron a pedir las perlas de la Virgen en el Presupuesto federal para 2010. Viendo cómo les van a recortar las participaciones, los gobernadores se abalanzaron para llevarse la mejor tajada posible. Mientras cabildeaba su parte del presupuesto, don Ismael reiteró el apoyo al aumento del IVA a 16 por ciento, aún cuando los senadores de su partido andaban vueltos locos viendo cómo zafarse del alza aprobada por los diputados que los hizo quedar bastante mal. Obviamente para los mandatarios, el panorama es otro, pues son ellos los que necesitan los recursos. Para don Ismael el tema es de particular relevancia pues el año que entra será la elección de su sucesor, y necesita recursos para dejar a todos contentos y que su relevo salga como lo quiere.
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Ingenuamente, su 007 hizo notar el miércoles pasado el “buen tino” que había tenido el Gobierno de Coahuila de no colgarse la medalla con la próxima inauguración del Territorio Santos Modelo, en vista de que las autoridades no habían sido capaces de arreglar el entorno del nuevo estadio, en vialidades y equipamiento urbano. Aunque se señaló que tarde o temprano los mercadólogos del Gobierno Estatal caerían en la tentación, no pensamos que fuera a ser tan rápido y para el jueves ya estaban los espectaculares en los que el “Gobierno de la Gente” se adjudica el mérito por el estadio. Ya que todos hacen la caravana con sombrero ajeno, no estaría de más que ahora se pusieran a trabajar para que el TSM tenga la escenografía que se merece. Por cierto, hablando de la publicidad del Estado, la serie de anuncios con la imagen del actor Ernesto Laguardia fue desatada con furia para preparar el terreno al cuarto informe del gober Moreira. En “spots” y desplegados, don Ernesto presume las bondades de Coahuila, pero en el caso de Torreón hay un pequeño detalle. Resulta que la publicidad que promueve el Paseo del Tecnológico es ilustrada con una fotografía de la calzada Vasconcelos, parte de un par vial realizado en tiempos de Enrique Martínez y Guillermo Anaya. ¿Alguien habrá notado ese pequeño lapsus?
