El batidero en el que se ha convertido la renovación del servicio de limpieza nomás no tiene solución y por más que el alcalde José Ángel Pérez intenta darle una salida, termina enredando más las cosas. Nuestros subagentes comentan que la negociación con PASA terminó siendo provincia exclusiva del Alcalde, junto con el primer regidor, Pedro Ávila y el primer amigo, Ricardo Muñiz. De las pláticas con PASA fueron expulsados los dos funcionarios que más tienen que ver con el asunto, la directora del Medio Ambiente, Susana Estens, y el director jurídico, Carlos Gregorio Ramírez, que ya no fueron incluidos en la negociación del contrato con un descuento de tarifas.
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Esto llamó la atención, pues la dirección del Medio Ambiente debe ser forzosamente parte en el principal asunto ambiental de la ciudad, y la dirección jurídica está a cargo del litigio con PASA que continúa en el Tribunal Colegiado. Pero el Alcalde prefirió que participaran en la negociación sólo el amigo don Ricardo, que no tiene ningún puesto municipal relacionado con la limpieza, y don Pedro, quien fue el causante original de todo el embrollo al haber sido comisionado desde mediados de 2007 para hacerse cargo de la renovación del servicio y se le olvidó darle trámite a la solicitud de PASA para que le prorrogaran el contrato, lo que generó el conflicto jurídico. Luego, al llegar a un acuerdo con la empresa para renovar el servicio, el Alcalde no logró juntar la mayoría calificada en el Cabildo para que el trámite pudiera avanzar al Congreso del Estado. Al parecer la estrategia de convencimiento con los regidores del PRI, que debían aportar los votos, fue asustarlos con el petate del muerto. Se comenta que Pedro Ávila dijo a los regidores priistas que debían aprobar el acuerdo pues de lo contrario estarían en desacato del juez que ordenó la prórroga a PASA. Pero cuando los tricolores verificaron el asunto con abogados del partido, éstos les dijeron que estaban locos y que tal consecuencia era absurda. Por lo tanto, el PRI votó en contra lo que ahora obliga a don José Ángel a encontrar una justificación para salvar el acuerdo con mayoría simple de Cabildo sin necesidad de mandarlo al Congreso. Se dice que el Edil quiere que el secretario del Ayuntamiento, Gerardo Puente, firme el acuerdo de mayoría simple a pesar de que en el Congreso se lo rebotarán. Mientras no se limpie el proceso, crece la sospecha de que algunos personajes en la Presidencia Municipal ven la renovación de PASA como su “Año de Hidalgo”, mientras que los priistas quieren aplazar el asunto hasta enero para ser ellos los beneficiarios. ¿Será?
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El gober Humberto Moreira estuvo ayer en el Circo de San Lázaro (antes Cámara de Diputados) para pedir su “calaverita” o su “jalogüín”, a ver cuánto dinero le mandan los curulecos en el Presupuesto federal, con eso de que los recortes están a la orden del día. Don Humberto cayó con los diputados después de que 20 colegas ya habían ido a pedir las perlas de la Virgen y estuvo con el pastor de los diputados del PRI, Francisco Rojas, y el jefazo de la Comisión de Presupuesto, Luis Videgaray. Pero el Gober tuvo que hacer un acto de malabarismo al pedir su tajada y esperar que los diputados del PRI olviden que fue don Humberto el que metió el desorden con el aumento del IVA al ser el único gobernador que manifestó rechazo y envió a sus diputados a votar en contra. De hecho, todavía no se sacude la animadversión que le agarraron algunos gobernadores priistas, aunque luego repitió la dosis cuando los diputados avalaron el dictamen que les regresó el Senado y los nueve curulecos priistas de Coahuila votaron otra vez en contra. Ahora andan muy emocionados cantando una “victoria moral” a pesar de que la mayoría ya le recetó al sufrido pueblo el aumento del IVA y el ISR, mismos que pagará sumiso, pues “nació para callar u obedecer”, tal como lo dijo el marqués de Croix.
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El análisis del Simas sobre la caída de cobros de agua en septiembre es preocupante. Según la empresa, se dejaron de cobrar 9 millones de pesillos porque cientos de usuarios se creyeron las promesas electorales de los candidatos a la alcaldía sobre reducción de tarifas, que mejor dejaron de pagar. La cifra representa el doble del promedio mensual del rezago de Simas, por lo que “algo huele mal en Dinamarca”. Nuestros subagentes reportan que por una parte trabajadores de la empresa se hicieron “patos” con los cortes de agua a usuarios morosos en un intento por favorecer al PAN, mientras que en otros casos fueron líderes priistas los que sugirieron a usuarios que dejaran de pagar pues al cabo al ganar el tricolor la alcaldía les iban a arreglar las cuentas. Es claro que la empresa municipal de agua no ha podido ser aislada de la politización, ya que cada grupo la usa para sus intereses. Así sucedió, por ejemplo, cuando Simas fue utilizada como “caja chica” para la colocación de “aviadores” y operadores del dirigente municipal del PAN, Manuel Villegas. Pero lo peor es que hasta ahora no hay garantías de que la cosa será diferente con el cambio de Administración. El Simas estima que los estados de cuenta de octubre reflejarán otro agujero grande en los cobros, atribuido a la temporada electoral, lo cual no ayuda nada a las maltrechas finanzas de la empresa.
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Mientras arranca el proceso burocrático de la entrega-recepción en la Presidencia municipal, el alcalde electo Eduardo Olmos sigue barajando nombres para su equipo de trabajo, mientras la “burbuja” que lo rodea se muerde las uñas por saber dónde van a quedar y firmar. Entre las principales incógnitas están las direcciones de Obras Públicas y Desarrollo Urbano, así como la Tesorería. Para Obras Públicas se menciona al subvicegobernador del ramo, Gerardo Berlanga, aunque ahorita está muy cómodo con su chamba, por lo que un arreglo más probable sería que él sugiriera al director y luego procediera a dictarle órdenes desde la Secretaría de Desarrollo Regional. Para Desarrollo Urbano nuestros subagentes reportan que suena el nombre de Eduardo Jiménez Saracho, quien ocupó esa cartera en tiempos del primer compadre Guillermo Anaya. Don Lalo le sabe al asunto, pero su llegada podría complicarse por el hecho de que en el “Gobierno de la Gente” no lo ven bien por algunas obras que le fueron encomendadas a su constructora. Para la Tesorería se dice que en la peronera capital se considera el nombre de Enrique Mota, (así se llama) quien actualmente despacha en la Auditoría Superior del Estado y ocupó la dirección de Ingresos en tiempos de Salomón Juan Marcos. Quién sabe si ésta sea la opción del alcalde electo o si se lo van a endosar desde Saltillo.
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Nuestros subagentes con bata de doctor en la Secretaría de Salud de Coahuila reportan que en la dependencia quieren hacer malabares con las cifras de la incidencia del dengue en el Estado, pues hasta ahora no han reportado casos, cuando en varias clínicas se han detectado pacientes que han padecido esta enfermedad. El panorama pinta similar a lo que sucedió en las primeras semanas de la epidemia de influenza, cuando la Secretaría de Salud celebraba que en Coahuila no estaba presente el virus, aún cuando habitantes de Torreón ya lo padecían, pero se los detectaron en Gómez Palacio. En esta ocasión es difícil creer que mientras La Laguna de Durango se reportan decenas de casos de dengue, en el lado de Coahuila presumen saldo blanco. Se comenta que en realidad hay varios casos en Torreón, detectados en clínicas privadas y del IMSS, pero la Jurisdicción Sanitaria no los ha contabilizado porque ellos no han realizado las pruebas. Lo mismo sucedió con la influenza, pues las cifras de clínicas privadas no eran reportadas oficialmente, pero representaban una cantidad similar a la que manejaba la Jurisdicción. De ahí que se sospeche que el Gobierno Estatal mantiene la misma política cerrada de información, lo cual no beneficia en nada a la salud pública.
