De regreso a la realidad, luego de unas vacaciones, el alcalde electo Eduardo Olmos perfila ya nombres para su equipo de trabajo, pero nuestros sub-agentes reportan que en algunos casos don Lalo optará por la "justicia y gracia" para los amigos, que por buscar los mejores perfiles. Con decenas de colaboradores con la mano extendida pidiendo "hueso", se comenta que en algunos casos don Lalo volteará hacia operadores políticos que le han sido fieles en su carrera hacia la alcaldía, mientras que para otros puestos buscará funcionarios que respondan más a políticas dictadas desde otros ámbitos del "Gobierno de la Gente".
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Se comenta que para el Simas ya está prácticamente amarrado Mario Cepeda, hijo del notorio líder priista del mismo nombre quien durante los últimos años ha cobrado como delegado de la Comisión Estatal de Aguas y Saneamiento (CEAS). No se sabe que don Mario sea un connotado experto en temas de agua, sino que al puesto estatal llegó como una de las fichas de don Lalo cuando era vicegobernador de Desarrollo Regional, por lo que su nombramiento en Simas podría obedecer más a una necesidad de afianzar el grupo político que a una intención de hacer más eficiente el servicio de agua de la ciudad. El mismo caso parece que se repetirá en la dirección de Servicios Públicos, que ha sido bastante golpeada en la actual administración, sobre todo en lo que se refiere al alumbrado y a la limpieza de espacios públicos. Se dice que este “hueso” será entregado a David Fernández, cuya última chamba fue como director del Centro de Readaptación Social de Torreón y que después fue cobijado por don Lalo en la vicegubernatura. No se sabe cómo el haber sido jefe de un penal lo califica para manejar servicios municipales, pero cuando se trata de repartir puestos, la experiencia, o falta de ella, sale sobrando, que al cabo las consecuencias las paga el pueblo. Otros puestos que podrían estar amarrados son las direcciones de Obras Públicas y de Desarrollo Humano. Según nuestros subagentes, para estos cargos don Lalo habría escogido a personas que vienen de estas áreas en la vicegubernatura de Desarrollo Regional, por lo que sí tendrían experiencia, pero que ahora no necesariamente responderían a políticas definidas en la oficina del alcalde. Para Obras Públicas circula el nombre de Arturo Lozano, que ha sido el segundo de bordo del subsecretario regional de Obras Públicas, Gerardo Berlanga, quien sería el verdadero encargado de planear y supervisar la obra municipal. Para Desarrollo Humano se menciona a Guillermo Covarrubias, uno de los operadores del diputado Miguel Ángel Riquelme que, como se sabe, es quien realmente mueve los hilos de los apoyos sociales y el clientelismo electoral.
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Mientras circulan estos nombres, nuestros subagentes en la comisión de entrega-recepción, comentan que los dirigentes “ipecos” que Eduardo Olmos invitó a supervisar el proceso también traen su corazoncito latiendo por alguna chamba. Se dice que el presidente de Canacintra, Ángel Morales, podría apuntarse a un puesto relacionado con el fomento económico. El ser cuñado del alcalde electo es lo de menos, pues ya se sabe que los afectos familiares no son obstáculo para entrar en la nómina en nuestra actual cultura política. También se dice que el dirigente de la Canaco, Félix Pérez Murillo, se quiere anotar, aunque no es bien visto en círculos tricolores por haber dado el aval de los comerciantes al proyecto del Centro Histórico. Sergio García López, de la Cámara de la Industria de la Construcción, es otro nombre que se comenta, aunque, como se apuntó, la dirección de Obras Públicas ya estaría apalabrada. Además, la constructora de don Sergio tiene actualmente contrato con el Municipio para el rescate de la cuarta etapa del Canal de la Perla, pero la obra está plagada de problemas de humedad y riesgos para las viviendas cercanas, y lleva también un fuerte retraso que ha sido ignorado por las actuales autoridades. Así las cosas, el cabildeo por los puestos de la siguiente administración se intensificará en los próximos días y se espera que don Lalo defina a su equipo a principios de diciembre.
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Mientras el alcalde José Ángel Pérez dejó en manos del Tribunal Colegiado del Octavo Circuito la decisión sobre el nuevo contrato de limpieza, luego del revés sufrido en el juzgado de primera instancia que ordenó renovar el contrato a PASA, nuestros subagentes reportan que esa empresa se ha valido de diversos artilugios legales para posponer el fallo lo más que se pueda y aventarlo a la próxima administración. Resulta que la revisión presentada por el Municipio desde el 30 de octubre todavía no ha sido radicado en el Tribunal debido a recursos presentados por PASA argumentando falsedad en las firmas de los documentos presentados por autoridades municipales, de modo que esto tendrá que ser resuelto antes de que la segunda instancia se pronuncie sobre el caso. Esto le convendría a PASA para que el fallo llegue después del cambio de administración. Mientras tanto, se dice que las regidoras panistas Montserrat Martínez, Karina García y Laura Muñoz, presionaron a don José Ángel para que contratara a un despacho que revisara la estrategia legal seguida por el director jurídico, Carlos Gregorio Ramírez y al parecer los resultados de tal examen no fueron nada halagadores, considerando que PASA le ha metido varios goles a los abogados del Municipio, provocando la sentencia que ordena la renovación del contrato por 15 años a la empresa. El caso está ahora en un limbo jurídico, pero el Alcalde y los regidores temen que puedan incurrir en alguna responsabilidad legal, por lo que planean elaborar un proyecto de nuevo contrato y someterlo al Cabildo. El contrato sería similar al que ya fracasó en el Cabildo hace algunas semanas al no alcanzar la mayoría calificada, pero en este caso la intención sería enviarlo hasta el Congreso del Estado y que sea ese órgano el que lo rebote, para que al menos el Alcalde y los regidores puedan decir que le hicieron la lucha.
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El gober Humberto Moreira tuvo el jueves una encerrona en Torreón con los alcaldes electos del Estado para leerles la cartilla sobre el recorte de recursos que tendrán en 2010 y dictarles el plan de austeridad que tendrán que aplicar. Después de deprimir a los futuros ediles con el panorama financiero del año próximo, el gober tuvo una reunión con el alcalde José Ángel Pérez y el secretario de la Función Pública, Ismael Ramos Flores, para ver los detalles de la entrega-recepción y aclarar las amenazas de la administración entrante sobre la pretendida auditoría a la gestión de don José Ángel. Se reporta que la reunión fue cordial, aunque no se aclaró cómo se van a abordar los “detallitos” que deje el actual gobierno municipal. Resultó curioso que don Humberto haya andado por estos lares cuando en la capirucha del esmog sesionaba el Consejo Nacional de Seguridad Pública, en una de esas reuniones solemnes en Palacio Nacional donde el Presidente Felipe Calderón y los gobernadores se echan porras por los “avances” en la lucha contra la delincuencia, mientras la realidad afuera dice otra cosa. Nuestros subagentes reportan que en la oficina del Gober se comentó que no iban a cancelar el encuentro con los alcaldes porque de todas maneras las sesiones del Consejo de Seguridad sirven de poco y no se decide nada. Claro, lo mismo puede decirse de la reunión con los alcaldes.
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El gober de Durango, Ismael Hernández Deras, y el diputado federal Ricardo Rebollo, estaban hinchados de contentos con la inauguración del Centro de Rehabilitación Teletón en Gómez Palacio. Para don Ricardo, la ceremonia representó una carga de oxígeno a sus aspiraciones de suceder a don Ismael y pudo llevarse solito los reflectores ante la ausencia de su rival, el también curuleco Jorge Herrera Caldera. Pero como sucede con frecuencia cuando se trata de proyectos de la iniciativa privada, los funcionarios no se aguantaron la tentación de hacer caravana con sombrero ajeno. Sin embargo, hay algo que no checa, pues en la euforia por el Teletón, don Ismael comprometió el apoyo del Estado y el Municipio de Gómez Palacio para la operación del Centro a razón de unos 30 millones de pesillos por año. El problema es que no hay dinero, pues el gobierno estatal está urgido de recursos y el municipal anda tan mal que están pidiendo un crédito que equivale a una cuarta parte de sus ingresos. Esta situación amenaza con desinflar el “extraordinario apoyo” que don Ismael presumió de su administración para la obra del Teletón. Pero como lo importante era tomarse la foto y colgarse la medalla, lo demás es lo de menos.
