En La Laguna de Durango parece que las autoridades pusieron al lobo a cuidar el gallinero. Como se sabe, la semana pasada fue detenido y acusado de robo de autos un ex policía de la Agencia Estatal de Investigación asignado al área ¡de recuperación de vehículos! Pero el fondo es todavía peor que la superficie porque el asunto no se detiene con sólo un agente. Por lo que se ve, el gober Ismael Hernández Deras y el Procu Daniel García Leal andaban papando moscas en la luna, mientras sus muchachos hacen travesuras en la Comarca Lagunera. Nuestros subagentes reportan que el ex policía detenido y su banda de al menos siete personas más contaban con la protección de elementos de la AEI, que depende de la Procuraduría de Justicia de Durango.
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De hecho, se dice que una bodega de la mismísima AEI en Gómez Palacio era usada como escondite de los autos robados mientras se “enfriaban”, para luego enviarlos a Jalisco para su venta. Para eso la banda tenía que cruzar buena parte del Estado de Durango, lo cual hacían como si nada. De ahí que no sorprende que los responsables de agarrarlos fueran otras autoridades, en este caso de Coahuila. Los malandros en cuestión manejaban el asalto con violencia en estacionamientos, con lo que lograron sembrar una buena sicosis. Aunque su actividad era conurbada, el mayor énfasis era en Torreón, donde son acusados de al menos 25 robos, aunque se dice que la cantidad podría superar los 70, contra unos seis en Gómez. Según la Procuraduría, el ex policía detenido, Manuel Farhat Berumen, fue dado de baja en noviembre, pero si las investigaciones dicen que la banda operó por lo menos durante seis meses, entonces los atracos los cometió bajo protección oficial. El detalle, comentan los subagentes, es que don Manuel se paseaba por las oficinas de la Subprocuraduría para la Región Lagunera de Durango con todo y su arma de cargo hasta hace una semana, por lo que la fecha de baja podría ser una “cortina de humo”. El episodio deja mucho que desear sobre la supervisión que hay en las corporaciones policiacas sobre sus elementos presentes y pasados, que hacen de las suyas con total impunidad. ¡Ay don Ismael!
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Claro que las autoridades de Durango anduvieron distraídas esta semana presumiendo ser el “ombligo” de la República por aquello de la reunión de la Conferencia Nacional de Gobernadores, aunque el evento fue empañado por la golpiza que varios hombres dieron al líder estatal del PAN, Juan Carlos Gutiérrez, por haber colgado una manta afuera de su casa señalando la “falta de democracia” en Durango. Nuestros subagentes reportan que los golpeadores eran cuadros priistas que flaco favor hicieron al gober Ismael Hernández Deras evidenciando que, efectivamente, eso de la democracia y la libertad de expresión andan devaluadas en la entidad. Se dice que, antes de acudir al evento de inauguración de la conferencia, el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, hizo una escala para visitar a don Juan Carlos y averiguar cómo estuvo la golpiza. No será difícil imaginar lo que don Fernando le podría decir al Presidente Felipe Calderón cuando éste le pregunte “¿cómo te fue en Durango?”
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Por cierto, el que prefirió no ir a la reunión de la Conago fue el gober de Coahuila, Humberto Moreira. Según se dice, el Gober anda molesto porque ya no lo pelan cuando hace propuestas en ese foro, que además no sirve para nada. Por otro lado, trae pleito casado con el Gobierno Federal por aquello de que le recortaron recursos o se los están deteniendo. Claro que en nada ayuda cuando se refiere a la burocracia federal como la “Chiquis Limantour” y le da por burlarse de sus costumbres burguesas, pues él es parte de “la gente”. De hecho, la vena proletaria de don Humberto se dejó ver en la sesión del consejo político estatal del PRI que se realizó en Torreón y donde los tricolores le dieron encarecidas gracias al Gober por haber resucitado la aplanadora y prácticamente ungieron al hermano cómodo Rubén Moreira como “el bueno” para 2011. En el evento, llamó la atención de nuestros subagentes que los priistas coahuilenses hayan entonado un himno de protesta de la resistencia socialista de Chile durante la dictadura militar, llamado “El pueblo unido jamás será vencido”. Como nadie se lo sabía, los organizadores mostraron un video en pantallas con la letra, para que los camaradas tricolores entonaran tipo “karaoke” estrofas como: “Y ahora el pueblo que se alza en la lucha / con voz de gigante gritando ¡adelante!” Estuvo bueno el sainete.
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El intento de sindicalización para prolongarse en la nómina de un centenar de empleados de confianza del Ayuntamiento de Torreón está haciendo estragos dentro del PAN, donde el diputado y jefazo del comité municipal Manuel Villegas se ha visto bajo fuego de parte de regidores correligionarios, que lo han calificado como un “cáncer” para el partido. Don Manuel dice que él no tiene nada que ver, pero nuestros subagentes apuntan que todo el desorden se originó con la sindicalización de su esposa, Dora Miriam Moreno, quien ha brincado de al menos cuatro puestos de la administración en el último mes, y genera protestas donde quiera que se para a cobrar. (Las malas lenguas ya bautizaron a la pareja como “el René Bejarano y Lola Dolores Padierna” de Petatiux). La permanencia de don Manuel en el comité panista, y de doña Dora en la nómina municipal, lleva a preguntarse: qué les debe el alcalde José Ángel Pérez que no conocemos el común de los mortales. Al principio la actitud de “dejar hacer, dejar pasar” que adoptó don José Ángel le metió ruido al cambio de gobierno, pero ahora también amenaza la fuerza de su grupo en el PAN de Torreón. Los rumores apuntan cada vez más a que operadores del Alcalde fueron los artífices de la sindicalización, especialmente el director de Servicios Públicos, Heriberto Martínez, quien al parecer gasta más energía en la grilla partidista que en los servicios municipales. La última de don Heriberto es que intenta sindicalizar a una empleada que contrató hace apenas un mes, y metió a su esposa en la nómina como “auxiliar universal” del museo de la Casa del Cerro. También se dice que hasta la esposa del alcalde, María Luisa Berrueto, está metida en el teje y maneje de la sindicalización para afianzar la red de apoyo en el PAN. Hasta ahora ya son más de 90 los sindicalizados que heredará la próxima administración, que ya estudia los mecanismos legales para echarlos cuando arranquen en enero.
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En esto de la transición municipal, se dice que varias docenas de funcionarios que el alcalde electo Eduardo Olmos dejó en la vicegubernatura de Desarrollo Regional ya se muerden las uñas esperando que empiece el año para poder trasladarse a la Presidencia Municipal. Ahí agarrarán nuevos “huesos” bajo el amparo de los dos principales operadores de don Lalo en la vicegubernatura: Lauro Villarreal y Mario Domínguez, quienes pintan para ser colocados en puestos estratégicos donde puedan controlar la nueva burocracia municipal.
