La polémica que caracterizó su periodo como alcalde siguió a José Ángel Pérez hasta el final. Ayer su último informe de gobierno estuvo marcado por manifestaciones de trabajadores municipales inconformes por la sindicalización de funcionarios y de una severa regañada de su propio partido, que le recetó un desplegado en el que le exige detener la afiliación de trabajadores, lo acusa de abandonar el código de ética del PAN y lo llama "a cuentas" por todo el borlote. Al parecer, el desplegado le hizo "lo que el viento a Juárez" a don José Ángel, pero el problema de la sindicalización le empañó el informe, ante la tensión entre manifestantes y policías y algunas ausencias notables en la ceremonia.
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Al final, la manifestación no pasó a mayores, pero la ceremonia empezó 40 minutos tarde porque el Teatro Nazas no se llenaba y por ahí se dice que a muchos “acarreados” al informe no se les permitía el paso porque les vieron cara de manifestantes. Pero hubo otros elementos simbólicos que indicaban cómo el alcalde de plano rompió lanzas con otras fuerzas políticas. El Gober Humberto Moreira ni se apareció, y de hecho en la gira que hizo por Torreón el jueves apenas vio a don José Ángel en una comida en donde, por cierto, le estuvo preguntando si se iba a lanzar a la dirigencia estatal del PAN. El alcalde electo Eduardo Olmos tampoco asistió, y nuestros subagentes dicen que se disculpó porque tenía que estar en Saltillo, lo que deja ver sus prioridades. La ausencia de cuadros panistas también fue notable. El ex alcalde, senador y primer compadre, Guillermo Anaya tampoco estuvo y al dirigente estatal del PAN, Reyes Flores, ni siquiera lo invitaron. La ceremonia también fue desairada por muchos “ipecos” que estaban invitados. En el informe, el Alcalde estuvo arropado por su grupo político, que ahora busca nuevos horizontes dentro del PAN, aunque el desplegado de la dirigencia estatal les va a complicar las cosas. Tardío para arreglar la bronca de la sindicalización, entre los panistas hay dos lecturas sobre ese mensaje. Una es que la cúpula buscó darle un “estate quieto” a don José Ángel en sus aspiraciones por la presidencia del comité estatal. Pero otra apunta a que la cosa va más allá y el desplegado fue la primera movida para iniciar un procedimiento para expulsar al Alcalde del partido. ¿A cuál le va?
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Y en esto de la sindicalización de funcionarios, nuestros subagentes reportan que Dora Miriam Moreno, esposa del dirigente municipal del PRI, Manuel Villegas, ya se apareció a cobrar en la Biblioteca Municipal de la Alameda como parte de su peregrinar por oficinas municipales. Ésta sería la sexta o séptima (los subagentes ya perdieron la cuenta) dependencia en la que doña Dora ha sido instalada en los últimos dos meses porque de todos lados la han echado por haberse sindicalizado. La funcionaria llegó como subdirectora manteniendo un sueldo de 25 mil pesillos, superior al de la directora. Pero también llegó a “cilindrear” a empleados de confianza para que busquen su afiliación al sindicato de Parques y Jardines (el chico). El alcalde José Ángel Pérez se mantiene en la postura de “ni los veo ni los oigo”, pero es difícil pensar que no le debe nada a la pareja de don Manuel y doña Dora (nuestros Bejarano y Padierna) si todavía no le ha puesto un alto a las maquinaciones del dirigente panista. Mientras tanto, doña Dora sigue cobrando de lo más quitada de la pena. Se necesita cara dura, pero por la nómina, hasta la ignominia.
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El gober Humberto Moreira anda muy contento con el proyecto para el rescate del lecho seco del Río Nazas, ahora que la Comisión Nacional del Agua ya le dio el visto bueno a la construcción de un parque. Aunque el proyecto traería beneficios, el costo de 300 millones de pesillos levantó dudas entre sectores empresariales que se preguntan si no sería mejor meterle ese dinero a la construcción de hospedaje industrial para que la peronera capital ya no siga “goleando” a La Laguna en inversiones al son de 16 a 1. Hasta ahora la inversión que hizo el Estado para comprar y acondicionar terrenos en Mieleras no ha avanzado. El problema no es que falten empresas, porque así no se explica uno por qué a Saltillo las inversiones se cuentan en miles de millones de dólares, en Monclova en cientos y en Torreón sólo en decenas. En su gira del jueves, el gober Moreira ya dijo que ahora sí le van a meter al asunto, pero también buscó acomodar las cosas a su favor, echándole la culpa al Gobierno Federal. Pero don Humberto no puede presumir que el Estado haya atraído empresas gracias a las acciones que han desarrollado y al mismo tiempo señalar que cuando las empresas no vienen es por culpa de otros. Se le nota el palpitar de su saltillero corazón.
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Los pronósticos sobre el equipo de trabajo del alcalde electo Eduardo Olmos se han intensificado, con los regidores del PRI filtrando a diestra y siniestra nombres de candidatos a ocupar puestos de alto nivel, aunque con poco tino. En un caso, se daba prácticamente por amarrado que Mario Cepeda (hijo del homónimo líder priista) se iba a dirigir el Simas. Pero he aquí que en una reunión con empresarios, al gober Humberto Moreira se le salió el nombre de Jesús Campos como próximo director del organismo, así que don Lalo tendrá que buscarle nueva chamba a su fiel operador. Otro nombre que circulaba para el Simas es el de Lauro Villarreal, aunque nuestros subagentes lo ubican en un área administrativa dentro de la Presidencia, como la Contraloría. Ya se verá, pues en nuestra política los todólogos abundan y si el dedo los señala, se vuelven expertos en cualquier materia.
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En un mes quedará definido el candidato a gobernador de Durango y todo apunta a que el gober Ismael Hernández Deras tomará la decisión solito, sin la intervención del Comité Nacional del PRI. La selección ya se redujo a dos nombres, los curulecos federales Ricardo Rebollo Jorge Herrera Caldera. Se dice que la cúpula tricolor opina que cualquiera que diga el Gober sería capaz de ganar la elección, a pesar de la forma en que se ha descompuesto el Estado bajo su gestión, sobre todo en la seguridad. El Gober sólo tendrá que decidir quién le cuidará mejor las espaldas, para lo cual suena con más ruido el nombre de don Jorge. El problema es que el ex alcalde de Durango no se ha distinguido mucho. Nuestros subagentes disfrazados de aviadores en San Lázaro comentan que en la bancada priista hay la percepción de que no ha dado el ancho. Apuntan a una situación reciente en la que el diputado fue mandado por la coordinación de la bancada (la “burbuja”) a defender en tribuna un posicionamiento del PRI sobre el paquete económico ante el entonces secretario de Hacienda, Agustín Carstens, y don Jorge se aventó un discurso sin pies ni cabeza, que fue fácilmente refutado por don Agustín y los panistas. Ante tal situación, la “burbuja” pensó en no regresar al duranguense a la tribuna para la réplica, pero como eso se habría visto mal, pusieron a los asesores de la bancada a que le redactaran el discurso, que el diputado repitió fielmente, sin poder agregar nada de su cosecha para no empeorar las cosas. Pero como la “burbuja” no decidirá la gubernatura de Durango, pues este detalle es “pecata minuta” y don Ismael apuntará el dedo usando otros criterios y cuidando la cola
