El próximo 28 de diciembre (y no es broma del Día de los Inocentes), el General Villa volverá a tomar Torreón. Se trata del General brigadier Carlos Bibiano Villa Castillo, quien asumirá ese día la dirección de Seguridad Pública Municipal. Nuestros subagentes vestidos de verde olivo comentan que don Carlos viene ampliamente recomendado por el alto mando del Ejército al alcalde electo, Eduardo Olmos. El general retirado también manejó el área de Informática y Telecomunicaciones en la PGR, por lo que esa experiencia sería útil para modernizar la tecnología y la capacidad de reacción de la Policía Municipal. Se dice que don Carlos es de armas tomar y no se anda con cuentos.
Y si no que pregunten a los regidores de Parras, donde fue director de Seguridad Pública, quienes dijeron que el General los encañonó en la sala de Cabildo. Don Carlos negó la amenaza, pero sí dijo que había ido a reclamarle a un regidor que quiso “charolear” para liberar
a un sobrino detenido por la Policía y que lo había insultado llamándolo “sardo” lo cual, como se sabe, no es muy prudente decirle a un militar. El caso es que los furiosos ediles exigieron su destitución, lo cual fue ignorado por los militares que consideraban, con razón, que los regidores no tenían mucha autoridad moral. El General Villa tomará el mando de la Policía de Torreón poco
antes del cambio de Gobierno y seguramente, así lo esperan los torreonenses, va a sacudir el changarro.
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Salvado ya el escollo del jefe de la Policía, el alcalde electo Eduardo Olmos sigue atorado en otros nombramientos, bombardeado por todos los flancos por los intereses de su grupo cercano. Un área donde esto le va a traer problemas es en la dirección de Desarrollo Social. Aquí
se había comentado que Guillermo Covarrubias, operador del diputado Miguel Ángel Riquelme, ya estaba amarrado para ese puesto, pero nuestros subagentes comentan que ha sido víctima de pugnas internas entre los allegados a don Lalo que son duchos en el manejo electorero de la obra social. Por un lado está el regidor electo, Rodrigo Fuentes, quien tiene a sus operadores a
los que debe buscar chamba. Por el otro, el que se quiere meter en la pugna por el manejo de programas sociales es Mario Cepeda, quien se quedó suspirando por la dirección del Simas y no ceja en su intento por acomodarse a como dé lugar en la Administración. Si bien estos
personajes han jalado para don Lalo, entre ellos existen fricciones que hasta ahora el alcalde electo no ha podido saldar. Si bien el grueso de los programas sociales vendrá del Estado y los manejará el vicegober Antonio Juan Marcos, habrá una fuerte bolsa para obras municipales
a la que todos los grupos van a querer hincarle el diente. Pero como sucede con el desarrollo social, la prioridad no es ver por los que menos tienen, sino sacarle el mayor jugo electoral.
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Y en esto del cambio de Gobierno, nuestros subagentes comentan que el gober Humberto Moreira estará en Torreón el 1 de enero para la toma de posesión de Eduardo Olmos y luego se quedará una semana para dar las instrucciones sobre las obras que se tienen que hacer
en el arranque de la nueva Administración, un lujo que don Humberto no se pudo dar estos cuatro años porque el alcalde José Ángel Pérez no se dejaba. El Gober procederá a señalar la agenda de obra para los primeros meses del año y se dice que traerá una bolsa de dinero,
lo cual confirma que seguirá la tónica de sus antecesores, que dejaban la mayor parte de la obra pública para el cierre de la Administración por aquello del beneficio electorero. Una de las primeras cosas que don Humberto hará en Torreón será inaugurar el “Nudo Mixteco”, que ya está prácticamente terminado, pero que no será abierto hasta enero. La razón no son los “detallitos pendientes”, pues ésos se arreglan en cosa de días. Dicen por ahí que en el “Gobierno de la Gente” están enojados con don José Ángel por presumir el Nudo en la publicidad de su informe luego de que impugnó la obra y ahora no quieren darle la oportunidad de estar bajo los
reflectores, por lo que fijaron la apertura para cuando ya no aparezca en la foto. ¿Será? Suena como a que sí.
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Después del polémico desplegado en el que los regidores electos del PAN exigían al nuevo Gobierno Municipal una política de austeridad, para luego ser acusados de no haber exigido lo mismo a la Administración de José Ángel Pérez, los futuros ediles blanquiazules preparan
otro anuncio que seguramente levantará olas. Según nuestros subagentes, los regidores electos del PAN pedirán una auditoría de la Administración saliente ante las sospechas de irregularidades no sólo en la forma en que se gastó el dinero, sino también en la recaudación
de ingresos municipales, como el predial. Se dice que la intención de los panistas es deslindarse lo más pronto posible de don José Ángel. Como los priistas también habían señalado la necesidad de echarle la lupa a las finanzas municipales, lo más probable es que sí se realice una auditoría en los próximos meses, lo cual ya les provocó temblorina a algunos funcionarios.
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Mientras la carrera por la gubernatura de Durango se ha enfocado más en la batalla dentro del PRI, en el PAN también se cuecen habas y ahí también se perfila una lucha entre fuerzas laguneras y duranguenses. El senador Rodolfo Dorador está interesado en la candidatura, pero también lo está el director del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos, Juan de Dios CastroMuñoz, parte del clan Castro de Lerdo. Don Juan de Dios primero tiene que salvar el escollo que representa la Administración de su tía Rosario Castro, que dejó quebrado al Municipio. De hecho, en los últimos días, el alcalde Carlos Aguilera ha resucitado algunos detallitos, como las obras del Teatro Centauro que quedaron inconclusas porque nadie sabe dónde quedó el dinero, y no sería casualidad que esto se inscribiera en el marco de la “grilla” electoral que se avecina. Por otro lado, de la capirucha del esmog llegan noticias de que, a pesar
de que su dependencia se salvó del recorte presupuestal, el secretario de Turismo, Rodolfo Elizondo, ya empaca las cosas en su oficina y su salida será inminente, por lo que se especula que podría venir a Durango. Por cierto, el senador y primer compadre, Guillermo Anaya fue nombrado delegado del comité nacional del PAN en el Estado, para supervisar la selección de candidatos y la campaña electoral, así que moverá algunos hilos en la definición del abanderado. Que no se les olvide que el priista José Rosas Aispuro anda buscando partido para postularse, porque en el suyo no le dan calorcito.
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Nuestros subagentes ya andan en los módulos del paseo Cepeda-Valdez Carrillo comprando refacciones para que la supercomputadora Pony pueda vestirse de toga y birrete y entregar las tradicionales calificaciones de fin de año. Será una fuerte inversión por aquello de que la Pony quedó exhausta el año pasado y habrá que cambiarle todos los “chips” y bulbos, con lo que esperamos reactivar la economía de los ambulantes del Centro.
