VERDADES Y RUMORES
Exhausta por el arduo trabajo en la primera ronda de calificaciones, nuestros subagentes tuvieron que realizar algunos ajustes en la supercomputadora "Pony" para que estuviera en condiciones de evaluar a los funcionarios estatales de Coahuila y Durango y municipales de Torreón y Gómez Palacio que gozaron de la sagrada nómina. Ya repuesta, la cibernética máquina emitió sus veredictos, empezando por el gober de Coahuila, Humberto Moreira, quien cierra el año con dos aplanadoras electorales al hilo, consecuencia de una intensa obra pública, pero también de una fuerte vinculación entre programas sociales y clientelismo electoral.
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Don Humberto logró arrebatar Torreón de las manos del PAN, luego de una década en que el blanquiazul superó al PRI en victorias electorales, aunque algunos interpretan que el regreso del Municipio y sus distritos legislativos al tricolor se debió más a errores de la administración municipal que a la labor del “Gobierno de la Gente”. Y es que Torreón sigue siendo relegado por las autoridades estatales, tanto en inversión pública como privada. Mientras don Humberto ya se ganó el mote del “mejor alcalde de Saltillo”, en Torreón siguen los rezagos en infraestructura y atracción de inversiones y ni qué decir de la seguridad. Mientras que el Estado mantuvo un tren de obra vial significativo, el año se vio marcado por una fuerte sequía de inversión, que se agudizó con respecto a años anteriores, y se hicieron pocas acciones en otros rubros, sobre todo en los relacionados a proyectos de agua y hospedaje industrial. Además, el año se vio marcado con un aumento en los índices delictivos, en robos, asaltos, secuestros y homicidios, ola provocada tanto por la delincuencia organizada como por la común, que las autoridades estatales no han combatido con la efectividad deseada para detectar, atrapar y castigar a los malandros, que siguen haciendo de las suyas. Procesando estos datos, la Pony se dio cuenta que el Gober se pasó el año buscando culpables, ya sea en el Municipio o la Federación, pero ahora que el Gobierno de Torreón ya está en manos del PRI, tiene la oportunidad de mejorar su calificación. La Pony le envía un deslucido SIETE.
La Laguna vio este año a dos vicegobernadores. Eduardo Olmos regresó a la dependencia luego de sólo 13 días como diputado local. Sus dotes de “chapulín” estuvieron en todo su esplendor, al pasar del Congreso a la Secretaría de Desarrollo Regional y tras ocho meses, brincar a la candidatura a alcalde. En ese lapso, don Lalo trabajó para construir su plataforma mediante las obras y programas del “Gobierno de la Gente”, aunque algunas de esas obras que según ellos eran el orgullo de la dependencia, como el Nudo Mixteco o el Sistema Vial Revolución, no las vio terminadas. Al relevo entró Antonio Juan Marcos (3), quien también le hizo la lucha por la Presidencia Municipal, pero tuvo que quedarse con la vicegubernatura. En los últimos cuatro meses, don Antonio ha buscado darle continuidad a los proyectos, pero con su propio equipo. Ya el año próximo será su prueba de fuego, pues ahora que el PRI ya recuperó el Municipio, Desarrollo Regional dejará de ser la “cuña” en la administración local y tendrán que trabajar juntos. La “Pony” les manda un SIETE para que se lo repartan.
El secretario de Gobierno Armando Luna, mejor conocido como el “Clark Kent de la Gente” pudo mantener en paz la fiesta política del Estado y a pesar de su juventud ha resultado ser un operador efectivo. Los dos procesos electorales transcurrieron con tranquilidad, y los conflictos laborales que se presentaron fueron atendidos sin necesidad de recurrir a la mano dura. Sin embargo, don Armando tuvo omisiones sobre todo en las travesuras que se hacen en algunas notarías que realizan operaciones fantasma, y en el Registro Público de la Propiedad, donde no se han castigado corruptelas pasadas y, por el contrario, éstas continúan como si nada, lo que han minado la seguridad patrimonial de los laguneros. A todo esto, la computadora le puso un SIETE que puede mejorar.
El secretario de Finanzas, Javier Villarreal , se pasó el año repitiendo “vuelva mañana” a proveedores y funcionarios que buscaban la liberación de recursos para el pago de obras. Mientras que el gober Humberto Moreira giraba instrucciones para ejercer recursos, don Javier los regateaba con el argumento de que los recursos no bajaban. Aún así, el Estado registró subejercicio en algunos rubros, lo que no checa con aquello de que no había dinero. Pero don Javier logró capotear los recortes presupuestales, aunque por ahí se sospecha que el Estado va a tener que endeudarse para pagar el gasto estatal. Mientras tanto, Finanzas no ha publicado los estados financieros de la administración, lo cual levanta sospechas en algunos círculos. Después de hacer las cuentas, la supercomputadora tosió y tembló y sacó un opaco SEIS.
El Fiscal General Jesús Torres Charles arrancó el año con el “hueso” amarrado durante más de una década, por las reformas que desaparecieron la Secretaría de Seguridad Pública y le dejaron toda la responsabilidad por la seguridad del Estado. Pero la Fiscalía no fue capaz de combatir la ola delictiva que azotó al Estado, sobre todo a La Laguna y la procuración de justicia sigue tan ineficaz como antes para agarrar delincuentes. Los robos y asaltos aumentaron considerablemente en todas sus modalidades y la Fiscalía no ha logrado recuperar la confianza de los ciudadanos, que ya ni se molestan en ir a presentar denuncias porque saben que es una pérdida de tiempo. Por otro lado, las balaceras y asesinatos también aumentaron en el año, con lo que don Jesús se lleva un balaceado CINCO.
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El alcalde de Torreón, José Ángel Pérez , inició el año con la ciudad en una creciente situación de inseguridad, que se disparó a niveles nunca vistos. Al mismo tiempo, el Municipio arrastraba significativos retrasos en obras como las del Centro Histórico, que al final resultaron muy polémicas. Don José Ángel se anotó buenos puntos con la depuración de policías, aunque esa acción destapó una serie de abusos que los agentes venían haciendo desde años atrás. Mientras tanto, los robos y asaltos avanzaron a pasos agigantados. Por otra parte, los servicios municipales se deterioraron significativamente, especialmente el pavimento y alumbrado, mientras el alcalde buscaba “pasar la bolita”, lo que demostraba una falta de contacto con las necesidades ciudadanas. Otro servicio que estuvo bajo los reflectores fue el de la basura, pues a don José Ángel se le fue de las manos el proceso para licitar un nuevo contrato o renovarle a PASA, lo que resultó en un litigio desastroso para la administración. Para capotear la crisis financiera, don José Ángel buscó recurrir a un crédito que hubiera dejado a la siguiente administración una deuda significativa, pero al final lograron cerrar el año sin recurrir al préstamo, lo que suma puntos a su favor. Sin embargo, el balance de la ciudadanía sobre la gestión resultó negativo en las urnas, con el PAN perdiendo casi la mitad de los votos ganados hace cuatro años. Con todo, el Alcalde pintaba para cerrar bien el año, pero la necedad de sus colaboradores por mantener a familiares y amigos mediante la afiliación sindical resultó una burla y más cuando don José Ángel rechazó intervenir para detener el escándalo. La Pony procesó todos estos elementos y concluyó que la administración perdió credibilidad ante una serie de errores y omisiones, por lo que dejó un feo CINCO de despedida.
El tesorero municipal Gerardo Martínez, llegó este año bajo críticas por ser amigo del Alcalde, pero manteniendo un bajo perfil logró manejar los recortes presupuestales ocasionados por la crisis, aunque la Tesorería también se distinguió por retrasos en el pago a proveedores. Al final del año, don Gerardo logró evitar que el Municipio echara mano del crédito para pagar obras, aunque todavía quedan sospechas de que hay algunos detallitos oscuros en las finanzas municipales y por más que el año haya cerrado bien no se garantiza que el próximo abra igual. Con estos factores en cuenta, la “Pony” le manda un OCHO que debe considerar más que bueno.
El secretario del Ayuntamiento, Gerardo Puente, se pasó el año consumido por el proceso de renovación del servicio de limpieza, al grado de que tuvo que distanciarse ante acusaciones de que favorecía a una empresa que quería hacerse cargo de la recolección. Sin embargo, don Gerardo logró llevar la fiesta en paz en el Cabildo, por lo que al final se lleva un aceptable SIETE.
Los directores municipales de Obras Públicas y Desarrollo Urbano, Aniceto Izaguirre y Alberto Hermosillo, respectivamente, nunca lograron un plan para modernizar la imagen de la ciudad y los proyectos que emprendieron no lograron dar resultados. El más notable fue el del Centro Histórico, donde los ambulantes fueron reubicados en módulos inadecuados y la obra padeció errores y omisiones. Desarrollo Urbano también se distinguió por no buscar un ordenamiento del crecimiento de la ciudad y descuidar aspectos como el respeto a los usos de suelo y el mejoramiento de la vialidad. Don Aniceto se lleva un CUATRO, pero la Pony empeoró la calificación de don Alberto, quien se hizo perdidizo durante el año pues nunca se le vio en la oficina y le mandó un TRES.
El director de Servicios Públicos, Heriberto Martínez, se enfocó más en su chamba de secretario general del PAN que de encargado de servicios municipales como limpieza, alumbrado, y espacios públicos, que sufrieron un notable deterioro durante el año. Alumbrado se convirtió en el área con más quejas de la administración sin que se hiciera nada para mitigar la situación de lámparas apagadas durante la noche y prendidas durante el día. En cambio, al cierre de la administración, don Heriberto puso singular empeño en la sindicalización de funcionarios, cosa que no era parte de sus tareas, por lo que se lleva un TRES.
Hace un año la “Pony” declinó calificar al director de Seguridad Pública, Karlo Castillo (8), porque estaba recién llegado. Durante el año, don Karlo logró recomponer la crisis en la Policía municipal atrayendo nuevos cadetes y realizando una depuración de elementos. Sin embargo, los operativos de vigilancia que buscó aplicar no cumplieron el objetivo de bajar los robos de vehículo, vivienda y negocio, así como los asaltos bancarios. Además, durante el año salieron a la luz episodios de abusos policiacos que siguieron dañando la imagen de la corporación. A su favor cuenta que el jefazo policiaco logró mejorar las relaciones con la Policía Federal y el Ejército, aunque en ambas lados todavía existe desconfianza hacia los municipales. En el balance, don Karlo se lleva un CINCO.
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La gobernabilidad se le descompuso feo a Ismael Hernández Deras en este 2009. Durango se ha convertido en uno de los estados más violentos del país y de nada sirve que el gober Hernández Deras busque pasarle la bolita a la Federación. Y es que el crecimiento del crimen organizado desató también a la delincuencia común. A las constantes ejecuciones y secuestros se añaden robos y asaltos, en donde policías estatales han resultado malandros o cómplices. El Cereso de Gómez Palacio se convirtió en un polvorín que dejó decenas de reos muertos y las policías se caracterizan más por su ineficiencia. En obra pública, don Ismael anduvo presumiendo obras importantes que luego salían con problemas, como el puente D1 de Gómez Palacio. No obstante, don Ismael se la pasó presumiendo su obra de gobierno y todavía salió “ganón” en el Presupuesto federal al obtener 200 mil millones de pesillos más de los que se habían proyectado, al unirse al bloque de gobernadores que tendrán elecciones en 2010 y necesitan asegurar un buen dinero para repartir. En este 2009, su último año completo al frente del Ejecutivo estatal, don Ismael se lleva un feo SEIS y eso, aclaró la computadora, para que no se vaya demasiado triste.
El secretario de Gobierno Oliverio Reza Cuéllar de plano se la pasó perdido este año. Cuestionado sobre asuntos que afectan la gobernabilidad del Estado, sobre todo en el área de seguridad, don Oliverio se la pasó contestando que no sabía bien lo que pasaba y lamentaba que las cosas se estuvieran poniendo feas, sin reparar en la responsabilidad de la autoridad local. Tampoco se distinguió por ser buen administrador, al “regar” dependencias en edificios rentados cuyo estado da lástima. Hubo un área en la que el secretario fue particularmente omiso, y es el área de Transporte, que depende de Gobierno, y donde se olvidó la prometida modernización, con la consecuencia de que La Laguna de Durango está llena de taxis y camiones pirata. Don Oliverio se lleva un CINCO.
El secretario de Finanzas, Carlos Contreras Galindo, llevó bien las cuentas del Estado, sobre todo en la aplicación de recursos para la Zona Metropolitana de La Laguna, donde Durango va más adelantado que Coahuila en el ejercicio del fondo, por lo que las obras avanzan con más fluidez. Don Carlos logró mantener controlado el gasto corriente y esto lo pintaba para una buen calificación, hasta que la Pony quedó perdida en la oscuridad, pues la dependencia ha resultado opaca a la hora de dar información sobre el ejercicio de los recursos, ya sea en su área de comunicación social o a través de solicitudes de acceso a la información. Con esta mancha, don Carlos se lleva un oscuro SEIS.
El Procurador Daniel García Leal parece resignado al hecho de que la delincuencia impera en Durango, pues la dependencia ha sido incapaz de frenar la ola criminal, sobre todo en los delitos del fuero común. Los robos, asaltos y secuestros se multiplicaron en La Laguna de Durango, junto a las ejecuciones, mientras surgen reportes de que policías estatales “dobleteaban” como delincuentes. A esta situación se suma una embestida contra agentes estatales, con varios asesinados durante el año, los más recientes decapitados en Cuencamé. Inundada con la “nota roja”, la Pony quedó presa de espasmos y sacó un sangriento DOS lleno de agujeros de bala.
El secretario de Obras Públicas, César Rodríguez Salazar, se la pasó dando banderazos de salida para la construcción de obras que luego quedaban detenidas, pero eso sí, salían muy bien en la foto. Don César estuvo en el centro de la controversia por la suspensión de los trabajos del puente D1 y lejos de aclarar la situación, sólo la enredaba más con sus declaraciones. También dejó tirada la construcción de dos pasos deprimidos en vías de ferrocarril en Gómez Palacio y lleva retrasada la modernización vial del Parque Industrial Lagunero. La Pony casi se desbiela tratando de procesar todos los casos donde las obras tuvieron que retrasarse por trabajos mal hechos, como el Periférico, por lo que al final sacó un deslucido CUATRO.
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El alcalde emergente de Gómez Palacio, Mario Calderón, arribó a principios de año para sustituir al ahora curuleco Ricardo Rebollo, y desde el principio en Gómez presumieron un aumento en la recaudación que según esto anticipaba un buen tren de obra a pesar de la crisis. Pues nada que el teatrito se les cayó y el Municipio cerró el año pidiendo prestados 182 millones de pesillos, aunque sin explicar para qué los quieren. Don Mario se la pasó dando largas cuando se le pedían explicaciones sobre el manejo de las finanzas, además de que tuvo problemas con los funcionarios heredados por don Ricardo al grado que pocos le hacían caso. A don Mario le ha costado trabajo aprender en el puesto, pero todavía le quedan siete meses para cerrar bien, por lo que se lleva un CINCO que puede mejorar.
El Tesorero Luis Felipe Cantú, fue el que tuvo que lidiar con los recortes presupuestales y se le pasó la mano con el gasto cuando resultó que los ingresos no eran los esperados. El funcionario todavía no encuentra cómo tapar el boquete financiero y la única salida que se le ocurrió fue retrasar los pagos a proveedores, a los que trajeron a vuelta y vuelta todo el año. Ahora don Luis tendrá que justificar los usos que se le darán al crédito, donde se han visto bastante opacos, por lo que se lleva un oscuro CINCO.
El secretario del Ayuntamiento Jorge Torres Bernal, continuó este año su política de las sesiones de Cabildo “express” en la que los regidores despachan los asuntos en cinco minutos, y que han dejado en evidencia la poca atención que prestan los ediles a los problemas de la ciudad. Don Jorge tampoco ha prestado atención a líderes de colonias o grupos con reclamos en la Presidencia Municipal y se dice que anda más distraído con las “grillas” sucesorias pues suspira por la alcaldía. Al ver esto, la Pony le manda un CUATRO.
El director de Obras Públicas Luis Lara de la Cerda, llegó a mediados de año como un improvisado en el tema, pues a pesar de que trabajaba en una constructora propiedad del hermano del alcalde, lo hacía en Torreón. El mismo funcionario admitió que no sabía muy bien cuáles eran los problemas de obra pública en Gómez Palacio por lo que se ve que ni siquiera leía los periódicos pues las broncas eran (y siguen siendo) más que evidentes. Como consuelo salió con que si se lo propone puede ponerse al tanto de las cosas en tres días. La Pony no tardó ni tres segundos en ponerle un TRES.
El secretario de Protección y Vialidad, Víctor Hugo Cordero (12), ha visto deteriorarse la situación de seguridad en el Municipio, con una ola de robos y homicidios que parece incontenible. El problema tocó a su puerta con el asesinato de su segundo de a bordo, Roberto Salinas y hasta ahora la Policía de Gómez Palacio ha sido inefectiva en la prevención y el combate al crimen, aún a los más comunes. Sin ayuda del Estado, don Víctor apenas la ha ido pasando mientras los grupos delictivos hacen lo que quieren, por lo que se lleva un CUATRO.
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Al terminar esta ronda, la Pony comenzó a echar humo tipo camión suburbano. Nuestros subagentes apagaron su cibernético cerebro y la pusieron de nuevo en su funda para que descanse en este 2010, esperando la entrada de nuevos funcionarios municipales en Coahuila, que ya pasarán por el rasero de la supercomputadora el próximo diciembre. Por lo pronto, su 007 se quita toga y birrete esperando que el año entrante sea más leve que el que termina.
