Nuestros subagentes todavía no se reponían de la “cruda” del Año Nuevo cuando se desataron los demonios con la balacera entre un grupo armado y las fuerzas federales. La calma del nuevo año no duró ni un día y desde las primeras horas nos llegó al recordatorio de que la violencia no tiene planeado descansar. De nuevo se desató la paranoia sobre todo porque hace días circularon rumores de que habría balaceras en Navidad y fin de año. En el caso del sábado, no es claro si fue una confrontación planeada, pues indicios apuntan a que el grupo armado se topó con los federales. Los subagentes comentan que de la capirucha del esmog llegó ayer una delegación de alto nivel de la Procuraduría General de la República para hacer averiguaciones, lo cual sugiere que la información sobre el caso va a ser inaccesible. El despliegue de seguridad fue aparatoso, con soldados y agentes federales cateando las casas vecinas a la del enfrentamiento y mientras algunos dicen que los federales aprovecharon para llevarse algunas cosillas, otros cuentan que los cateos se hicieron con respeto y en orden. Un punto notable fue que el Ejército y la Policía Federal mostraron buena coordinación con las corporaciones locales, lo cual ya es un avance respecto a lo que vivimos el año pasado. Sin embargo, la gente se pregunta: ¿Cómo es posible que el Ejército y la Policía Federal sostengan una balacera de varias horas y sólo haya dos detenidos? ¿Serían Rambo y Batman? Nadie sabe, nadie supo. Como quiera que sea, el año no empezó con buenos augurios y nada más queda ver qué nos espera.
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“Año nuevo, gente nueva”, fue la consigna del alcalde José Ángel Pérez, quien arranca su último año de Administración. El problema es que los cambios de personal realizados en los últimos días representan un ajuste de cuentas o pago de lealtades. Otros sí corresponden a una corrección en el curso, pero habrá que esperar los resultados pues parecen cambios hechos al minuto 40 con la esperanza de que metan muchos goles. Sin duda el movimiento más polémico es la llegada de Carlos San Miguel, mejor conocido como “El Chócolo” a la dirección de Servicios Administrativos. Cuatacho de la infancia del Alcalde, don Carlos pasa de administrador de antros y giros conexos a administrador interno del Municipio y encargado de recursos humanos y materiales, así como de las compras que realiza la presidencia. Nada en el pasado del neo-funcionario indica experiencia en la administración pública y el nombramiento ha resultado indefendible para los que se quedaron a cargo del changarro mientras el Alcalde andaba de vacaciones e intentaba pasar la designación por debajo del agua. Y es que, cuentan nuestros subagentes disfrazados de burócratas, don Carlos se apersonó en su nueva oficina el 26 de diciembre a preguntar dónde estaban los lápices, ante el desconcierto de quienes laboraban ahí, pues nadie sabía quién era y nadie les había avisado nada. El rumor empezó a circular de que don Carlos ya despachaba ahí, aunque parezca difícil que alguien piense que la Administración municipal se puede manejar como un antro (aunque a veces lo parezca) que se entregue a los cuates. El nombramiento se había cocinado desde mediados de diciembre, cuando el anterior director, Fernando Zertuche, cobró su aguinaldo y se fue de vacaciones para no regresar. Don José Ángel sigue la práctica de dar chambas municipales a sus cuates (lo que ya pagará el PAN en las próximas elecciones) y por ahí se dice que varios regidores panistas consideran inaceptable tal desplante de amiguismo e intentarán detener ése y otros cambios en el Cabildo.
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Otros cambios ya se veían venir en la Administración municipal, e incluyen la salida de Guadalupe Richards de la dirección de Comunicación Social, Alfonso Tafoya, de Desarrollo Humano; Alfonso Chavira, de Vialidad; Julián Jaime, de Desarrollo Económico, y Francisco Torres, de Ingeniería de Tránsito. Los dos primeros son ajustes de cuentas internos. En el caso de doña Lupita, está difícil que sea por problemas de manejo de imagen, (misión imposible), pues esa es la chamba del vicealcalde, Jorge Hernández, de modo que si se habla de fallas en ese departamento, su responsabilidad no sería plena. Más bien se trata de una “grilla” interna pues en su lugar entró Omar Coyoli, hombre de todas las confianzas de la primera dama, María Luisa Berrueto, a quien le manejó prensa en el DIF. En el caso de Alfonso Tafoya, don José Ángel reconoció que el funcionario a quien había encargado la operación político-electoral desde el Municipio para sacar un buen resultado en octubre, de plano no la hizo pues el PAN se llevó una paliza. Pero el reemplazo no necesariamente significa una mejoría, pues el cargo cayó en Omar Aguirre, otro cuate del Alcalde, con menos de un año de experiencia en el Gobierno. En cuanto a Julián Jaime, Alfonso Chavira y Francisco Torres, sus respectivos departamentos eran un desastre. Desarrollo Económico no ha logrado una generación de inversiones considerable, labor que el Alcalde premiará llevando a don Julián de secretario particular. Vialidad de plano se hizo bolas con los operativos, sobre todo en el Centro Histórico, que terminaron siendo un fracaso. Y don Paco de plano no pudo con los constantes problemas de tránsito, que iban desde semáforos mal sincronizados, hasta la falta de proyectos viales. Lo curioso es que, según los subagentes, don Alfonso está apuntado en lugar de don Paco, lo cual lleva a preguntarse que si Chavira no la hizo en Vialidad, ¿qué hace pensar que la va a hacer en Ingeniería de Tránsito? O, en su defecto, si la hizo en Vialidad, ¿por qué lo sacan? Ahí la dejamos.
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Otro lugar donde se esperan ajustes de personal es en el “Gobierno de la Gente”. Nuestros subagentes que venden pan de pulque en el Palacio Rosa de la peronera capital comentan que el gober Humberto Moreira ya tiene “palomeada” la lista de los ex curulecos locales a los que va a compensar por haber levantado el dedo a sus iniciativas durante tres años. Se dice que los 20 ex curulecos del PRI ya tienen chamba asegurada y el Gober hasta se dio tiempo de ser magnánimo con la “Oposición” pues al parecer el ex diputado del Verde, José Refugio Sandoval, también agarraría hueso. El rumor más insistente es que al ex pastor Horacio del Bosque se le va a crear una secretaría, la del Trabajo, para darle ídem, mejor dicho derecho a firmar la nómina. En otros casos habría salidas en el Gabinete de la Gente para acomodar a los ex legisladores y ya se menciona que el secretario de Obras Públicas, Hugo Martínez, dejará el cargo, quizá para irse de diputado federal. Mientras tanto, en Torreón no hay nada concreto sobre la vicegubernatura de Desarrollo Regional, pues una vez que cumplió su propósito electoral ya se le ve poco uso. Es posible que el flamante diputado Eduardo Olmos regrese, pero todavía están vacantes las subvicegubernaturas de Turismo y Desarrollo Regional y la de Desarrollo Social se quedará acéfala una vez que el actual encargado, Miguel Ángel Riquelme, se vaya de candidato a diputado. En cuanto a la designación de candidaturas, el panorama en La Laguna cambió tras la trágica muerte del director del CEAS, Emilio Bichara, pues ya estaba anotado para lanzarse por el Distrito 2 de San Pedro, por lo que el panorama está incierto.
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Y hablando de recientes ex diputados, el panista Luis Gurza montó un interesante despliegue de propaganda para rendir su informe, muy al estilo del que se había aventado el también ex curuleco Antonio Juan Marcos, aunque a diferencia del priista, don Luis lo hizo cuando ya todos andaban de vacaciones y nadie prestaba atención. El despliegue de pendones fue impresionante, pero más lo fue la colocación de cajas de tráiler con la sonriente imagen del ya ex diputado. No está claro a qué le tira don Luis, si va por la presidencia municipal o si espera sacar la candidatura a la diputación federal por el Distrito 6, que comprende el núcleo urbano de Torreón y es el último bastión panista en el estado. Nuestros subagentes comentan que podría ser la segunda opción, pues la mayoría de las cajas de tráiler fueron colocadas estratégicamente dentro de los límites del Distrito 6, aunque éstos se empalman con el Distrito local 9 que representaba don Luis, así que podría ser coincidencia. Lo curioso es que la campaña lo traía tan ocupado, que el político panista ni cuenta se dio que varias cajas fueron colocadas en lugares donde para el resto de los mortales está prohibido estacionarse. No cabe duda que la charola tiene sus privilegios y hay que emplearlos para evitar pasar a vivir en el error.
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