En el transcurrir de esta vida, hemos podido apreciar a infinidad de personas que consideramos exitosas, personas que tienen fama, dinero y poder; ejemplos existen muchos, artistas, políticos, deportistas etc., etc. ¿Pero realmente han alcanzado el éxito?, pienso que muchos de ellos no lo han hecho, pues el éxito no se puede medir en esos tres elementos que ya mencionamos que son la fama, el dinero y el poder.
El éxito es igual que las tarjetas de crédito, ¿Por qué?, porque es personal e intransferible. El éxito no lo puedes medir por lo que posees o por la fama que llegues a alcanzar, ésos son sólo espejismos. Desgraciadamente en nuestra sociedad nos han inculcado que si no posees los tres elementos ya descrito no eres exitoso, pero déjame decirte que eso no es cierto; todos somos exitosos cuando una persona (como lo define Félix Cortez) logramos uno o varios de los siguientes preceptos:
1.- Cristalizar tus ideales.
2.- Alcanza tus objetivos.
3.- Concluir lo que emprendes.
4.- Conviertes en realidad tus sueños.
Entonces haz alcanzado tu propio éxito.
Imagínate si una persona con algún tipo de discapacidad por ejemplo del lenguaje, logra por primera vez pronunciar algunas palabras pues para esa persona ¡eso es exitoso! Muchas veces en la vida nos sentimos frustrados por lo que no hemos alcanzado, pero en realidad tu vida no ha sido inútil, porque si has logrado hacer realidad un sueño, concluiste algún trabajo (aunque sea en tu día laboral) terminaste de pintar aquella pared, o algún sueño que tuviste ¡por fin se realizó! Entonces has cosechado el éxito; nadie te va a poner en la televisión o en el periódico si el día de hoy terminaste de hacer una labor sencilla o común, pero si esa labor te llena de honda satisfacción entonces eres exitoso.
El éxito más importante en esta vida es hacer lo que a ti te llene de satisfacción personal, conforme a los principios y valores de un alma noble siendo personas íntegras, generosas, humildes y prudentes, basados en la rectitud moral. Las cosas pequeñas son las que cuentan en esta vida, al igual que las cuentas de un collar. Tú día tras día vas hilvanado cuentas de tu collar personal y mientras más cuentas hilvanes mayor será el tamaño de tu collar y así, al final de tus días podrás colgártelo y en él estará grabada la palabra éxito, y al final podrás exclamar; ¡lo he alcanzado!
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