Análisis. El secretario de Seguridad Pública de México, Genaro Garcia Luna (i), el ex director de la Secretaría Antidrogas en el Hudson Institute, John P Walter (c), y el director de la Iniciativa para América Latina, el colombiano Mauricio Cárdenas, participan en el panel de discusión 'Fortaleciendo los mercados financieros y las industrias de alto valor agregado', durante el foro 'Después de la Tormenta: Retomando la Agenda del Crecimiento' que se realiza en Ciudad de México. EFE
La violencia generada por la guerra contra el narcotráfico podría comenzar a disminuir hacia el final del sexenio.
Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública, explicó que de acuerdo con las experiencias internacionales, cuando se ataca al crimen organizado como lo ha hecho el Gobierno mexicano desde el inicio de la actual Administración, la violencia que produce perdura un promedio de seis años.
"En Nueva York, en Chicago, en Palermo, Italia, en Medellín, Colombia, el promedio de la curva que asciende en términos de violencia y de combate frontal contra el crimen, es de seis años. El más corto fue NY (...) que tuvo un respaldo importante con valores que no estaban en ese momento considerados, como el económico y financiero.
"En Palermo, por ejemplo, una vez que se planteó la ofensiva contra la mafia italiana, se duplicó el índice delictivo, de violencia, de homicidios en la comunidad, hasta que ya pasó este periodo de transición que se genera por la ofensiva contra el crimen, y se empiezan a recobrar factores diferentes", dijo.
Al participar en un foro organizado por The Economist, el funcionario aseguró que la política anticrimen instrumentada por el presidente Felipe Calderón es integral, pues no sólo comprende el ámbito de la seguridad y la justicia, sino también el de la salud y el desarrollo social.
García Luna destacó que la SSP está haciendo un "esfuerzo real" para dotar a las corporaciones policiacas de una mejor capacitación técnica, herramientas de investigación, calidad de vida, salarios e incentivos.
Sin embargo, señaló que las infiltraciones del narcotráfico sólo se podrán evitar si se cumplen tres factores: frenar el mercado interno de drogas y el número de consumidores; evitar que las organizaciones cuenten con una logística criminal; y eliminar el "cobijo" o protección institucional de gobiernos y sociedad.
DISMINUYE 60% COCAÍNA EN VENTA
Por su parte, el ex Zar Antidrogas de Estados Unidos, John P. Walters, aseguró que la disponibilidad de la cocaína en México ha bajado alrededor de 60 por ciento en los últimos seis años.
Walters consideró que la reducción de la oferta se debe principalmente a que los gobiernos de México y Colombia han aumentado sus decomisos, y mejorado su coordinación institucional e intercambio de datos.
En 2007, el ex procurador general de la República, Eduardo Medina-Mora, calculó que cada año se consumen en México 80 toneladas del alcaloide, que lo ubica en el tercer lugar mundial en consumo de cocaína por debajo de Estados Unidos y Brasil, que suman 360 toneladas y 100 toneladas, respectivamente.
Al participar en un foro organizado por "The Economist", el ex director de la Oficina de Política Nacional para el Control de Drogas de la Casa Blanca, comentó que tales resultados han provocado que los grupos del crimen organizado incursionen en nuevos delitos.
Walters consideró que los altos niveles de violencia que se viven en varios estados de la República, son consecuencia directa de que los cárteles del narcotráfico están buscando tomar nuevos territorios a costa de ejecuciones, y de la implementación de "impuestos" ilegales.
El vicepresidente ejecutivo del Instituto Hudson descartó que una posible solución al problema del tráfico de drogas sea su legalización, y reiteró que a la par de una política de seguridad en la materia, el Gobierno mexicano debe trabajar en la implementación de la reforma judicial.
