Los jóvenes en la actualidad prefieren las cosas que les proporcionan placer inmediato, sin pensar en las consecuencias.
Riesgo / Beber, comer y disfrutar con exceso.
Durango. Los jóvenes han adoptado un estilo de vida autodestructivo, en el que se pierde la fuerza de voluntad y se prefiere buscar el goce fugaz en vez de la espiritualidad, ejercicio, estabilidad emocional y hasta la dieta saludable.
La obesidad, enfermedades de transmisión sexual, el alcoholismo y la drogadicción, entre otras, son producto del placer efímero, mismo que ocasiona que se busque vivir la vida de forma rápida sin pensar en consecuencias o el impacto a futuro.
Martha Palencia Núñez, directora del Instituto de Salud Mental, comentó que en la actualidad, sobre todo los jóvenes viven la vida muy de prisa, con una tendencia a la autodestrucción, que se evidencia con el abuso en el consumo de alcohol, el consumo de drogas y la vida sexual disipada.
En este sentido, resulta más fácil y llamativas las relaciones sin compromiso, en las que, lejos de pensar en la estabilidad, se busca conocer personas con las que incluso llegan a tener sexo, muchas veces sin ni siquiera saber su nombre, mucho menos si existe el riesgo de contagio de alguna enfermedad.
Esta conducta debe ser persuadida ya que puede llevar al joven a una pronta autodestrucción, al querer vivir y probar muchas cosas sin pensar en consecuencias, abundó.