Temor. El estrés ocasionado por el clima de inseguridad que se vive no sólo en la región, sino en varias ciudades del país, provoca desánimo, depresión y hasta una baja en la producción laboral.
El estrés ocasionado por el clima de inseguridad que se vive no sólo en la región, sino en varias ciudades del país, convierte los eventos cotidianos en hechos realmente traumáticos, provocando así desánimo, depresión y hasta una baja en la producción laboral.
El psicólogo clínico José Antonio Miranda Hernández explica que los eventos registrados en los últimos meses afectan en el plano psicológico al elevar el grado de tensión en los individuos.
Es decir, alteran su percepción de lo que realmente sucede. "Esto pasa cuando agregan cosas que en verdad no existen, convirtiendo así eventos cotidianos en traumáticos, como puede ser el simple hecho de ver un automóvil de ciertas características, y pensar en lo peor", explica el psicólogo.
De acuerdo con Miranda Hernández el individuo manifiesta dos niveles de tensión, el negativo y el positivo.
Este último, vuelve a las personas más activas "las impulsa a seguir trabajando, con mucho ánimo, con mayor ingenio e iniciativa".
Caso contrario a lo que provoca el estrés negativo, el cual hace que las personas vivan en una angustia constante, que siempre estén alertas y en especial, se vuelvan altamente agresivas.
"Un ejemplo de ello, es cuando una persona con alto grado de tensión, va conduciendo su automóvil predispuesto a vivir un hecho violento, que al final no sucede; llega a casa y explota con los hijos, la pareja o tal vez, los padres, sin razón alguna aparente", señala el especialista.
Pero además, según comenta Miranda Hernández, esta situación vuelve a los individuos menos productivos, que su rendimiento sea casi nulo y que su nivel de iniciativa, de imaginación casi desaparezca, pero también que se encuentren irritables e incluso depresivos.
Y es que, según el psicólogo clínico, la inseguridad ha llegado a tal grado que "no sabemos ni cómo, ni cuándo, ni dónde, se pueda registrar un hecho violento, ya que se han visto afectados todos los sectores de la sociedad, lo que ocasiona que las personas se encuentren a la expectativa llenas de temor y bajo un alto de grado de tensión", señala.
Esto ha ocasionado que no sólo los niveles productivos se vean afectados, sino también la vida social de las personas, lo que se refleja en que ya no quieran salir más a lugares públicos o muy concurridos, ante el temor de ser testigos de un evento desagradable.
Así mismo, Antonio Miranda Hernández explica que al vivir de tal manera el cuerpo llega a acostumbrarse "a hacerlo creer que estar bajo ese grado de tensión es normal y necesario para el desempeño de los individuos, tal y como sucede en las grandes ciudades como: México, Monterrey o Guadalajara", señala el psicólogo.
Y es que no sólo la violencia ha desatado estas reacciones entre las personas, sino también los problemas financieros que sufre el país y casi todo el mundo.
Y porque no es posible cambiar lo que se está viviendo en casi todo el país, en materia de inseguridad, el psicólogo José Antonio Miranda Hernández, enlista una serie de recomendaciones.
La primera de ellas, es mantener la calma, es decir, no alterarse ante lo que sólo escuchan en las calles de manera informal. Además, pide hacer una evaluación sobre lo que está realmente sucediendo.
Así mismo, comenta que es importante, no llevar a casa las situaciones estresantes que se viven en las calles, pues el resultado podría atraer graves problemas al interior de la familia.
También, el psicólogo clínico exhorta a la ciudadanía a realizar un cambio en ciertos hábitos, sobre todo a los jóvenes, como es el hecho de salir a divertirse cada fin de semana.
"Si antes lo hacían hasta las tres o cuatro de la mañana, pues que ahora lo hagan más temprano, o bien se trasladen a la casa de un amigo, tratando así de evitar ser testigos de algún evento desagradable", puntualizó el psicólogo clínico.
Consejos
Ante este ambiente de inseguridad, el psicólogo José Antonio Miranda Hernández hace una serie de recomendaciones:
⇒ Mantener la calma, es decir, no alterarse ante lo que se escucha en las calles de manera informal.
⇒ Hacer una evaluación sobre lo que está realmente sucediendo.
⇒ No llevar a casa las situaciones estresantes que se viven en las calles.
⇒ Realizar un cambio en ciertos hábitos, sobre todo los jóvenes, como es el hecho de salir a divertirse.
⇒ Cambiar los lugares públicos por casas de amigos o familiares, al salir a pasear.
⇒ Solicitar la orientación de un especialista.