EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

Vuelos privados

Jaque mate

SERGIO SARMIENTO

"Para los políticos, sacrificio significa que la gente entregue más de su dinero en impuestos para que ellos puedan tener el placer de gastarlo."

George Will

Aun en tiempos de crisis económica, los personajes públicos se mueven cada vez más en vuelos privados. Los elevados costos les son cargados, por supuesto, a los contribuyentes. Pero, además, cada vez son más frecuentes los accidentes que afectan a los funcionarios que prefieren el vuelo privado al auto o al vuelo comercial.

Este sábado 28 de febrero sufrió un accidente el director general de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), José Luis Luege, cuando su helicóptero trataba de despegar en Aguascalientes. Tanto él como los otros pasajeros y tripulantes salieron ilesos.

Pero apenas el 4 de noviembre de 2008 falleció el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, tras caer su avión, un Learjet 45, en la trayectoria de descenso al aeropuerto internacional de la Ciudad de México (un aeropuerto en el que supuestamente están prohibidos los vuelos privados). Murieron en ese percance no sólo el secretario y el ex subprocurador a cargo del crimen organizado, José Luis Santiago Vasconcelos, sino 11 personas más, tanto tripulantes y pasajeros como víctimas en tierra.

No fueron Mouriño y Santiago Vasconcelos los primeros funcionarios públicos mexicanos de alto nivel en morir en accidentes en vuelos privados de helicóptero o de avión. Ramón Martín Huerta, secretario de Seguridad Pública, falleció en septiembre de 2005 en un vuelo de helicóptero. Unos meses antes, en febrero, el gobernador de Nayarit, Gustavo Vázquez Montes, murió al caer su avión. Otros funcionarios de menor nivel han fallecido también en accidentes en vuelos privados, si bien en casos no tan sonados como éstos.

Los accidentes registrados nos ofrecen una visión de punta de iceberg del abuso de helicópteros y aviones privados por funcionarios públicos. Los políticos usan helicópteros y aviones no por que tengan más prisa que los gobernados que con sus impuestos les cubren sus gastos sino porque no tienen que preocuparse del costo de sus traslados.

¿Cuánto más cuesta un desplazamiento en helicóptero o en avión privado que en auto o vuelo comercial? Es difícil tener una cifra exacta. El periódico El Universal publicaba en octubre de 2008 una información que señalaba, con información obtenida del IFAI, que una hora de vuelo de un jet de combate F5IIE costaba 52 mil pesos y una de helicóptero Blackhawk 55 mil.

Un artículo del periódico La Crónica de enero de 2008 reproducido por la página ambientalista Planeta Azul, apuntaba, con información proporcionada por el InfoDF, el instituto de transparencia de la capital del país, que el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Marcelo Ebrard, se transportaba 14 veces al mes en helicóptero y que incluso había habilitado un helipuerto en el edificio del Gobierno del Distrito Federal. El artículo señalaba que, según la página de Internet de la empresa Eurcopter, una hora de vuelo en helicóptero tiene un costo de 414 dólares.

No parece haber gobernador, por pequeño que sea su estado, que no tenga su propio avión y helicóptero. De hecho, los gobernadores y los altos funcionarios del Gobierno Federal suelen contar con verdaderas flotillas que utilizan a discreción. Hoy sabemos que el LearJet 45 en que falleció Mouriño era "el jet del secretario", pero que otros aviones estaban a su disposición si el suyo no estaba disponible. El gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, puede darse el lujo de prestarle un helicóptero al consejero presidente del IFE, Leonardo Valdés (y así facilitar su ambición de llegar a ser presidente).

Nadie ha ofrecido un análisis de cuánto nos cuesta a los contribuyentes esta enorme flota de transportes aéreos, ni cuál es la relación costo-beneficio que se obtiene de ellos. Lo que es evidente es que cuando un gobernante no tiene que sufrir los problemas de traslado que enfrentamos los comunes se vuelve insensible a ellos. Quizá Ebrard comprendería más las quejas de los capitalinos si tuviera que sufrir, como el resto, la pesadilla de trasladarse en una ciudad destrozada.

Me da gusto que el titular de la Conagua y sus acompañantes hayan sobrevivido al accidente de helicóptero de este 28 de febrero. Es absurdo que la administración pública siga perdiendo funcionarios en accidentes aéreos. Pero estoy convencido de que la mayoría de los traslados que se realizan de esta costosa y peligrosa manera no son necesarios. Son producto de una clase política que gusta sentirse diferente del resto de los mortales, pero que al distanciarse de los gobernados en la forma en que se traslada pierde el contacto indispensable para entender los problemas del ciudadano.

Citigroup, que llegó a ser el mayor banco del mundo, alcanzó un valor de mercado de 273 mil millones de dólares a fines de 2006. Este viernes 27 de febrero, cuando se dio a conocer la decisión del Gobierno estadounidense de tomar control de un 36 por ciento de la entidad, su valor lo calculaba JP Morgan en apenas 8,200 millones de dólares. Para obtener mejores rendimientos, la institución adquirió decenas de miles de millones de dólares de instrumentos financieros respaldados por hipotecas que se creían seguros y cuyo valor ahora se ha desplomado.

Www.sergiosarmiento.com

Leer más de EDITORIAL / Siglo plus

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 417857

elsiglo.mx