Stewart Cink se adjudicó el Abierto Británico, pero éste será más recordado como el torneo en que Tom Watson dejó ir todo en el hoyo 18. (AP)
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Tom Watson malogró una oportunidad para convertirse en el jugador de mayor edad en ganar uno de los cuatro torneos grandes del golf al fallar ayer un putt corto en el último hoyo del Abierto Británico y luego sucumbió en un desempate ante Stewart Cink.
Watson, de 59 años, no pudo embocar el putt desde ocho pies (2.44 metros). Desmoralizado, poco pudo hacer en el desempate a cuatro hoyos.
Cink se adjudicó su primer título grande, pero éste será recordado como el torneo que Watson dejó ir cuando tenía al alcance un triunfo histórico.
Watson se anotó un bogey en el último hoyo del recorrido reglamentario, lo cual estableció un empate con Cink al quedar ambos con marcadores de 278, dos bajo par.
El desempate arrancó igual de mal para Watson: bogey en el primer hoyo. El tercer hoyo fue un desastre completo, con un golpe de salida mal medido, dos golpes para sacar una pelota que se fue a la maleza y tres putts para un doble bogey.
Watson volvió al hoyo 18 por una última ocasión, con lágrimas en los ojos. Pero el segundo lugar fue el jugador que se llevó, merecidamente, los mayores aplausos.
"Fue por un poquito", se lamentó Watson. "El sueño se hizo casi realidad".
Cink, quien no había estado al tope del liderato hasta el momento que Watson falló su putt, estuvo perfecto en el desempate, cerró con un birdie en el 18 y se impuso por seis golpes de diferencia.
Mientras contemplaba la famosa jarra de plata que se otorga como trofeo, Cink alabó a Watson.
