Más filas. En la Subdelegación del IMSS se amontonaron los ciudadanos que fueron a realizar trámites. EL SIGLO DE TORREÓN / RAMÓN SOTOMAYOR EL SIGLO DE TORREÓN / ERICK SOTOMAYOR
Luego de casi una semana que se suspendiera la operación tanto de centros laborales como de comercios, algunos restaurantes, recreativos, gimnasios, bares, etcétera, ayer se reanudó la actividad en la Comarca Lagunera.
Oficinas municipales, estatales y federales lucieron llenas. En la Presidencia Municipal, gran cantidad de personas acudieron a solicitar gestorías mientras que en la Subdelegación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) la fila de derechohabientes dispuestos a realizar algún trámite daba vueltas al interior del edificio y seguía hasta el estacionamiento.
En las calles, regresaron los congestionamientos viales, especialmente en los puntos donde se construyen puentes por parte de las autoridades estatales. Tras días de tranquilidad en las calles, ayer fue notorio el incremento de vehículos y de las filas en los cruceros.
Desde las seis de la mañana, reanudaron labores los gimnasios y abrieron los parques y paseos públicos, por lo que había niños y jóvenes que aprovechaban sus últimos días sin clases para divertirse en estos espacios, que fueron cerrados desde la semana pasada debido a la contingencia sanitaria, a fin de reducir el riesgo de contagio de influenza.
En el Centro, los comercios también reanudaron su operación y aunque el personal de algunos negocios siguió laborando con cubrebocas y guantes, la mayoría de los clientes acudió sin esta protección, olvidándose por completo de la Influenza A, que durante el puente les obligara a quedarse en casa por recomendación de la Secretaría de Salud.
Ayer regresaron también a laborar los trabajadores de distintas empresas que apoyaron el paro nacional durante la contingencia sanitaria. A partir de mañana harán lo propio las universidades y el lunes 11 de mayo las escuelas de educación básica y las guarderías, además de las mujeres embarazadas y aquellas que se encuentren en periodo de lactancia.
En el centro comercial, los jóvenes se amontonaban frente al cine para tratar de descifrar si abrirían ya las salas, mientras que en algunas tiendas los clientes acudían apurados a pagar sus mensualidades, pues muchos de ellos tuvieron su fecha límite durante la suspensión.
