LO PRONTO Mirando A Fondo / Después De Lo que hemos visto esta última semana, uno se preguntaría: ¿Y en dónde está la tan cacareada crisis que abate a nuestro país? ¿En dónde las cifras que nos anuncian las caídas de las bolsas en los países del mundo? ¿En dónde la caída de los empleos y el estado de desolación y catarsis que agobia a los mexicanos que todos los días nos recuerdan los medios impresos televisivos y radiofónicos?
SI NOS ATENEMOS A los datos que ha proporcionado la cámara hotelera, resulta que sus hoteles tienen un 90% de ocupación en las playas del Pacífico, del Golfo de México y el Caribe. Los restaurantes llenos, las cantinas a su máximo, los centros comerciales pletóricos de paseantes y compradores.
LAS LÍNEAS AÉREAS Anunciaban que ya no tenían boletos para los destinos turísticos y que las listas de espera se hacían cada vez más largas. Las centrales de autobuses tuvieron que hacer corridas "extras" para poder dar abasto a la demanda de pasajeros. Cientos de ellos se quedaron tirados en el suelo a pasar dormitando varias horas cargados de bultos y rodeados de niños que lloraban a ras del piso.
De la Ciudad de México quedaron solitarias sus calles, bulevares y avenidas, las que parecían de ciudades desiertas como abandonadas por algún tipo de catástrofe o contagio mortal de tipo extraterrestre. La autopista del Sol a Acapulco registraba 3,700 vehículos por hora. La situación llegó a tal extremo que más de cien turistas sin posibilidad de ser hospedados en Veracruz, terminaron en los albergues para indigentes del DIF de aquella entidad.
EN NÚMEROS CONSERVADORES De la Ciudad de México salieron cerca de cinco millones de personas a diferentes puntos del país y en plan de vacaciones. La cosa no tendría la mayor importancia si no fuese porque se dice estamos en plena crisis.
LA GENERAL MOTORS Ya anunció su inminente quiebra, lo mismo la Crysler junto con otros gigantescos consorcios financieros y bancarios. La crisis le crispa el poco pelo que tiene el mismísimo Barack Obama y al grupo de los 20, pero aquí en México no pasa nada. Todos nos fuimos de vacaciones; los que tenían con qué y también los que no tenían ni para pagar los recibos del gas y de la luz del mes de abril.
A SU REGRESO El agio los espera frotándose las manos y con el brillo de verdaderos diablos en los ojos.
Más de treinta mil clientes visitarán el Nacional Monte de Piedad (yo diría de impiedad por el 4% mensual que cobra) y también los otros cientos de bazares y casas de préstamo y empeño que como hongos han venido proliferando en todas las ciudades del país a causa de la miseria y del desempleo en los tiempos del Gobierno del empleo.
LOS INCRÉDULOS DE LA CRISIS Mundial cuando retornen a sus lugares de origen, se quitarán sus short, sus sandalias de pata de gallo, la cachucha y resignados se enfilarán a cualquiera de estas casas de "beneficiencia" de al diez por ciento mensual, para entregar en empeño algún objeto de valor, el que recuperarán pasado mañana firmando por otro nuevo y con su aporreada tarjeta de crédito.
LOS MEXICANOS No podremos jamás aprender. Así somos fieles a nuestra propia idiosincrasia. Enemigos acérrimos de cualquier tipo de ahorro, vivimos el día de hoy sin preparar nada para el incierto porvenir.
Filósofos kantianos que sostenemos tan férrea filosofía: el pasado ya no existe, pues ya se fue; el futuro tampoco existe pues no ha llegado. Lo único que existe es el día de hoy y en esas condiciones: vámonos toda la familia de vacaciones ¡hoy¡ mañana el tiempo ahí dirá.