(EFE)
En medio de una fanfarria de "vuvuzelas", las trompetas de plástico que usan los hinchas sudafricanos para alentar a sus equipos, y los vítores de cientos de trabajadores de la construcción, el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, inició hoy la cuenta atrás de un año hacia el Mundial 2010. A las cuatro en punto de la tarde (9:00 tiempo de La Laguna), la hora en que el 11 de junio de 2010 comenzará la ceremonia inaugural del Mundial, Zuma, con un casco rojo, chutó el balón aprobado por la FIFA para esa competición en Green Point, el nuevo estadio de Ciudad del Cabo, casi acabado y que ha costado más de 550 millones de dólares. Zuma, tras dar el "puntapié inicial" para la cuenta regresiva a un balón oficial de la FIFA dijo: "Una cosa es cierta, hemos demostrado al mundo que los sudafricanos somos un pueblo especial. Cuando se nos presentan desafíos, siempre les hacemos frente".
