Con el poderoso bateo del japonés Hideki Matsui, quien tuvo tres hits en cuatro turnos con seis carreras empujadas Yanquis de Nueva York ganó por vigésima séptima ocasión la Serie Mundial al derrotar a Filis de Filadelfia por 7-3. (AP)
Nueve años después y tras gastarse 1.600 millones de dólares en salarios, los Yanquis de Nueva York conquistaron su 27mo campeonato de la Serie Mundial.
Hideki Matsui remolcó seis carreras para igualar un récord en un juego del Clásico de Otoño, mientras que Andy Pettitte volvió a ser el amuleto en un duelo decisivo y los Yanquis se proclamaron campeones al vencer ayer 7-3 a los Filis de Filadelfia.
A Matsui, quien fue seleccionado como el Jugador Más Valioso de la serie, sólo le faltó el triple para el ciclo en una noche de luna llena de ensueño para el japonés. Simplemente bateó a placer ante Pedro Martínez, remolcando las cuatro primeras carreras con un jonrón y las otras con un sencillo.
El último out tuvo a un viejo actor en el montículo: Mariano Rivera. Integrante de los equipos que se alzaron campeones en 1996 y 1998-2000, el panameño Rivera entró para sacar los cinco outs finales, el último a Shane Victorino con un rodado débil por la intermedia.
Los Yanquis dieron rienda suelta a la celebración en su nuevo Yankee Stadium, construido a un costo de 1,500 millones de dólares frente al viejo recinto situado en la calle 161 del barrio del Bronx. La coronación se produjo tras una espera de nueve años desde que en el 2000 completaron una seguidilla de tres títulos en fila al vencer en cinco juegos a sus vecinos Mets.
Pero desde el 2001 se habían quedado con las manos vacías.
Por obra de la casualidad, el título 27 coincidió con el mismo día del amargo recuerdo del hit remolcador de Luis González contra Rivera y que le dio a Arizona la corona del clásico de 2001 al superar en un séptimo juego a los Yanquis.
Todo esto debe alegrar a George Steinbrenner, el propietario de 79 años que nunca ha titubeado en contratar a los jugadores más caros en el mercado. Este título es más especial para Steinbrenner, cuya salud se ha deteriorado. Filadelfia se quedó con las ganas de convertirse en el primer club en revalidar el cetro desde los Yanquis de 2000, así como emular a los Rojos de Cincinnati, que entre 1975-76 fueron el último equipo de la Liga Nacional en repetir.
Abajo 3-2 en la serie, los Filis cifraron sus esperanzas en el brazo de Martínez, un viejo némesis de los Yanquis. Pero el dominicano apenas duró cuatro episodios con 77 lanzamientos, permitiendo cuatro anotaciones y tres hits.
En su primera apertura con tres días de descanso desde septiembre de 2006, Pettitte ratificó su estirpe de campeón al diseminar tres carreras y cuatro hits en cinco innings y dos tercios para estirar a 18 su récord de victorias en juegos de postemporada.
El zurdo de 37 años, que concedió cinco boletos y ponchó a tres, fue el victorioso en cada uno de los tres partidos decisivos de los Yanquis esta postemporada.
Matsui conectó su tercer jonrón de la serie para adelantar 2-0 a los Yanquis en el segundo inning. Luego que Martínez concedió el pasaporte a Alex Rodríguez con cuatro bolas seguidas al abrir el episodio, Matsui llevó la cuenta a 3-2 antes de sacudir su jonrón a la segunda hilera de las gradas del jardín derecho en el octavo lanzamiento del turno, una recta de 89 millas por hora.
Filadelfia descontó en el tercero mediante un elevado de sacrificio de Jimmy Rollins tras un triple del panameño Carlos Ruiz.
Con dos outs en el tercero y en cuenta de 0-2, Matsui volvió a atormentar a Martínez al encontrar las bases llenas y respondió con un sencillo por el central para remolcar a Derek Jeter y Johnny Damon. Fue el noveno hit en 19 turnos del nipón contra Martínez.
Nadie había remolcado seis carreras en un juego que Bobby Richardson produjo esa cantidad por los propios Yanquis en el clásico de 1960 contra Pittsburgh.
En el último año de contrato con los Yanquis, Matsui bateó ocho hits en 13 turnos durante la serie, incluyendo tres jonrones y ocho remolcadas en total.
Filis 001 002 000- 3 6 0
Yanquis 022 030 00x - 7 8 0
Humberto Vázquez Frayre
Monterrey, nl.- Con un polémico arbitraje, Rayados del Monterrey se impuso anoche 2-1 en el Estadio Tecnológico a Santos Laguna, rompiéndole la buena racha de nueve partidos sin perder, además de poner en riesgo su calificación a la liguilla.
Si bien es cierto que los Guerreros no tuvieron su mejor partido del torneo, los albiverdes mantuvieron a raya a los regiomontanos, que por momentos se mostraron desesperados, mientras que sus aficionados eran si lenciados.
De nueva cuenta la media cancha santista batalló para enchufarse en el cotejo, situación que aprovecharon los locales, para ahogarlos en los primeros minutos, aunque con el paso de los minutos, se emparejaron las cosas.
Apenas iniciaba el partido, cuando Osvaldo Martínez se internó por el sector derecho, tras grueso error del asistente uno, aunque el arquero santista estuvo bien para desviar a corner. Juan Joel Rangel Maya marcó un inexistente saque de banda favorable a los de casa, cuando claramente Baloy fue el último en tocar el esférico, por lo que la zaga lagunera fue sorprendida.
Los albiverdes buscaban llegar al arco rival, mediante balonazos largos, mismos que le costaron mucho sacrificio a Ochoa y Vuoso. El 'Toro' fue pintado de amarillo en el arranque del duelo, lo que mermó su empuje e intensidad durante 87 minutos.
Ochoa por su parte, que fue expulsado de manera precipitada por el silbante Juan Genaro Medrano Ávalos, falló una clara ocasión de gol, al rematar sólo de cabeza un gran servicio de Jiménez, pero el artillero santista cabeceó de manera desviada y a un costado del arco enemigo.
En la recta final de los primeros 45 minutos, De Nigris desbordó por la banda, pero no encontró a Suazo que cerraba la pinza. El 'Chupete' después tuvo una ocasión, pero Oswaldo rechazó muy bien el impresionante tablazo del chileno.
Los santistas que se habían ido con la ventaja al vestidor tras el gol en contra del panameño Baloy, tuvieron una reacción tempranera y apenas a los 35 segundos de haberse reanudado el choque, ya habían empatado.
Ya con la ventaja en el marcador, tras el dudoso gol de De Nigris, los Rayados no bajaron los brazos y un tiro de Suazo pasó cerca del arco de Oswaldo, que hizo espectacular el lance, para acompañar el viaje del esférico.
También el centroamericano Felipe Baloy, estuvo cerca de aumentar el marcador, pero Oswaldo intervino a tiempo con gran atajada, además de otro lance que tuvo en un tiro libre del andino Suazo.
Sergio Bueno realizó modificaciones y esta vez, simplemente no le funcionaron. 'Chema' Cárdenas perdió el balón en la salida, pero Suazo perdonó al sacar chorreado su disparo y los regios se perdieron del tercer tanto.
Darwin Quintero fue colocado de nueva cuenta como volante por la derecha y los resultados fueron deplorables, con un colombiano impreciso a la hora de pasar la pelota y sin la profundidad necesaria que realizaba en la cancha del ahora demolido Estadio Corona.
Con la combinación de resultados, Santos Laguna se estancó con 26 puntos y fue superado por Cruz Azul que llegó a 27 unidades, mientras que los Potros de Hierro del Atlante se acercaron a 22 puntos.
Los Guerreros pernoctarán en la Sultana del Norte, para a eso de las 10:00 horas de este día, trasladarse vía aérea a San Luis Potosí, sede de su próximo compromiso, el sábado ante los Gladiadores, en la penúltima fecha del Apertura 2009.
Alineaciones
Rayados: Jonathan Orozco, William Paredes, Felipe Baloy, José María Basanta, Duilio Davino, Luis Ernesto Pérez, Gerardo Galindo, Walter Ayoví, Oswaldo Martínez (Sergio Santana al 74), Aldo de Nigris (Darío Carreño al 80) y Humberto Suazo.
Santos: Oswaldo Sánchez, Iván Estrada, Juan Pablo Santiago, Rafael Figueroa, Osmar Mares (José María Cárdenas al 65), Juan Pablo Rodríguez (Juan Carlos Mosqueda al 75), Fernando Arce, Walter Jiménez (Carlos Darwin Quintero al 53), Daniel Ludueña, Carlos Ochoa y Matías Vuoso.