A la memoria del gran historiador Friedrich Katz
Ese fue el dinero público dedicado, entre el 2000 y el 2009, a subsidiar partidos, organizar elecciones y pagar tribunales especializados. ¿Se justifica?
En 2003 me puse a estudiar qué le había pasado a la democracia. Encontré que el dinero no hizo representativos a los partidos ni les dio confiabilidad a elecciones competidas, como las de 2006 (la respuesta completa aparece en Vuelta en U). Estamos frente a un festival de desperdicio, un subsidio a la mediocridad.
Ernesto Zedillo, entre otros, se equivocaron al dar tanto dinero público a los partidos. En la década mencionada la Federación y los estados les entregaron 50 mil 809 millones; se les ablandó la fibra ética y eso ha tenido consecuencias: su relación con el electorado pobre se basa en la entrega de regalos; los medios de comunicación los tratan como un hato de mansas vacas lecheras; su vida interna se ha distorsionado porque los militantes fueron sustituidos por los cazadores de puestos y presupuestos; y se empobrece la vida pública porque han ido llenando los cargos públicos (extraordinariamente bien pagados) con cuadros mal formados.
En la primera década de este siglo el Instituto Federal Electoral (IFE) y los organismos de los 32 estados recibieron 88 mil 261 millones de pesos. Pese a ello, no han podido dar certidumbre a elecciones competidas, como las del 2006. Quien fuera presidente del IFE, Luis Carlos Ugalde, favoreció a Felipe Calderón, y el Consejo General fue incapaz de contener las irregularidades que mancharon esa elección. El modelo ha seguido reproduciéndose en los estados.
Los tribunales electorales se gastaron 17 mil millones entre el año 2000 y el 2009. El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) fue incapaz de responder a las exigencias de la elección de 2006. Calificaron de ilegal la frase que declaró a Andrés Manuel López Obrador como "un peligro para México", concluyeron que el Consejo Coordinador Empresarial violó la ley y que el Presidente Vicente Fox puso en riesgo la validez de la elección, pero luego se acobardaron. Dice el Comité Conciudadano que, ante la imposibilidad de medir el efecto de las ilegalidades, el Tribunal decidió desecharlas porque "a su entender el efecto no había sido determinante para la elección. Sin embargo, el TEPJF no estableció regla, referente o parámetro alguno para decidir cuándo una violación a un principio constitucional tiene consecuencias en la validez de la elección y cuándo no". En suma, el TEPJF reprodujo la tibieza y mediocridad del Poder Judicial que muy de cuando en cuando da un campanazo a favor del maltrecho Estado de Derecho.
Es el caso más extremo de la irrelevancia y la desvergüenza. La Coalición que respaldaba a Andrés Manuel López Obrador interpuso un recurso ante la Fepade por una avalancha de correos electrónicos negativos contra su candidato. La Fiscalía estableció que al menos siete millones de esos correos habían sido enviados desde oficinas públicas. Ahí nació la "Doctrina Fromow", así nombrada por el apellido de la fiscal María de los Ángeles quien se declaró incompetente porque la ley ¡penalizaba un apoyo público "a favor" de un candidato, pero no "en contra" de otro! La fiscal no hizo ningún esfuerzo por utilizar sus atribuciones para demandar a los funcionarios por peculado (utilizaron bienes públicos en campañas electorales).
En los próximos días la Cámara de Diputados aprobará el Presupuesto de Egresos de la Federación y difícilmente modificará el dispendio. A lo mejor le dan unos pellizquitos al IFE, al TEPJF y a la Fepade, pero los partidos no reducirán sus ingresos porque, como cada año, se mostrarán contritos y declararán con los ojos entrecerrados que su partida "está en la Constitución"; no aclaran que ellos pusieron en la Carta Magna la obligación de que se les aumente cada año el presupuesto.
Los partidos representados en la Cámara deberían corresponder haciendo bien su trabajo. Este mes elegirán a tres consejeros del IFE y su impulso es seleccionar siervos, lo cual amenaza la elección de 2012. Por cierto, María de los Ángeles Fromow es candidata a consejera, lo que indica cuán escaso es el recato republicano en nuestra vida pública.
El 8 de octubre el presidente Felipe Calderón estuvo en El Colegio de México que celebraba sus 70 años. Unos 40 estudiantes (porcentaje importante en una institución tan pequeña) se vistieron de negro, se prendieron moños blancos y no le aplaudieron al mandatario. Así expresaron su desacuerdo con una política de seguridad federal mal diseñada y ejecutada; fueron consecuentes con la independencia crítica de Daniel Cosío Villegas frente al poder. Lógicamente recibieron críticas de quienes representan otra cara del Colmex.