Bullying. El acoso entre iguales es un problema generalizado en el ámbito escolar. EL SIGLO DE TORREÓN/ JESÚS HERNÁNDEZ
Una cuarta parte de la población escolar de primaria y secundaria de la Región Lagunera de Durango ha sido víctima de bullying o acoso entre iguales, esto de acuerdo con un diagnóstico efectuado por la Universidad Interamericana para el Desarrollo (UNID.)
Recientemente, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos dio a conocer que en todo el país, esta problemática la sufre cerca de un 40 por ciento de los alumnos de ambos niveles educativos, incluyendo el llamado cyberbullying o agresión de tipo cibernético, que consiste en exhibir con fines de segregación a las víctimas a través de las redes sociales.
El director del plantel Gómez Palacio de la UNID, José Serrano González dijo que el 25 por ciento ya es un dato que debe preocupar principalmente a los padres de familia, así como a los maestros y las autoridades del ámbito educativo.
Refirió que de acuerdo con este porcentaje, de cada grupo de 30 alumnos unos seis o siete han sido "bulleados" por sus compañeros; la problemática es la misma en escuelas públicas que privadas.
Se considera que los niños tienden más a las agresiones directas mediante golpes, insultos y otras formas de agresión física, mientras que en el caso de las niñas, éstas recurren más al llamado "cyberbullying" como una forma de segregar o rechazar a quienes expresan opiniones, actitudes o prácticas distintas a las del grupo.
Serrano González indicó que "es una realidad que se da en todas las escuelas y un problema tan generalizado que debe llamar la atención de toda la sociedad".
El estudio que ha desarrollado la UNID tiene como objetivo, llamar la atención de autoridades educativas para que junto a otras instancias involucradas, se unan y tomen acciones más concretas creando programas.
También, generar algunas estrategias para que los padres de familia sepan identificar cuando sus hijos están padeciendo el problema, con características como: perder sus cosas en el salón de clases; llegar a casa con la ropa rasgada o demasiado sucia; el niño o jovencito muestra desinterés por ir a la escuela o simplemente, trae huellas de violencia.
Cuando esto ocurra, los padres deben exponer el caso al maestro para detectar a quienes están cometiendo el abuso y tratar el caso de manera cuidadosa.
Para José Serrano, más que los maestros, son los jefes de familia quienes tienen la principal responsabilidad en identificar y tratar el caso aunque éste se haya originado al interior del plantel.
De igual forma, "tenemos la responsabilidad de cuidar con quién se relacionan nuestros hijos a través de las redes sociales, de la misma forma en que lo hacían antes nuestros padres, pero ahora con la tecnología de por medio".