De los 151 internos del Centro de Readaptación Social de San Pedro, 35 padecen hepatitis C en la actualidad (23 por ciento), enfermedad contagiosa e incurable. El hecho se descubrió a mediados de 2002 con la muerte de un interno de ese penal, lo que dejó al descubierto desde entonces el tráfico de droga al interior del Cereso, pues los reclusos se infectaron por utilizar una misma jeringa para drogarse.
El contagio masivo con jeringa entre drogadictos se hizo evidente luego de la muerte del joven sampetrino, Ismael Medina Martínez, el 21 de julio de 2002 en el Hospital General de Torreón, víctima de esa enfermedad.
Poco antes de morir, el joven adicto a la "chiva" -sustancia tóxica hecha a base de heroína, muy común en San Pedro-, confesó a su madre que se drogaba junto con otros amigos, con la misma jeringa, pero lo había hecho no pocas veces dentro y fuera del Cereso, donde fue recluido en dos ocasiones.
Ante el hecho y pese a la negativa sistemática del entonces director del Cereso, René Contreras Martínez -quien luego fue despedido-, se logró conocer la situación y el Congreso del Estado intervino para solicitar a la Secretaría de Salud realizara una investigación a fondo y protegiera a los internos. Se conoció que había alrededor de 40 internos infectados luego de practicarles examen a todos.
Ayer, el subdirector del Cereso, Carlos Ríos Meza, aseguró que en la actualidad existe un control estricto y no hay tráfico de drogas.
Hasta el momento la situación sigue casi igual, aunque la Jurisdicción Sanitaria, a través del Hospital General, implementó un programa de apoyo a la salud y emitió una serie de recomendaciones para los enfermos que siguen purgando sus condenas.
Añejo
Son ya siete años que se descubrió a 40 internos con Hepatitis C.
⇒ En la actualidad hay 35 con el padecimiento.
⇒ No hay cura para esa enfermedad.
⇒ Son vigilados por Salud.
⇒ Purgan sus condenas.
