Homenaje. Hace 16 años y tres días falleció el pintor y escultor Francisco Montoya de la Cruz; de inmediato organismos de gobierno reconocieron su vida con varios homenajes.
Hace 16 años y tres días murió el reconocido pintor y escultor duranguense Francisco Montoya de la Cruz; tras su fallecimiento, entidades gubernamentales y organismos sociales le rindieron varios homenajes.
Uno de ellos se realizó en el Congreso del Estado, donde se reconoció su gran trayectoria y legado al pueblo duranguense que, entre otras obras, incluye las plasmadas en las paredes de la Casa del Campesino.
El diputado Isidro Barraza Soto fue el encargado de destacar la vida y obra el artista en la máxima tribuna del estado, quien tuvo como una de sus temáticas principales la historia de México; pintó, entre otras grandes figuras, a Benito Juárez y Emiliano Zapata, en obras que hoy son reconocidas a nivel internacional.
Durante su intervención en el Congreso, Barraza Soto destacó, por encima de los demás, tres reconocimientos recibidos por el maestro Montoya de la Cruz: la medalla Benito Juárez de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED); la condecoración a la Virtud y el Mérito, otorgada por el Congreso local en 1974; y la medalla al mérito del Instituto de Arte de México, que recibió en 1976.
Francisco Montoya de la Cruz nació en el Barrio de Analco de la ciudad de Durango el 5 de junio de 1907, hijo de Virginia de la Cruz y Benigno Montoya de la Cruz, de quien heredó el amor por el arte; con él empezó de ayudante en el taller de cantera, a la edad de 14 años.
Fue el quinto de seis hermanos; en orden, Jesús, Benigno, Adela, Concepción, Francisco y Josefina.
Sus estudios primarios fueron dirigidos por Melitón Rentería, director de la Escuela Primaria No. 7.