Con rezagos presupuestales y una plantilla de personal que prácticamente se ha mantenido sin cambios desde su creación, la Agencia Federal de Investigación (AFI) celebra hoy lunes su noveno aniversario, en medio de un nuevo proceso de reestructuración que busca incrementar el número de agentes de la corporación en al menos 50%.
Creada por decreto presidencial en noviembre de 2001, la AFI es la sucesora de la extinta Policía Judicial Federal, pero ha sido objeto de depuraciones y reestructuraciones que la han dejado a la zaga de la Policía Federal (PF), dependiente de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).
El proyecto de la AFI, como una corporación modelo, a la vanguardia en las técnicas de investigación y el uso de las nuevas tecnologías, no ha podido consolidarse en estos nueve años en los que pasó incluso por un frustrado intento de fusión con la Policía Federal entre 2007 y 2009, tras el cual se reincorporó nuevamente a la Procuraduría General de la República (PGR).
En 2001, la agencia contaba con tres mil agentes. Nueve años después, los policías federales ministeriales que forman su plantilla suman 4 mil 500, un aumento de sólo 50% para la policía encargada de la investigación de los delitos federales, tarea que a partir de este año comparte con la PF.
A diferencia de la AFI, la Policía Federal ha recibido un presupuesto sin precedentes en las dos administraciones panistas de la última década, y prácticamente ha triplicado su personal en este periodo, al pasar de casi 12 mil agentes en 2001 a 33 mil 900 en 2010.
Sólo en 2010, el presupuesto de la PF (17 mil 500 millones de pesos) fue superior al de todo el gasto autorizado para la PGR, que fue de 12 mil millones de pesos.
A fines de julio, la PGR puso en marcha un nuevo proyecto de reestructuración de la AFI, con el cual se propone, entre otros objetivos, incrementar a siete mil u ocho mil el número de agentes de la Policía Federal Ministerial. En agosto pasado, la PGR lanzó una convocatoria para reclutar a 200 policías federales ministeriales con nivel de licenciatura o de educación media superior, con la oferta de una carrera policial dentro de la corporación.