A poner orden en Secretaría de Salud

Radiografía Política / Diez Rubio, Descubridor Del Hilo Negro Anunció Alejandro Campa Avitia, responsable de la Secretaría de Salud, que a partir del año entrante unos mil trabajadores de esa dependencia se harán acreedores a su base laboral, luego de muchos años de trabajar ininterrumpidamente dentro del sector.

Buenas noticias para estos poco más de mil empleados que desde hace tiempo merecían la plaza laboral y que ahora cambiarán su estatus laboral.

Durante la anterior administración, un gran número de médicos, enfermeras y personal administrativo de la Secretaría de Salud fue desplazado por los incondicionales, familiares y amigos de la entonces titular Patricia Herrera Gutiérrez y de la actual dirigente sindical Bernarda Pérez, a quien por cierto le hicieron serios reclamos hace un par de días los trabajadores durante la entrega de reconocimientos a empleados con muchos años de servicio.

Son incontables los testimonios de trabajadores que fueron relegados y jamás tomados en cuenta por disposición y complacencia de estas dos funcionarias.

Ahora, con la intervención directa del mandatario estatal, Jorge Herrera Caldera, y el secretario de Salud, Alejandro Campa Avitia, puede generarse la oportunidad para todos esos trabajadores que deben contar con base laboral porque tienen los méritos necesarios, lo cual no se puede asegurar de otros.

Lo que sí es una gran verdad es que en este proceso quienes mandan hoy en día en la Secretaría de Salud deben tener especial cuidado en maniatar a Bernarda Pérez, una dirigente sindical que destila corrupción en cada una de sus acciones.

Todavía son más malas las declaraciones de Alfonso Diez Rubio, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, que sus obras construidas.

Ayer echó mano de un argumento casi irrisorio, por obvio, al no descartar una escalada de precios en los productos básicos a partir del año entrante.

O sea que, con toda seguridad, si no lo menciona Diez Rubio, nadie lo podría imaginar. Su servilismo hacia el actual régimen lo ha llevado hasta a mostrarse con poco tacto hacia la gente, que cree muy poco en este tipo de organismos que deberían ser más respetables, pero que permanecen cooptados por los intereses personales de quienes los presiden.

Alfonso Diez Rubio en todo observa fallas si se trata del Gobierno Federal y, en cambio, observa un panorama perfecto en el entorno estatal y municipal. No es que se la viva criticando, pero al menos se vería bien que simplemente señale lo que tiene que señalar.

 PEDRO CORTÉS Y SUS PROPUESTAS

Aseguran que anda tan arrepentido de sus dos copas en una comida el diputado del Partido del Trabajo, Gustavo Pedro Cortés, que esperará el transcurso de este periodo decembrino y entrando el año hará lo posible por no volver a beber alcohol y hasta preparará una iniciativa de ley que lleve su sello personal, todo con el propósito de evitar que gente trabaje en estado de ebriedad. Dicen algunos burlones que propondrá un nuevo dispositivo que, en lugar de alcoholímetro, se llamará "alcohocentímetro"... ¿Será?

 DIPUTADOS, CON 3 MESES DE VACACIONES

Por más que los diputados locales insistan en que el receso legislativo -que empezó ayer y no culminará sino hasta el próximo 14 de marzo- es un tiempo que se utiliza para realizar recorridos por el interior del estado, ya nadie les cree.

El presidente de la Gran Comisión, Adrián Valles Martínez, asegura que no son vacaciones y que existe el compromiso por parte de los legisladores para mantener la productividad.

Pero, ¿quién los obligará? ¿Él? Lo cierto es que en los últimos días el ex coordinador de gabinete dio muestras de gran tibieza al momento de imponer autoridad en el Congreso local: no logra controlar a su compañero priista, "el Tortillero" Luis Enrique Benítez Ojeda; tampoco habló duro cuando debio hacerlo: dejó en evidencia que "a su changarro", el palacio legislativo, cualquiera puede ir en el estado que sea. Ni un pequeño regaño se llevó Gustavo Pedro Cortés por acudir ebrio; mucho menos logrará mantener activos a los otros 29 que ocupan una curul.

Durante los próximos 90 días, sólo cinco diputados estarán obligados, por ley, a decir presente una vez por semana, cada que sesione la Comisión Permanente.

El resto podrá, si quiere, darse una vuelta por las comunidades. Si no, no. Nadie los obliga. El tiempo de receso es suficiente para que vayan a donde quieran.

De acuerdo con la experiencia de los últimos años, son pocos los diputados que realmente se retroalimentan de lo que sus representados necesitan.

Así pues, los duranguenses seguirán manteniendo, a costa de sus impuestos, a funcionarios que sirven para dos cosas: para nada, y para vacacionar.