Hoy inicia una nueva versión del Abierto Mexicano y Venus Williams se mentaliza a mantenerse como campeona por un año más. (Jam Media)
Acapulco, Gro .- Se debe a algo más que la brisa del Pacífico. Una especie de relación amorosa intensa con el deporte blanco que hoy cumple 10 años. El Abierto Mexicano de Tenis celebra su primera década desde que se mudó al mágico puerto guerrerense.
En su fina tierra batida han desfilado varios jugadores números unos del mundo. Promesas que se han vuelto realidad como Rafael Nadal u otros como Gustavo Guga Kurten que se volvieron míticos al paso de los años. Pero lo que más ha gustado a sus tenistas son las comodidades de un hotel al lado de las canchas y el plus de una vista sin igual a la playa. Además de un público entregado sin importar que no son raquetas nacidas en suelo mexicano.
"Afortunadamente después de 10 años, Acapulco ha sido la mejor sede que ha tenido el torneo, con todo respeto para el Club Alemán, de la Ciudad de México, que siempre fueron extraordinarios anfitriones", comenta Raúl Zurutuza, director del certamen.
Grupo Pegaso tomó las riendas del evento en 1993. Y como planes para hacer crecer al torneo, vio la necesidad de salir de México DF y nada mejor que una sede donde se jugara a nivel de mar. En 2001 se dio el bautizo en Acapulco.
"Obviamente teníamos nuestras dudas al principio de qué tanto funcionaría. Nos quedaba claro que el tema del nivel del mar iba a beneficiar a los jugadores, pero teníamos la duda sin el público se iba a tomar unos días en una semana que es laboral y escolar para ver tenis", remembra Zurutuza.
Desde aquella primera versión, en donde el brasileño Kurten se coronó, los tenistas reconocieron el gran espíritu de hospitalidad de los mexicanos. Con el paso del tiempo el estadio creció, al igual que su afición. El torneo se ha vuelto un gran gancho turístico de máxima importancia para el puerto, sólo por detrás de Semana Santa y vacaciones de verano. "Hoy en día las cosas se nos están dando. Nosotros, como grupo Pegaso, no vemos al torneo en otro lugar que no sea aquí. Mientras que el señor (Alejandro) Burillo no decida hacer algo con su torneo, nosotros tenemos un compromiso muy importante con Acapulco", dice el director del torneo.
En lo deportivo, más allá de las derrotas de las raquetas mexicanas, las cuales en Acapulco no han pasado de la primera ronda en la rama varonil, los aficionados mexicanos recuerdan grandes batallas de estrellas internacionales que han decidido agregar a Acapulco en su calendario de juego.
Nadal fue una grata revelación que tras coronarse conquistó su primer Roland Garros. Ante los mexicanos mostró una zurda sui generis, con todo un futuro por delante. Así también se pudo admirar los mejores de Carlos Moyá y qué decir de la actual campeona Venus Williams.
En damas Flavia Penneta se convirtió en la consentida sentimental de los mexicanos, en tanto, Melissa Torres rompió parámetros al convertirse en la única mexicana en ganar dos partidos seguidos en el Abierto, en aquella versión de 2007.
