El inicio. Una placa inicia la nueva historia de la restaurada Capilla de Santa Ana de Hornos. Recuento. Un recuento del papel de los jesuitas en la fundación de la Hacienda, fue realizada por el obispo José Guadalupe Galván.
Un impresionante altar de madera tallada y hojalatería de oro, una serie iconográfica propia del siglo XVIII, el campanario, la cúpula de cantera y hasta el último detalle de la joya arquitectónica que es la Capilla de Santa Ana de Hornos ubicada en la Ex Hacienda de Hornos, hoy ejido Venustiano Carranza, dio la bienvenida a cientos de visitantes en un nuevo capítulo de su historia.
Ayer fue inaugurada la primera parte del rescate de la Ex Hacienda de Hornos, que concluyó con la restauración total de la capilla de más de 400 años, cuya inversión superó los 5 millones de pesos y más de 4 años de trabajo de un equipo de restauradores y expertos que encabezó el arquitecto Eduardo Elizalde.
Durante su discurso, el ingeniero José Armando Triana, presidente estatal del patronato Adopta una Obra de Arte, destacó el esfuerzo que la sociedad civil y la Iiniciativa Privada realizaron para restaurar el monumento histórico, anunciando la intención de concluir el total del proyecto que contempla cuatro etapas.
Como una obra cuyo valor estético es incalculable y que además es patrimonio histórico de los coahuilenses, definió Beatriz Pintado, directora nacional de la fundación Adopta una Obra de Arte, la restaurada capilla de Santa Ana e hizo un llamado a los habitantes de la región, para conservar el monumento arquitectónico.
Directores de instituciones culturales de La Laguna, diputados, promotores y varias autoridades de diferentes municipios coahuilenses, compartieron con los habitantes del ejido Venustiano Carranza la inauguración de la primera etapa del rescate de la Ex Hacienda de Hornos.
"Una de las cosas que más me sorprendió es el sentido de pertenencia que los habitantes del ejido tienen hacia la capilla, eso lo vimos presente durante los cuatro años de trabajo", comentó Eduardo Elizalde, restaurador general.
Los habitantes de la zona también realizaron un recorrido por la restaurada capilla que abre sus puertas hoy.
Una joya histórica
Óleos y esculturas del siglo XVIII, donde se percibe la presencia de San Francisco de Asís, San Martín, María Magdalena, Santa Ana y el propio Jesús, entre otros, hacen parte de la riqueza artística que podrán percibir los visitantes a la capilla.
Una de las sorpesas que se llevaron los restauradores de la obra fue la cúpula de cantera, según comenta Eduardo Elizalde, restaurador encargado, ya que tanto el material como los vestigios iconográficos y de colores, lograron sobrevivir con el paso del tiempo en un clima árido como el desértico.
