El Vaticano dijo el martes que los escándalos por abuso sexual de menores en Alemania y otros países son causa de dolor, pero que la Iglesia ha respondido de manera inmediata y transparente.
El vocero de la Santa Sede, reverendo Federico Lombardi, dijo que los abusos cometidos en el seno de la Iglesia son "especialmente deplorables" dadas sus responsabilidades docentes y morales, pero que el problema del abuso de menores va más allá de la Iglesia.
La Iglesia católica está dispuesta a emplear estrategias para prevenir los abusos, añadió.
Los abusos de menores por sacerdotes católicos y su encubrimiento por la jerarquía eclesiástica provocaron escándalos recientemente en Irlanda, Alemania y Holanda, en tanto en Estados Unidos la Iglesia aún responde a las consecuencias financieras y emocionales del problema.
Las denuncias de abusos alemanes son especialmente delicadas por ser Alemania la patria del papa Benedicto XVI y porque los escándalos afectan a un prestigioso coro que dirigió el hermano del pontífice, Georg.
Georg Ratzinger dijo en repetidas ocasiones que las denuncias proceden de fechas anteriores a los 30 años que se desempeñó como presidente del coro.
Preguntado el martes en una entrevista si estaba al tanto de las denuncias cuando pasó a dirigir el coro en 1964, Ratzinger insistió que desconocía el problema.
"Estos teman nunca fueron analizados", dijo Ratzinger el martes al diario alemán Passauer Neue Presse. "El problema del abuso sexual descubierto ahora nunca fue mencionado".
Entre las informaciones de palizas en las escuelas primarias que son consideradas "escuelas viveros" del coro, Ratzinger dijo que pedía "perdón a las víctimas".
La declaración del Vaticano no mencionó el coro, pero sí mencionó los presuntos abusos en Alemania, Austria, Irlanda y Holanda.
Lombardi defendió a las principales instituciones eclesiásticas incolucradas en los escándalos, e indicó que encararon la situación "inmediata y decisivamente".