Desde que iniciaron las administraciones federales del PAN, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha "acaparado" cerca del 40 por ciento del total del presupuesto destinado anualmente a seguridad.
De acuerdo con un documento de la bancada del PRI, del 100 por ciento de los recursos autorizados para ese renglón para 2010 -más de 112 mil millones de pesos- los militares concentran el 38.9 por ciento, con 43 mil 632 millones de pesos.
Los recursos registran un incremento del 61 por ciento en relación al presupuesto con el que las fuerzas castrenses iniciaron el sexenio del presidente Felipe Calderón, que fue de 26 mil 987 millones de pesos.
El aumento es más significativo y alcanza 98 por ciento, si la partida se compara con lo que la Sedena recibió en el primer año del Gobierno foxista, unos 22 mil millones de pesos.
Sin embargo, según el comparativo, el gasto para la Secretaría de Seguridad Pública ha ido ganándole terreno al de Sedena al registrar un crecimiento porcentual en relación a 2001.
La dependencia, hoy a cargo de Genaro García Luna ha pasado de concentrar un promedio del 12 hasta casi 30 por ciento del total del dinero público asignado a las tareas de seguridad.
Para este año, la dependencia tiene autorizados 32 mil 437 millones de pesos, es decir el 28.9 por ciento de la bolsa.
El tercer lugar en la distribución del presupuesto lo ocupa la Secretaría de Marina, con el 14.3 por ciento del total.
Las cifras, recopiladas por el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados, están basadas en la Cuenta Pública entregada por la Secretaría de Hacienda de 2001 a 2009, así como en el Presupuesto de Egresos de la Federación aprobado para este año.
PROMUEVEN AGENDA
La Sedena promueve entre los diputados su agenda legislativa, en la que plantea clarificar el marco jurídico de la actuación de las Fuerzas Armadas y el mejoramiento de la protección social de sus elementos.
De acuerdo a fuentes de la Cámara Baja, la Sedena argumenta que actualmente carece de normas precisas que hagan operable la actuación de las Fuerzas Armadas.
Entre las preocupaciones de los mandos militares es que en la legislación no hay definición clara de lo que se debe entender por seguridad nacional, que a su vez permita actuar en asuntos de seguridad interior.