El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, fue capturado por policías la tarde del jueves y durante la noche alcanzó la libertad gracias a la acción del ejército de Ecuador. Esta acción podría acarrearle beneficios y un mejor posicionamiento político.
Después de su liberación, Correa fue llevado inmediatamente al Palacio de Gobierno, y ahí dio un enardecido discurso.
En una parte importante de su arenga, aseguró que para los culpables no habrá ni perdón ni olvido". La internacionalista del Tecnológico de Monterrey, Valeria Valle, observa dos escenarios posibles después del rescate de Correa: "En función del discurso de Correa es factible que ocurran dos cosas: la primera es que la crisis empeore y que los policías se fortalezcan, y ahora sí, intenten un golpe de estado, lo cual es poco probable", estimó Valle.
"Otro de los escenarios es que Correa salga fortalecido, que la reforma que afecta a los policías no cambie y este es el escenario más probable", dijo la internacionalista en entrevista con esta casa editorial.
"Correa ya tiene un porcentaje alto de aceptación en su país, pero los cuerpos de Policía inconformes pueden argumentar que Correa es corrupto y que es necesario intervenir", estimó la académica.
Desde su perspectiva, el gran héroe del día no fue el Ejército que rescató a Correa, sino el mismo presidente dando un discurso de victoria recién liberado: "es la figura del líder fuerte, carismático, que triunfa sobre las instituciones. En Latinoamérica no tenemos instituciones fuertes, tenemos líderes fuertes".
Algunos cuerpos policiales se habían manifestado en contra de una reforma que les restringen beneficios económicos.
Cuando Correa acudió a dialogar con ellos, el mandatario recibió un ataque con gases lacrimógenos y fue llevado al Hospital de la Policía, donde según sus palabras fue retenido y rehusó negociar dicha reforma.
"Conforme la información iba llegando, empezamos a recordar el tema de Honduras, pero no podemos Hubiera sido lamentable si se tratara de un golpe de estado, un revés a la democracia", afirmó Valle.
La comunidad internacional.
La especialista en temas relacionados con América Latina observó que la comunidad internacional y, sobre todo, los países de la región respondieron de manera muy rápida, condenando el levantamiento de los policías.
"Es plausible la velocidad con que Unasur actuó, pues los presidentes de la región, el presidente mexicano, el estadounidense, la OEA e incluso el jefe del Estado español se pronunciaron en contra de lo que parecía ser un golpe de Estado", reconoció Valle.
Dijo además que Ecuador está inserto en un contexto de crisis económica.
Es un país petrolero y recibe remesas de España, por estos ingresos ahora han empezado a bajar, por ello es lógico que existan recortes, no sólo a la policía, sino a otros rubros más.
En un dato curioso, la académica recordó que en la última visita de la canciller mexicana Patricia Espinoza a Ecuador, uno de los temas de la agenda era la cooperación policiaca.
