Violencia. Ramiro Espino conducía un coche con placas de Zacatecas y era seguido por dos camionetas, según la información oficial. Entre las líneas de investigación se contemplan también la delincuencia organizada y el narcotráfico.
Durango
Los delincuentes ya estrenaron el Par Vial Victoria. Cerca de las 8:15 horas de ayer se escenificó una persecución por el bulevar Felipe Pescador, que terminó con un choque automovilístico y la ejecución de Ramiro Espino Rosales, quien había estado preso en el Cereso 1 en el 2002 por homicidio.
OTRO CARRO FRENÓ LA HUIDA
Ramiro conducía un carro Fiesta, dorado, con placas ZGS 2238 del estado de Zacatecas, cuando era perseguido por dos camionetas según la versión de la Procuraduría General de Justicia en el Estado (PGJE).
Esto obligó a Ramiro a meterse en contra por el carril sur de Felipe Pescador, pero al llegar a la altura de un restaurante de comida rápida chocó de frente con un carro TIIDA, azul, que manejaba una señora la cual quedó lesionada.
Tras el choque, los perseguidores rafagueron a Ramiro con fusiles de asalto R-15, causándole la muerte con heridas en el cráneo, tórax y el brazo izquierdo.
NO DESCARTAN CRIMEN ORGANIZADO
Espino Rosales vivía en el fraccionamiento Jardines de Durango, la PGJE detalló que en noviembre del 2002 había estado preso por asesinar a su novia y además era hijo de un ex presidente municipal de Topia.
Las autoridades estatales revelaron que hay varias lineas de investigación, incluso que no se descarta la posible relación con el crimen organizado y narcotráfico.
Policías llegan para saturar la zona, pero de los homicidas... nada
Como es costumbre, tras la ejecución suscitada la mañana de ayer en el bulevar Felipe Pescador, elementos de las diferentes corporaciones llegaron a la escena del crimen y saturaron la vialidad; sobre todo Francisco Villa que ya comenzaba a presentar una importante carga vial.
Elementos de la Subdirección de Vialidad tuvieron que llegar para colaborar con el flujo de circulación pues entre el transporte urbano y el particular, los automovilistas tardaban hasta 15 minutos en pasar de la Central Camionera a la calle Francisco de Ibarra.
Esta dificultad fue causada por las decenas de patrullas de las diferentes corporaciones que saturaron los carriles centrales del bulevar Felipe Pescador, que recién fueron abiertos tras las obras que se prolongaron por espacio de tres meses; inicialmente se informó que se implementó un operativo conjunto para dar con el paradero de los homicidas, incluso con apoyo del helicóptero del Gobierno del Estado.
Sin embargo, periodistas de los diferentes medios de comunicación coincidieron en haber visto unidades de la Agencia Estatal de Investigación (AEI) por algunas vialidades pero sin las torretas y la sirenas encendidas. Circulaban como cualquier otro vehículo y no como si estuvieran en operativo.
El hecho se suscitó pasadas las ocho de la mañana, momento desde el cual se interrumpió la circulación por el reconstruido bulevar Felipe Pescador, situación que se prolongó por más de una hora cuando fueron retirados los vehículos destruidos.